El cura ‘influencer’ de Aragón que se ha reunido con el Papa León XIV en El Vaticano

El padre Iván Duque pertenece a la Diócesis de Jaca y dedica su tiempo libre a difundir contenido religioso en su redes sociales. Este martes atiende el teléfono desde El Vaticano, donde se han reunido cientos de creadores digitales católicos para celebrar el ‘Jubileo Misioneros Digitales’ y «remover la cultura digital»

Atiende la llamada minutos después de comer con otros influencers católicos que, como él, se dedican a compartir por redes sociales contenido religioso. El padre Iván Duque, que vive en Sabiñánigo (Aragón) y pertenece a la Diócesis de Jaca, explica que está en el ‘Jubileo Misioneros Digitales’ que ha reunido esta semana a unos mil creadores de contenidos de todo el mundo en la ciudad de El Vaticano (Italia). La misión, señala, «es tomar conciencia de lo que debe ser un misionero digital dentro de la iglesia católica». «Lo principal de usar las redes es llegar a muchos jóvenes«, comenta.

El padre Iván Duque se siente feliz de formar parte del primer Jubileo que pone el foco en el entorno virtual: este Año Santo, mil influencers católicos de 46 países comparten sus historias. «Estos días hemos conocido testimonios y compartido mensajes muy emotivos… Ahí ves de verdad cómo es el misionero digital, que se identifica por ser un misionero en las redes sociales, un perfil de acompañamiento, de entrega, de servicios», sostiene. Y añade: «Es una persona que está detrás de un móvil y un portátil».

Según explica el instagramer católico de Aragón, durante el Jubileo se han llevado a cabo “charlas para ver el trabajo que se está haciendo desde las redes sociales”. “Hemos podido ver a las personas que hay detrás de las cuentas y nos hemos reunido los sacerdotes para remover la cultura digital”, explica. Uno de los fines de este encuentro es poder transmitir a la sociedad que los misioneros digitales llegan a ser esos influencers de Dios para tantas personas”.

Su historia con las redes sociales comenzó en la pandemia por covid, cuando su hermana y su sobrina le animaron a adentrarse en el mundo de las redes sociales con Instagram y TikTok. «Mucha gente me decía que quería verme en redes sociales porque seguían a otros perfiles y querían que yo también estuviera», cuenta. Sus inicios fueron a través de los directos que hacían en Instagram otros sacerdotes. «Me invitaban a participar y a interactuar, fue ese el comienzo, un poco para romper el hielo», dice.

Poco a poco, los seguidores de su cuenta fueron a más. «Conozco a un cantautor colombiano que me invitó a participar en un directo. A partir de ahí yo me conectaba a veces a las 14.00 o 15.00 horas, que allí era por la mañana, y hacíamos oración corta y enriquecedora mientras la gente iba en coche a trabajar», explica, y añade: “Soy un servidor más y me impactó que desde esos directos me seguía mucha gente”.

Al tiempo se animó a crear su propio contenido católico -“La gente me escribía y las redes colapsaron”, dice- y en poco tiempo pasó de tener 500 seguidores a contar con 5.000. Ahora va camino de los 10.000. “Subo contenido a las redes en mis ratos libre. Suele ser en las horas de la tarde o de la noche, cuando llego de celebrar la pastoral”, apunta. Su principal objetivo con las redes sociales es “llegar a muchos jóvenes”, aunque en sus cuentas agrupan personas de “diversas edades”.

Una gran parte de su comunidad digital es de América Latina, y es con ellos, además de con otros creadores de contenido, con los que se ha podido encontrar estos días en El Vaticano. “He tenido la riqueza de encontrarme con estos influencers que tienen más experiencia que yo y de los que he ido aprendiendo, y he hecho amistad con personas de muchas partes: Estados Unidos, México, Panamá, Venezuela…”, cita entre otros.

“El objetivo del primer Jubileo de misioneros digitales viene marcado por lo que ya dijo el papa Francisco: es muy importante que la iglesia tenga ese compromiso con la pastoral digital para llegar a más personas”, afirma el padre Iván Duque. También participa en la emisora ‘Minuto De Dios’ de Bogotá. “Me levanto a las 3.00 horas para rezar”, señala. “Jesucristo nos invita a tomar la red y formar parte de ella, a comunicar el evangelio. Soy feliz viendo a la gente sonreír”, concluye.