El Real Madrid logra su sexto título mundial

Pase lo que pase en el clásico, el Madrid puede celebrar el año más exitoso de su historia. Cinco títulos y un dominio total del fútbol mundial. No se recuerda una final de Intercontinental o Mundial de Clubes que el Madrid haya ganado con tanta superioridad. La única crítica que admite este equipo hoy es que no haber traducido tanto poderío en algún otro gol.

El partido comenzó con una falta de Geromel sobre Cristiano. Dejó tatuado el gemelo broncíneo del Balón de Oro. Geromel dejaba su firma; iba a ser importante. El Madrid tuvo la pelota de manera constante y de forma diligente. Fue un monopolio pelotero importante al que añadía Varane, muy interesado en irse al ataque. Todas esas subidas encontraban el mismo final: Geromel. El capitán brasileño estaba imponente. El Gremio disputaba la pelota menos que un equipo español. La posesión del Madrid, bien llevada y muy paciente, se transformó en fútbol alrededor del 20, cuando Modric e Isco entraron en calor. Chutó Modric. Se oyó la frase «A ver si Benzema consigue conectarse». Benzema es una sonda más que un jugador. Pero la sonda Benzema no terminaba de conectar y entre la nave nodriza del toque y Cristiano faltaba el clic definitivo. Como cumplida una ley física o del fútbol, en ese momento el Gremio apareció en ataque. Luan, el jugador destacado, surgía como un tábano en la media. Le sacó algunas faltas a Casemiro; cuando conseguía superarle o enlazar con un compañero, el Gremio desplegaba las velas. Algo debía de tener ese equipo, campeón de la Libertadores. Unas bandas rápidas, orden, seriedad y una visible capacidad para sufrir. Como un ciclista que sabe soportar un martirio a rueda. Edilson chutó desde muy lejos con peligro.

Después de esos breves minutos, el Madrid insistió. Marcelo e Isco se buscaron de esa forma en la que ha ido reventando finales los últimos años. Es un castigo regular en el rival, que se ve poco. En los llamados «pasillos interiores», que tiene que ser el equivalente al hígado del boxeador, sus toques desangraban las carreras brasileñas –un brasileñismo favélico, disciplinado y distinto-. Ahí el Madrid volvió a encontrar al titánico Geromel, y también a Kannemann, el otro central, que le sacó con mérito un remate a Cristiano. Lo intentó de falta Cristiano y Modric le puso un remate a Benzema, que cabeceó al aire. El Gremio llegó vivo al descanso. En el dominio del Madrid había buen juego, pero también una cierta sumisión consentida por parte del gremio. Entendimos, llegados al descanso, tanto la simpática chulería del entrenador Renato Gaúcho como esa frase suya de que «merecía una estatua en el estadio». Había algo de milagro y mucho mérito en ese 0-0.

Ficha de partido

Estadio: Sheikh Zayed Sports City Stadium

Real Madrid

  • 1Keylor Navas
  • 2Carvajal
  • 12Marcelo
  • 14Casemiro
  • 5Varane
  • 4Sergio Ramos
  • 10Modric
  • 17Lucas Vázquez
  • 11Bale
  • 7Cristiano Ronaldo
  • 8Kroos

Gremio

  • 1Marcelo Grohe
  • 2Edilson Mendes Guimaraes
  • 12Bruno Cortes Barbosa
  • 8Maicon Thiago Pereira de Souza
  • 3Pedro Tonon Geromel
  • 4Kannemann
  • 11Everton Sousa Soares
  • 25Jailson Marques Siqueira
  • 9Jael Ferreira Vieira
  • 7Luan Vieira
  • 21Luiz Fernando Pereira da Silva
  • Banquillo
  • 15Theo
  • 13Casilla
  • 21Borja Mayoral
  • 19Achraf
  • 35Moha
  • 6Nacho
  • 9Benzema
  • 22Isco
  • 23Kovacic
  • 20Marco Asensio
  • 24Dani Ceballos
  • 18M. Llorente
  • Banquillo
  • 48Paulo Victor Mileo Vidotti
  • 6Leonardo Gomes da Conceiçao Silva
  • 14Bruno Rodrigo Fenelon Palomo
  • 88Leonardo da Silva Moura
  • 22Matheus Simonete Bressanelli
  • 15Rafael Thyere De Albuquerque
  • 28Kaio Silva Mendes
  • 17Ramiro Moschen Benetti
  • 5Michel Ferreira dos Santos
  • 18Lucas Barrios
  • 26Marcelo Oliveira Ferreira
  • 30Bruno Medeiros Grassi
  • Goles
  • Cristiano Ronaldo 52