-
El murciano arrolla a Fritz tan solo 12 días después de perder ante él en la Laver Cup y añade otro título a su palmarés
-
Juanjo Moreno, el hombre detrás del milagro de que Alcaraz no se haya retirado por lesión del ATP de Tokio
Hay quien dice que el tenis está viviendo un momento aburrido porque Carlos Alcaraz no para de ganar. Quienes afirman eso no recuerdan los años de absoluta superioridad de Roger Federer, Rafa Nadal y Novak Djokovic. Hay temporadas en las que a uno le sale todo y el murciano lo está sabiendo aprovechar. Este martes, un día raro para jugar una final, se ha anotado su octavo título del año tras ganar a Taylor Fritz por 6-4 y 6-4 en el ATP 500 de Tokio.
También en esta final había quien dudaba de Carlos Alcaraz porque hace tan solo 12 días fue arrollado por Taylor Fritz en la Laver Cup. Se notó, por mucho que la ATP intente venderlo como un gran torneo, que lo celebrado en San Francisco es un evento de exhibición. Aquí sí había grandes cosas en juego y Carlitos no falló. Vamos, mejor dicho arrolló al norteamericano.
Cierto es que Fritz le había puesto en aprietos en la semifinal de Wimbledon y firmó el partido perfecto hace tan solo dos fines de semana. Dio lo mismo porque esta vez Alcaraz sabía como hacer las cosas ante el número 5 del mundo y llevó la iniciativa desde el primer punto. Ni empezar al resto, con Fritz anotándose su saques sufriendo de lo lindo, hizo al murciano perder los nervios. Él estaba firme con su servicio y alguna de las bolas de break iba a acabar siendo la buena.
Por eso no desesperó tras desaprovechar un 0-40 ni porque se le escapara otra en el siguiente juego. Avanzaba la manga sin roturas, pero el murciano supo apretar en el momento exacto, en el noveno juego, para al fin lograr el break y a continuación cerrar el primer parcial. Ya solo quedaba un pasito más para el octavo título del año y además Fritz pidió la presencia del médico por unas molestias en el muslo de su pierna izquierda.
Cerrar el partido por la vía rápida
Supo entonces Alcaraz, ante las dudas físicas de su rival, que bajo ningún concepto podía permitirle volver a entrar en el partido. Y es que a las molestias de Fritz también se unían ciertas dudas en su juego, viendo que nada de lo que le salió hace tan solo 12 días le estaba sirviendo para poner en apuros a Carlitos en esta final. Por tanto se terminó de meter el joven español en la cabeza del norteamericano y rompió su saque en el primer juego para ya ir directo hacia el título.
Fritz trató entonces de jugar más directo y se fue cargando de errores hasta el punto de que Alcaraz amplió aún más la distancia. El partido estaba visto para sentencia y ya únicamente se trataba de esperar a que llegar el último punto. Con una versión más efectiva que vistosa, el murciano se puso el mono de trabajo y terminó conquistando el título aunque con un poco más de sufrimiento del esperado, pues tuvo dos breaks de ventaja y terminó cediendo uno cuando sacaba para ganar. No falló a la segunda y el título ya está en su poder.
Además, volvió a dejar la sensación de que ahora mismo no tiene rival en el circuito ATP. Si eso Jannik Sinner, que está en la final del ATP 500 de Pekín y con el que coincidirá la próxima semana en el Masters 1000 de Shanghái. ¿Veremos la sexta final del año entre ellos? Pronto saldremos de dudas, pero es evidente que italiano y español están a años luz del resto.