El boom de los data centers producirá en Aragón 32.000 empleos directos en el pico de la construcción hasta 2029 y el impacto fiscal acumulará los 4.300 millones en diez años. El consumo energético de la Comunidad se duplicará
En la particular partida de ajedrez que Aragón está iniciando a nivel socioeconómico, los centros de datos (data centers) son el rey del tablero. La estrategia del Ejecutivo de Azcón en torno a la nube es muy clara y el conspicuo beneficio que se vislumbra a todos los niveles hace que la Comunidad Autónoma viva un momento «dulce» y emerja como tierra de oportunidades.
Para prueba: un botón. Y en este caso el tsunami laboral que, con más de 32.000 empleos directos en su pico de actividad entre 2026 y 2029, vivirá Aragón durante la fase de construcción de la gran mayoría de estas infraestructuras técnicas proyectadas en las provincias de Zaragoza y Huesca de la mano de gigantes tecnológicas como Amazon Web Services o Microsoft a la cabeza.
Repercutirá así en el sector, que tendrá que adaptarse y absorber la demanda al mismo tiempo que trata de no tensionar un mercado saturado también por la necesidad de construir vivienda o con otros proyectos demandantes de empleo como los proyectos de expansión en el sector agroalimentario del Grupo Costa o la propia gigafactoría de la joint venture CATL-Stellantis.
La primera década de construcción -hasta 2035- dejará entre 136.000 y 187.000 empleos acumulados, con un promedio anual que multiplica la actividad de sectores como la construcción, la ingeniería o la industria de materiales. Solo en 2028, el volumen económico que se movilizará será equivalente al 16,8% del PIB actual de Aragón, un hito que supera con creces cualquier precedente, incluida la Expo de 2008 cuyas cifras, comparadas con las inversiones actuales en tecnología, son mucho más escasas.
Pasada esa primera fase, el escenario cambia, pero no se desvanece. Con los centros ya en funcionamiento, se consolidará un ecosistema estable con entre 6.200 y 8.900 empleos recurrentes, de los que la mitad serán altamente cualificados en ámbitos tecnológicos. Por cada empleo directo, casi otro adicional se sumará en servicios de mantenimiento, seguridad, energía o logística, rozando los 9.000 puestos sostenidos y capaces de cubrir hasta una quinta parte del paro actual, apenas situado ya por debajo de los 50.000 desempleados en Aragón (7,6%).
«Es una inyección de capital sin precedentes. Debemos entender lo que nos viene. Va a haber incrementos entre el 20% y el 30% entre tres y cuatro años», expresaba el presidente aragonés, Jorge Azcón, esta semana durante la presentación del informe socioeconómico sobre los almacenes de información en la nube desarrollado por la Fundación Basilio Paraíso.
UNA MINA DE ORO PARA LAS ARCAS PÚBLICAS
Otro de los aspectos más resaltables del efecto transformador del núcleo físico de la economía digital es la huella fiscal. El informe esta semana publicado cifra en hasta 4.300 millones de euros la recaudación acumulada en la próxima década, con un retorno directo para Aragón que oscilará entre 860 y 1.200 millones. La caja común del Estado se llevará el grueso de la porción, entre 2.186 y 3.137 millones, pero el Gobierno autonómico ingresará cada año, de forma recurrente, hasta 303 millones y los ayuntamientos otros 70.
Según Azcón, en este caso, el crecimiento va a tener una repercusión «directa» y aumentar los ingresos fiscales repercutirá en la mejora de los servicios sociales con más kilómetros de carretera construidos, más viviendas protegidas erigidas o el aumento de partidas destinadas a educación o sanidad.
DUPLICARÁ EL CONSUMO ENERGÉTICO DE LA COMUNIDAD
El reverso de la moneda llega con la energía. Es uno de los debes que combatir con rigurosidad y responsabilidad. El despliegue de los data centers será intensivo a nivel energético y requerirá entre 21,3 y 27,9 teravatios hora anuales, es decir, entre el 190% y el 249% del consumo eléctrico actual de Aragón. Para comparar, esta cifra equivale a duplicar toda la electricidad que consume la Comunidad o a abastecer más de dos veces a una ciudad como Zaragoza.
El informe alerta de que, si bien Aragón es flamante exportadora de renovables, el verdadero cuello de botella estará en la red de transporte. De ahí la necesidad urgente de acelerar las inversiones de Redeia y coordinar con el MITECO la concesión de nudos eléctricos, una demanda recurrente por parte del Ejecutivo de Azcón en los últimos meses y que es crucial para que todos estos proyectos puedan avanzar más allá de sus primeras fases.
En cuanto al agua, las aproximaciones cifran en unos 14 hectómetros cúbicos anuales, en torno a un 23% del consumo urbano de toda Zaragoza, cifra «asumible» según Azcón, más si cabe que compañías como Amazon o Microsoft ya han avanzado que trabajar en la sostenibilidad para impulsar de manera denodada el uso de agua regenerada con múltiples iniciativas.















