El Real Madrid toma París en su mejor partido

Zidane se olvidaba por fin de las jerarquías (Bale e Isco en el banquillo) y de la fidelidad al sistema (el 4-4-2 en lugar del 4-3-3). Fue un completo acierto.

Tras unas pequeñas dificultades iniciales en las que no presionaba bien, el Madrid se sintió cómodo afianzado en defensa y con las enormes coberturas de Casemiro y Kovacic. El doble pivote es una de las novedades del año zidanesco y contra el PSG sobresalió. Es verdad que Kovacic no tiene las condiciones del mediocentro, pero ahí también hizo buenos partidos (aquella visita al Camp Nou, por ejemplo)

Era la noche de Asensio también. En el minuto 11 le metió un pase milimetrado y de firma a Cristiano en una contra larguísima. Su influencia en el partido fue creciendo desde ahí.

El juego se alargaba y el Madrid corría con facilidad. El PSG sufría mucho en defensa, en la carrera de regreso. Su ataque, con Rabiot superando la primera línea del Madrid, acababa en Di María intentando sin éxito el pase a Cavani, que como en la ida no la olía, emparedado entre Casemiro y un Ramos despótico.

Después, con los minutos, les fueron sustituyendo en sus respectivos roles Verratti y Mbappé. Pero la respuesta fue siempre la misma: Casemiro, expandido de banda a banda como un espigón en el que chocaban todas las jugadas hacia dentro de Mbappé y Di María. Se notaba la ausencia de Neymar, el PSG parecía falto de liderazgo. Di María estuvo tan activo como siempre (es como un pie incansable que no deja de moverse), pero fallaba en el último pase. Casemiro podía contra todos, y se hacía necesario un nivel superior de técnica, de genialidad, para superarlo, aún más si contaba con la ayuda de Kovacic.

Di María, por cierto, tenía algo cambiado en el rostro. El peinado, quizás algún kilo más. Sería el tercer jugador en el Parque de los Príncipes en recogerse las orejas, pues la otoplastia, que así se llama, ya se la hicieron Bale y Alves. Queda la duda. Fue como ver a un viejo conocido y encontrar en él algo distinto.

El Madrid llegaba y el PSG no. El PSG sufría y se alargaba en defensa, se rompía a veces. Ramos tuvo una en tesitura de delantero tras un pase de Cristiano. El Madrid juntó más las líneas y Casemiro se magnificó.

Si Di María y Mbappé querían irse por fuera estaban las ayudas de las bandas redobladas del Madrid; si querían irse por dentro estaba Casemiro, a su nivel habitual en noches europeas.

Emery se retorcía en el banquillo y ponía esa cara suya de encías que se parece a la de Seinfeld cuando no terminaba de ver claras las bromas de Constanza.

El Madrid empezaba a estar hasta cómodo. En el 37, Benzema falló un mano a mano con Areola. La confianza con la que los encaramos es escasa.

Esa comodidad del Madrid era digna de aplauso y a la vez merecedora de preocupación. Vieja ley del fútbol: si no remataba el rival renacería.

No había llegado a puerta el PSG y comenzó a hacerlo al final, gracias a alguna inoportuna pérdida del Madrid en la media. Keylor frustró una llegada de Cavani y luego otra de Mbappé.

El PSG llegaba a puerta al final de la primera mitad. Los 40 minutos anteriores había estado viendo a Casemiro, topando con Casemiro, escalando a Casemiro, que es como la montaña en un valle: lo que se ve en el horizonte se mire desde donde se mire.

Mala noticia para el Madrid era que Verratti se fuera calentando. La segunda parte comenzó vibrante y la pausa la puso, con las bengalas, el fondo ultra del otrora club parisino ahora casi turco.

Di María y Mbappé cambiaron su puesto para buscar el acierto como quien cambia de postura en la cama.

La conexión Marcelo-Cristiano apareció, como aviso, con un remate en el 50.

