Homenaje a la afición, pilar esencial en la gran Fiesta de los toros

El acto de entrega del X Premio Taurino ABC, concedido a los aficionados, representados por laInfanta Elena, ha constituido un auténtico gran éxito. Este año, han acudido más profesionales taurinos que nunca: eso certifica el acierto del galardón y el agradecimiento de todos a la Infanta Doña Elena, por su constante apoyo a la Fiesta.

Han acudido los ministros de Defensa, María Dolores de Cospedal, y del Interior, Juan Ignacio Zoido. También, los empresarios de Las Ventas, Simón Casas, presidente de Plaza 1, y Rafael García Garrido, consejero delegado de Nautalia, patrocinadores del acto. En nombre del Ministerio de Cultura, Luis Lafuente, director general de Bellas Artes y Patrimonio Cultural, del que ahora dependen las competencias taurinas.

A todos, profesionales y aficionados, les encanta la sencilla naturalidad con que Doña Elena proclama su afición, heredada de sus abuelos, Don Juan y Doña María, y de su padre, el Rey Don Juan Carlos. Es la misma afición que ella ha transmitido a sus hijos, Felipe y Victoria: con orgullo de madre, subraya sus «sabios comentarios taurinos». (Con el debido respeto, muchos invitados comentan haber vivido algo semejante, en sus familias).

Defensa del patrimonio español

Catalina Luca de Tena, por su parte, insiste en la tradición taurina de ABC, a lo largo de sus 115 años de existencia, vinculada siempre a la defensa de la cultura española. Además de este premio, se manifiesta en la cantidad de ilustres escritores que han publicado, en sus páginas, artículos de tema taurino, desde Azorín a Cossío y Antonio Burgos; en el Premio de Periodismo Taurino Manuel Ramírez, instituido por ABC de Sevilla, otorgado, entre otros, a Mario Vargas Llosa, Lord Tristan Garel-Jones y Esperanza Aguirre (también presente, esta noche); en la atención a las principales Ferias y la categoría de sus críticos taurinos…

Esta vez, el Premio Taurino ABC quería «agradecer la constancia de los aficionados, en unos años en los que la crisis económica ha afectado a todos los espectáculos». Esa afición encarna una serie de valores que rebasan lo estrictamente taurino porque la Fiesta es escuela de la vida: «Profundo respeto al toro y al torero; conocimiento de la técnica; sensibilidad estética; educación, criterio…»

Sus palabras concluyen con un claro mensaje de esperanza: «Mientras los aficionados sigan sintiendo esa ilusionada pasión, ningún ataque podrá prevalecer contra lo que, en el mundo entero, se ve como una de las principales señas de identidad de nuestra nación».

Gratitud de los profesionales

La presidenta-editora del diario le pide a Enrique Ponce, recién llegado de Medellín (Colombia), donde ha continuado con iguales éxitos su triunfal temporada, que entregue a Doña Elena el Premio de ABC: se simboliza así la gratitud de los profesionales taurinos a los aficionados, que mantienen la Fiesta con su «ilusionada pasión por el arte de los toros».

Han acudido, esta vez, al acto distintas generaciones de toreros:veteranos como Jaime Ostos, Victoriano Valencia, Curro Romero, Pablo Lozano, José Ortega Cano, Roberto Domínguez, Espartaco, Curro Vázquez, El Litri, El Tato; figuras actuales como Morante, El Cid, Diego Ventura; jóvenes valores como Roca Rey, Román, Posada de Maravillas… Todos le desean una rápida recuperación a Andrés Vázquez.

Durante la cena, escucho muchas quejas por el acoso de los antitaurinos a los aficionados, que acuden pacíficamente a disfrutar con un arte, reconocido legalmente como integrante de nuestro Patrimonio Cultural. Recuerda el ministro Zoido lo que él hacía en Sevilla: mantener a los antis en la calle Betis, a una prudente distancia de la plaza. Es el mismo sistema que rige en Francia. ¿Por qué –me pregunto– no lo hacen cumplir también los Delegados del Gobierno de muchas ciudades españolas? Por su parte, María Dolores de Cospedal, abonada de la plaza de Albacete, nos comenta su admiración por las obras de Chaves Nogales.

Industria cultural

Después de la cena, continúan las charlas, taurinas o no. Me trasladan algunos profesionales su asombro porque el Ministerio de Cultura no haya hecho todavía ninguna declaración sobre el nuevo ataque a la Tauromaquia, disimulado como recomendación de la ONU para proteger a los niños. Intento yo tranquilizarles: no dejarán de planteárselo al Gobierno sus rivales políticos, así que eludir la respuesta pública sería inútil. La declaración legal de que la Fiesta forma parte de nuestro patrimonio cultural le obliga a no callarse, en estos casos; además, le exige que los toros sean considerados una «industria cultural», igual que las demás, y que sus profesionales puedan optar a las ayudas que a eso se destinan.

El acto de ABC, la gran Fiesta de los toros, nos ha permitido muy gratas tertulias, en las que hemos hablado de toros y de todo. Por muchos nubarrones que podamos ver, los profesionales y los aficionados esperamos ya con renovada ilusión la nueva temporada.

Todos los asistentes hemos coincidido en agradecer a la Infanta Elena su constante apoyo a la Fiesta española por antonomasia; con todo respeto, deseamos que lo comparta también Don Felipe, su hermano.