La DGA bate récord de recaudación en Sucesiones al cerrar 2017 con 199 millones

El Gobierno de Aragón ha batido el récord de recaudación del impuesto de Sucesiones y Donaciones, cuyos derechos reconocidos rozaron los 199 millones de euros al cierre de 2017. El avance de la liquidación constata que la subida fiscal de la coalición PSOE-CHA ha provocado que se dispare la cifra en más de un 45% en tan solo dos ejercicios y lo convierte en el impuesto que más ha subido.

La evolución de los derechos reconocidos a mediados de año ya apuntaba a que se batiría el récord, lo que se ha terminado por confirmar al haberse mantenido la misma senda de crecimiento: los derechos reconocidos ascendían en junio a 98,5 millones y el año ha acabado con algo más del doble, 199 millones.

Por segundo año consecutivo, se han desbordado las previsiones que se recogían en los presupuestos aprobados en mayo de 2017. El consejero de Hacienda, Fernando Gimeno, preveía que por Sucesiones y Donaciones se generaran 142 millones, pero han sido 57 más.

El responsable socialista achacó semejante desviación no solo a la subida fiscal, sino a la generación de derechos reconocidos por herencias que afloraron legalmente en 2017, aunque correspondían a fallecimientos acaecidos en ejercicios anteriores. Este extra lo estimó en torno a los 30 millones, aunque aun así se habría disparado el impuesto de Sucesiones en más de 27 millones sobre las previsiones para el ejercicio.

La evolución del tributo evidencia que la rebaja impositiva del anterior Gobierno PP-PAR, que elevó las bonificaciones a lo largo de la legislatura hasta alcanzar el 65%, tuvo como consecuencia directa una sustancial caída en la recaudación. La mayor rebaja entró en vigor justo en 2015, cuando Sucesiones y Donaciones llegó a su mínimo de la presente década, con 136,6 millones.

En los dos ejercicios anteriores llegó a los 192 millones, que desde las filas del PP lo explican en el hecho de recibir herencias millonarias. De hecho, a lo largo del periodo de gobierno de la coalición PP-PAR se elevó la bonificación del impuesto del 20% al 65%.

Con la llegada del socialista Javier Lambán al Pignatelli a mediados de 2015 cambiaron las tornas y ese mismo otoño pactó con sus socios de investidura de Podemos una reforma fiscal que supuso, de facto, una subida generalizada a partir de 2016 en los impuestos cedidos, además de la implantación del recargo autonómico en los hidrocarburos y sendos impuesto sobre las líneas de alta tensión, los embalses y el transporte por cable. Este último grava a las estaciones de esquí y no lo ha llegado aplicar.

La decisión de subir los tipos en el Impuesto de Transmisiones ha permitido recuperar la recaudación, dado que los derechos reconocidos han pasado de 155 a 169,6 millones en los dos últimos años. Eso sí, las previsiones presupuestarias del Gobierno de Aragón se han comportado de forma diametralmente distinta al caso de e Sucesiones: si en 2016 previó 204,7 millones, acabó el ejercicio con 165 y el año pasado estimó 181,1 y lo cerró con los citados 169,6 millones.

Subida en las tasas

El Ejecutivo PSOE-CHA ha decidido ahora subir las tasas un 1,4% de forma generalizada, aunque en su proyecto de ley de presupuestos prefiere calificarlo de «actualización» de precios públicos. Si en los dos últimos ejercicio se optó por congelar los precios públicos, ahora se ha cambiado de política y esto redundará en beneficio de las arcas autonómicas: se recaudarán 6,9 millones más, un 11,3% más que el año pasado.

La cifra será mucho mayor si tiene en cuenta que las previsiones del año pasado se dispararon con creces y que el propio consejero de Hacienda, Fernando Gimeno, admite que esto supone un colchón para cumplir las cifras: en 2017 se preveían 64,5 millones, pero finalmente han sido más de 105, un 63% más. Sin embargo, en las cuentas de este año solo figuran 68 millones.