Protesta de los trabajadores de Cruz Roja en Zaragoza: estas son sus reivindicaciones

Son 300 en plantilla y llevan con protestas ante el centro de trabajo, en la plaza de los Sitios de Zaragoza, todo el mes. Este jueves han vuelto a concentrarse

Salarios dignos, porque muchos de los trabajadores de Cruz Roja en Aragón apenas superan la cuantía del Salario Mínimo Interprofesional (SMI o 1.184 euros brutos mensuales, distribuidos en 14 pagas) es lo que pide la plantilla de esta organización humanitaria, que en cada provincia tiene un convenio laboral distinto.

Cruz Roja tenía en España un convenio por cada provincia y lo que hizo UGT, ha explicado la sindicalista Ángelica Mazo, fue denunciarlo porque en virtud de la reforma laboral no se puede tener un convenio por debajo de lo que marque el sector. Al judicializarlo, lo ganaron, explicó, pero en lugar del cumplimiento inmediato de la revalorización salarial prevista por ley y la equiparación salarial de los trabajadores, lo que ha hecho es recurrirlo e intentar negociar.

Lo que  piden es una negociación real y efectiva que garantice salarios dignos.

Denuncian la congelación salarial y el deterioro de las condiciones laborales.

Reclaman la equiparación con los compañeros de Madrid y Barcelona que son los que tienen salarios más altos.

Y unas políticas laborales que prioricen la salud mental y el bienestar de quienes trabajan en Cruz Roja.

Con la protesta de este jueves, las trabajadoras y trabajadores de la Asamblea Provincial de Cruz Roja en Zaragoza quieren visibilizar y denunciar públicamente la falta de aplicación de la revalorización salarial anual que establece la legislación vigente para 2025. Una subida que, pese a ser de obligado cumplimiento, no se ha reflejado en sus nóminas. Deberían estar con los salarios que marca el convenio de Acción e Intervención Social, pero no es así.

Se quejan también de que llevan años exigiendo que la organización reconozca su trabajo con unas condiciones laborales dignas y justas ya que muchos tienen sus salarios congelados desde hace años, lo que ha supuesto una pérdida real de poder adquisitivo que no deja de crecer.

Mientras tanto, añaden, siguen desarrollando su labor al servicio de las personas más vulnerables «sin que  la empresa valore ni reconozca adecuadamente su esfuerzo».

Y advierten de que «el ambiente laboral se ha visto gravemente afectado por esta situación: La falta de reconocimiento, la sobrecarga de trabajo y la ausencia de medidas reales para cuidar a la plantilla han derivado en un alarmante aumento de bajas por salud mental vinculadas al estrés laboral».

Y por si fuera poco hace unos meses Cruz Roja Española presentó un expediente de extinción de Empleo (ERE) que afecta a 26 trabajadoras de Aragón que han perdido su empleo. Un ajuste que ha sido denunciado por UGT ya que para presentar un ERE, ha señalado Mazo, «hay que demostrar que se tienen pérdidas y no es el caso de esta organización».