Desde enero, Machado no aparecía en público
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María Corina Machado logra salir de Venezuela y estará en Oslo
La llegada de la líder opositora venezolana María Corina Machado a Oslo no solo marcó su reaparición pública tras casi un año de silencio forzado. También reveló un complejo y discreto operativo de salida de Venezuela que, según diversas hipótesis de analistas, se inició el martes por vía marítima hacia Curazao y continuó con un extenso periplo aéreo de casi 9.000 kilómetros con escalas internacionales. Todo para cumplir la cita más importante de su vida política: recibir el Premio Nobel de la Paz 2024.
Su periplo, envuelto en misterio durante semanas, mantuvo a Venezuela y a la comunidad internacional en vilo ante la posibilidad real de que no lograra llegar a tiempo a la ceremonia celebrada el miércoles. Finalmente, Machado aterrizó en la capital noruega en la madrugada del jueves, ya con el galardón entregado en manos de su hija, pero lista para reencontrarse con su familia y saludar a los cientos de venezolanos que la esperaban a la intemperie.
El enigma de su salida de Venezuela
Desde enero, Machado no aparecía en público. Vivía en la clandestinidad, moviéndose entre refugios seguros mientras el gobierno de Nicolás Maduro reforzaba la vigilancia sobre su entorno. Por ello, surgieron múltiples especulaciones sobre si podría desplazarse al extranjero sin ser detectada.

Los indicios señalan que su travesía comenzó por mar rumbo a Curazao. Aunque no existe confirmación oficial, esta hipótesis ganó fuerza al corroborarse que la aeronave que finalmente la trasladó a Noruega partió precisamente desde esta isla caribeña, ubicada a solo 65 kilómetros de la costa venezolana.
El avión que la llevó al Nobel: un Embraer Legacy 600
Según los registros públicos de FlightRadar24 y FlightAware, el avión privado utilizado —un Embraer Legacy 600, con capacidad para 13 pasajeros— está matriculado en México y opera desde el Aeropuerto Internacional de Querétaro bajo la empresa JetVip Business Aviation.
La aeronave llegó el martes en la noche al Aeropuerto Internacional Hato, en Willemstad (Curazao), procedente del Ejecutivo de Miami Opa Locka, en Florida. Allí habría recogido a Machado para emprender un trayecto dividido en varias etapas cuidadosamente coordinadas.
Escalas estratégicas y un recorrido de casi 11 horas de vuelo
El avión despegó de Curazao a las 6:42 hora local del miércoles rumbo a Bangor, en Maine (Estados Unidos), donde realizó una escala técnica tras un vuelo de casi cinco horas.
La última fase del operativo fue un tramo de 6 horas y 24 minutos desde Bangor hasta el aeropuerto de Oslo-Gardermoen, donde aterrizó alrededor de la medianoche local del jueves.
Para entonces, la ceremonia del Nobel había concluido horas antes. Su hija, Ana Corina Sosa Machado, había pronunciado el discurso en su nombre. Sin embargo, la llegada de la líder opositora mantuvo la expectativa global.
Cansada pero sonriente, Machado salió al balcón del icónico Grand Hotel de Oslo pasada la medianoche. Allí la esperaban familiares, dirigentes políticos internacionales y decenas de venezolanos que la recibieron entre banderas, cantos y lágrimas.
Fue su primera aparición pública desde enero, y un momento simbólico para sus seguidores, muchos de los cuales habían esperado durante horas bajo el frío noruego para verla.
Machado no dio un discurso formal, pero saludó incansablemente, cantó el himno nacional con la mano en el pecho y se acercó varias veces a las vallas de seguridad para ofrecer abrazos y apretones de manos, en gestos de agradecimiento que se repitieron una y otra vez.
Minutos antes de su salida al balcón, el presidente del Comité Nobel Noruego, Jørgen Watne Frydnes, informó que no la verían en público esa noche porque deseaba reunirse primero con su familia, a la que no abrazaba desde hacía dos años. Sin embargo, el equipo de Machado rectificó casi de inmediato: ella sí saldría a saludar a los venezolanos que la aguardaban.
Dos años de distancia y un mensaje en camino
La líder opositora habría expresado al Comité Nobel, en una conversación telefónica desde un lugar desconocido el mismo miércoles, que estaba “de camino” a Oslo y deseosa de reencontrarse con su familia y con los venezolanos que comparten “la lucha y el esfuerzo” por un cambio en su país.
Ahora, con su familia reunida —sus hijos, su madre Corina Parisca y su hermana ya estaban en la capital noruega— y con el Nobel oficialmente otorgado, se espera que Machado ofrezca en las próximas horas una rueda de prensa junto al primer ministro noruego Jonas Gahr Støre.










