La organización de los premios ha confirmado que la política venezolana participará en una rueda de prensa el próximo jueves junto a primer ministro noruego, Jonas Gahr Store
La capital de Noruega volvió a situarse este miércoles en el centro de la actualidad internacional. Un año más, el Ayuntamiento de Oslo acogió la ceremonia del Premio Nobel de la Paz 2025, con la particularidad de que la galardonada, la opositora venezolana María Corina Machado, no pudo estar presente. Tan solo unas horas antes, Machado había confirmado al Instituto Nobel que no llegaría a tiempo a la gala al encontrarse aún de camino, disipando así la incertidumbre que había rodeado su posible asistencia. «Aunque no podrá llegar a la ceremonia ni a los eventos de hoy, estamos profundamente felices de confirmar que está a salvo y que estará con nosotros«, agregó la institución a través de un comunicado.
En su lugar fue su hija Ana Corina Sosa, quien recibió el diploma acreditativo y la medalla de manos del presidente del comité, Jorgen Wayne Frydnes, procediendo a leer el discurso de aceptación escrito por la dirigente de 58 años. En él, hizo un repaso de la historia política de Venezuela, y defendió la utilidad del galardón a la hora de recordar al mundo que «la democracia es esencial para la paz, y lo más importante, el principal aprendizaje que los venezolanos podemos compartir con el mundo es la lección forjada a través de este largo y difícil camino: si queremos tener democracia, debemos estar dispuestos a luchar por la libertad«. Sosa, flanqueada por una foto de su madre, recibió una gran ovación del público, entre los que además de sus familiares, se encontraban importantes personalidades del mundo de la política latinoamericana.
El presidente argentino Javier Milei, el líder opositor venezolano Edmundo González, el primer ministro noruego Jonas Gahr Store, o los presidentes de Panamá y Paraguay, José Raúl Mulino y Santiago Peña, respectivamente, figuraron entre el listado de asistentes de una ceremonia que a su vez fue presidida por los reyes Harald y Sonia de Noruega, y que contó con las actuaciones musicales de artistas venezolanos como Danny Ocean o la pianista Gabriela Montero.
Fue el 10 de octubre cuando el Comité anunció el nombre de la ganadora, destacando su «incansable trabajo en la promoción de los derechos democráticos del pueblo de Venezuela». Un fallo que puso fin, al menos temporalmente, a las ambiciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien en múltiples ocasiones había manifestado su deseo de ser reconocido con el galardón, recibiendo el apoyo de líderes extranjeros como el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, o los Gobiernos de Pakistán y Camboya. En un primer momento, la decisión fue criticada por la Casa Blanca, desde donde se acusó al Instituto Nobel de anteponer «la política a la paz». Más tarde, funcionarios de la Administración Trump confirmaron que el republicano había llamado a María Corina Machado para felicitarla.
Corina habría salido del país gracias a EE UU
Se desconocía si la activista venezolana finalmente lograría desplazarse hasta Noruega, dado que no ha sido vista públicamente desde principios de año, cuando encabezó una manifestación en Caracas contra la reelección del presidente venezolano Nicolás Maduro. Machado lleva meses en la clandestinidad para evitar ser detenida por la justicia del país. The Wall Street Journal ha adelantado que habría abandonado Venezuela el martes con la ayuda de EE UU. Según han revelado funcionarios estadounidenses al medio, la opositora partió en un barco hacia la isla caribeña de Curazao, desde donde habría continuado la travesía hacia Europa.
A lo largo de la tarde, la organización confirmó a través de su página web que la premiada participará en una rueda de prensa tras reunirse con el primer ministro de Noruega, Jonar Gahr Store. El encuentro está programado para las 09:45 horas del jueves. Por su parte, Ana Corina Sosa anticipó que su madre saldría a saludar a los venezolanos presentes en la capital desde el balcón del Grand Hotel de Oslo durante la madrugada: «Por favor, vengan a recibir a mi mamá y saludarnos otras veces todos juntos», afirmó.
Otros galardonados
No es la primera vez que uno de los galardonados no acude a recoger el premio personalmente. Como recoge EFE, en 2023 el Nobel de la Paz fue a parar a la defensora de los derechos humanos iraní, Narges Mohammadi, que en ese momento se encontraba encarcelada. En esa ocasión fueron sus hijos quienes viajaron a Oslo. De igual manera, en 2022 la esposa del también encarcelado activista bielorruso, Ales Bialiatski, se tuvo que desplazar hasta la capital noruega en su representación. En el caso del disidente chino Liu Xiaobo, optaron por colocar una imagen suya en lugar que debía ocupar, y la lectura del discurso de aceptación recayó sobre la actriz noruega Liv Ullmann.
Los premios Nobel fueron fundados por Alfred Nobel, inventor de la dinamita, científico y hombre de negocios. Al morir legó gran parte de su patrimonio a la fundación de los galardones que desde 1901 reconocen la excelencia de hombres y mujeres de todo el mundo por su trabajo a favor de la paz, y logros en el ámbito de la física, química, fisiología, medicina o literatura. Además del reconocimiento, los laureados reciben una dotación económica que asciende a los 11 millones de coronas suecas, equivalente a cerca de un millón de euros.








