Esta propuesta tan atrevida rinde homenaje a la riqueza de la cocina española, a través de un clásico como son las croquetas, a la vez que sorprende por su toque creativo y audaz
En el delicioso y atractivo panorama gastronómico de Zaragoza, existen grandes delicias culinarias, sobre las que destacan propuestas de tapas provenientes de la zona del Casco Antiguo, considerada como el gran epicentro gastronómico de Zaragoza. Entre estas tapas, figuran grandes pesos pesados como el jamón batido de Casa Dominó, el Guardia Civil de El Lince o el jamón con chorreras de Casa Juanico.
Sin embargo, en este marco, existe otra propuesta, que se distancia del Casco Histórico y el entramado de El Tubo para deleitar los paladares de todos sus visitantes desde el Barrio Jesús. Nos referimos a la croqueta de vinagrillos del Bar Fausto de Zaragoza.
Esta propuesta tan atrevida rinde homenaje a la riqueza de la cocina española, a través de un clásico como son las croquetas, a la vez que sorprende por su toque creativo y audaz. Todo ello a través de una fusión con un ingrediente poco convencional: los vinagrillos. Por ello, en este artículo, pretendemos haceros saber todo sobre la tapa de la croqueta de vinagrillos.
- EL ORIGEN DE LA CROQUETA DEL BAR FAUSTO DE ZARAGOZA
- CÓMO HACER CROQUETAS DE VINAGRILLOS: RECETA PASO A PASO
- ELABORACIÓN PASO A PASO
EL ORIGEN DE LA CROQUETA DEL BAR FAUSTO DE ZARAGOZA
Cruzando el río Ebro por el emblemático Puente de Piedra de Zaragoza, y llegando a la calle de Jesús, 26, se ubica el Bar Fausto de Zaragoza. Esta taberna castiza lleva alrededor de 80 años abierta y, aunque el origen de la receta radica en los fundadores originales del local, Manuel y Encarna, estos ya se han jubilado.
Pero no hay problema, puesto que sus sucesores, Eduardo y María, han querido continuar la tradición del Bar Fausto manteniendo su esencia por completo, sobre todo, a través de sus especialidades como las anchoas o el alma mater del local: la croqueta de vinagrillos.
Por “vinagrillos”, en este caso, nos referimos a aquellos encurtidos preparados con un toque avinagrado, que son una de las claves que dan un sabor tan potente y característico a esta mezcla. Y aunque, por supuesto, la receta es secreta, sí que se sabe que los vinagrillos que la croqueta porta en su mezcla son piparras, pepinillos y olivas. De esta manera, se da resultado a un plato que combina la suave cremosidad y sedosidad de una croqueta, a la par que te sorprende con un potente sabor en boca.
CÓMO HACER CROQUETAS DE VINAGRILLOS: RECETA PASO A PASO
Una vez explicado el contexto histórico de esta tapa zaragozana, que atrae la curiosidad y la llamada de cientos de visitantes y turistas, seguro que deseas probarla cuanto antes. Pero, si por un motivo u otro, no puedes acudir al Bar Fausto de Zaragoza, no te preocupes, porque te ofrecemos una receta alternativa y variante a la receta secreta del Bar Fausto.
Es necesario aclarar que esta alternativa se ofrece como una versión que homenajea la croqueta del Bar Fausto, para intentar simular una experiencia parecida en casa y no como una imitación o una copia, puesto que no se sabe cuál es el procedimiento completo de la receta del Fausto.
¿Qué ingredientes lleva la croqueta de vinagrillos?
En este caso, la receta que seguiremos cuenta con unas cantidades de ingredientes para realizar, aproximadamente, una ración de 20 croquetas. Necesitaremos lo siguiente:
Para la bechamel:
● 50 gramos de mantequilla
● 50 gramos de harina
● 500 mililitros de leche entera
● Sal y pimienta al gusto
En este caso, también recomendamos colocar algo de nuez moscada al gusto. Aunque esta es solamente opcional.
Para el relleno:
● 50 gramos de piparras en vinagre picadas
● 50 gramos de pepinillos en vinagre picados
● 50 gramos de olivas verdes sin hueso picadas
Para el rebozado y la fritura:
● Dos huevos
● Pan rallado
● Harina
● Aceite de oliva virgen extra
ELABORACIÓN PASO A PASO
1. Preparar la bechamel
Lo primero que habrá que hacer será derretir la mantequilla en una sartén grande ya fuego medio. Después, añadir la harina y remover con una varilla hasta formar una pasta dorada conocida como “roux”. Sigue cocinando la mezcla durante unos tres minutos aproximados para eliminar el sabor a harina cruda y, poco a poco, ve vertiendo la leche entera mientras sigues removiendo para evitar grumos.
Una vez vertida, cocina a fuego medio-bajo hasta que la mezcla espese y quede una bechamel cremosa. Y añade sal y pimienta al gusto, e incluso la nuez moscada si al final optas por ella.
2. Añadir sabor a la mezcla
Retira la bechamel del fuego y, aquí, añade las piparras, los pepinillos y las olivas picadas. Mezcla bien hasta que todos los ingredientes estén integrados. Después, deberás dejar la masa en una fuente, cubrirla con un film transparente y dejar que se enfríe en la nevera al menos cuatro horas, pero recomendamos incluso hasta 24 horas de reposo para que la mezcla quede aún más sabrosa.
3. Formar y rebozar las croquetas
Saca la mezcla de la nevera y, con una cuchara o con las propias manos, ve formando las croquetas. Prepara, a su vez, tres cuencos: uno con la harina, otro con los dos huevos batidos y otro con el pan rallado. Ve pasando las croquetas primero por harina, luego por huevo batido y, finalmente, por pan rallado.
Calienta abundante aceite de oliva a unos 180 grados, y ve friendo las croquetas en tandas hasta que estén doradas y crujientes. Finalmente, déjalas escurrir el aceite sobre papel absorbente.
4. Servir y disfrutar
¡Y listo! Lo último que tendrás que hacer es retirar el papel absorbente con el aceite sobrante y quedar cautivado por el icónico sabor de las croquetas de vinagrillos. Acompáñalas con una buena bebida fría y disfruta de este gran momento gastronómico junto a tu familia y amigos.
De esta manera, la croqueta de vinagrillos, originalmente creada en el Bar Fausto de Zaragoza, es mucho más que una tapa. Se trata de un trozo de historia gastronómica de la capital aragonesa, que combina tradición y audacia en cada bocado. Su sabor único nos recuerda que la gastronomía es una forma de conectar, compartir, experimentar nuestra creatividad y disfrutar. Después de llegar al final de este artículo, ya sea en el Bar Fausto o en tu casa, cada croqueta de vinagrillos que pruebes será un pequeño viaje lleno de emociones. ¡Buen provecho!