Un simple análisis de sangre es capaz de detectar ocho tipos de cáncer

Encontrar una prueba médica capaz de detectar tumores de forma precoz es uno de los grandes retos de la investigación científica. En esta carrera, empieza a abrirse camino CancerSEEK, un test capaz de identificar hasta ocho tipos de cáncer: ovario, hígado, estómago, páncreas, esófago, colorrectal, mama y pulmón. Simplemente, a partir de una muestra de sangre.

Aún no está testado ni validado, pero los primeros resultados de la investigación donde se ha puesto a prueba este prometedor método invitan al optimismo. Según el tipo de cáncer, es capaz de detectarlo «con una sensibilidad entre el 69% y el 98% y la probabilidad de que una persona sana reciba un falso positivo es sólo del 1%«, subrayan los autores de este trabajo, realizado en la Universidad Johns Hopkins (Baltimore, Estados Unidos) y que acaba de publicar la revista Science.

El objetivo es reducir el número de muertes por cáncer. Así como la mayoría de los tumores localizados pueden curarse sólo con cirugía, cuando la enfermedad se extiende, la intervención quirúrgica raramente resulta eficaz. Por lo tanto, la detección de tumores antes de que hagan metástasis es clave. Incluso cuando la metástasis se ha iniciado, pero aún no se observa radiológicamente, los tumores pueden tratarse con éxito en más de un 50% con terapias sistémicas, tales como inmunoterapia y medicamentos citotóxicos.

De ahí la importancia de desarrollar pruebas no invasivas, sencillas, con alta sensibilidad y bajo porcentaje de falsos positivos para adelantarse a las metástasis y aumentar las probabilidades de supervivencia. Con este foco, un equipo de investigadores liderado por Joshua Cohen ha trabajado en un análisis de sangre en el que se examina el ADN circulante tumoral y una serie de biomarcadores proteicos que permiten la detección temprana de ocho tipos comunes de cáncer. Comprobaron su sensibilidad y especificidad en un total de 1.005 pacientes sin metástasis, pero todos diagnosticados con un tumor ( ovario, hígado, estómago, páncreas, esófago, colorrectal, mama y pulmón).

CancerSEEK ha sido capaz de encontrar mutaciones en 16 genes asociados con distintos tipos de cáncer y, en algunos casos, «la prueba también proporcionaba información sobre el tejido de origen del tumor, toda una hazaña», remarca Cohen.

Como técnica no invasiva y con potencial para detectar precozmente un cáncer, en la actualidad «sólo existe el análisis del antígeno prostático específico (PSA) y su uso es controvertido, está en entredicho por el sobrediagnóstico que conlleva», puntualiza el de Velasco. Sólo alrededor del 25% de los hombres que se someten a una biopsia de la próstata como consecuencia de la elevada concentración de PSA tienen realmente un cáncer. El resto de las pruebas de detección no están basadas en una sencilla muestra de sangre, son más invasivas. Por ejemplo, la colonoscopia, la mamografía o la citología cervical.

«Conceptualmente, CancerSEEK es un modelo muy interesante«, señala Guillermo de Velasco, secretario científico de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), al comentar este estudio. No obstante, cabe subrayar que la técnica es aún incipiente y «está lejos de tener una aplicación directa en la práctica clínica». La población estudiada por Cohen y su equipo ya tenía síntomas y habían sido diagnosticados con cáncer premetastásico. El objetivo final de esta línea de trabajo es detectar los tumores incluso antes de que la enfermedad ocasione síntomas.