Y en el 51 llegó el gol. Cristiano, efectivamente, de cabeza tras pase zurdo de Lucas y una jugada magnífica de Asensio, una jugada de autor en la que roba, conduce la contra y cuando no ve el pase camina hacia atrás, espera a los compañeros, el hueco y la filtra. Asensio se come la jugada y la regurgita después. Una contra en dos tiempos. Si no puede de primeras espera a una segunda jugada. Es un gol que ya es casi una especialidad de Asensio. Corre casi tan rápido como Bale, pero es que luego la reconsidera como Ozil. Asensio repiensa el contragolpe y explota luego los vestíbulos y espacios del 10.

El PSG se alargó mucho y se desordenó. Respondió con un intento de Cavani, y Motta, cansado, fue sustituido por Pastore, con toda su pechofrialdad. Se hacía más navegable su centro del campo para las contras del Madrid. ¿Y Draxler? Emery volvía a dejar dudas en su manejo del banquillo, aunque Pastore aportó.

Si Zidane miraba al banquillo solo veía opulencia. Problemas de equidad distributiva. Casi cualquier cambio que hiciese saldría bien.

El PSG, ya casi sonado, corría detrás de las contras y de una banda a otra banda del Madrid. Frustrado, Verratti se autoexpulsó por protestar.

El Madrid jugaba los mejores minutos del año y hacía encaje en los contragolpes. Asensio remató uno al palo.

Al equipo le volvió el invariable vicio, se relajó un instante y marcó el PSG. Un balón colgado que remató Pastore y Cavani marcó sin querer, como corresponde a los grandes nueves.

Entró Kroos por Kovacic y su cerebralismo llegó en buen momento.

Benzema tuvo otra contra clara en la que se vio hasta qué punto juega para Cristiano. Con los carriles ya despejados, Bale le sustituyó.

La superioridad abusiva del Madrid se restableció y Casemiro coronó otro partido legendario llegando al remate en el 1-2. Casemiro marcó, pudo con la media y pudo con Cavani.

El Madrid nunca había ganado al PSG en París y los aficionados que recordasen los 90, con aquellas dolorosas derrotas en la UEFA, disfrutarían viendo los minutos finales. Lucas dio otro palo y la noche recordó a las recientes de Liverpool o Munich. Otro viejo castillo asaltado.

Pese a las comprobables debilidades del PSG, el Madrid demostró que en Europa es otro. Las decisiones de Zidane fueron buenas. Ese 4-4-2 responde y mucho. De algo ha servido la Liga… ¡para deparar el 4-4-2 con Lucas y Asensio!

Cuando dicen “Real Madrid, Rey de Europa” no son del todo precisos. Europa, en todo caso, tendrá emperador. Cuando sale de España el Madrid adopta maneras carolingias.

FICHA DE PARTIDO

Estadio: Parque de los PríncipesPSG

  • 16Alphonse Areola
  • 32Dani Alves
  • 17Yuri
  • 27Pastore
  • 5Marquinhos
  • 2Thiago Silva
  • 6Verratti
  • 25Rabiot
  • 9Cavani
  • 23Draxler
  • 19Lassana Diarra

Real Madrid

  • 1Keylor Navas
  • 2Carvajal
  • 12Marcelo
  • 14Casemiro
  • 5Varane
  • 4Sergio Ramos
  • 17Lucas Vázquez
  • 8Kroos
  • 7Cristiano Ronaldo
  • 11Bale
  • 22Isco
  • Banquillo
  • 12Thomas Meunier
  • 3Presnel Kimpembe
  • 29Kylian Mbappe-Lottin
  • 8Thiago Motta
  • 11Di María
  • 18Lo Celso
  • 1Trapp
  • Banquillo
  • 10Modric
  • 13Casilla
  • 9Benzema
  • 23Kovacic
  • 20Marco Asensio
  • 6Nacho
  • 15Theo
  • Goles
  • Cavani 70′
  • Goles
  • Cristiano Ronaldo 50′
  • Casemiro 79′

Árbitro: Dr. Felix Brych