Así será la gran plaza que abrazará la nueva Romareda: tráfico pacificado, espacios interconectados y aceras amplias y accesibles

El proyecto afectará a las calles Convento de Jerusalén, Luis Bermejo, Juan II de Aragón, paseo de Isabel la Católica y Eduardo Ibarra.

No es lo mismo tener una Romareda con 33.608 asientos que un estadio renovado con 43.184 plazas. Como tampoco es igual usar el campo cada quince días o programar eventos a diario. A partir de 2027, el estadio del Real Zaragoza tendrá una gran terraza en la cubierta, un museo y zonas de hospitality, para acoger eventos todos el año. Además de usos terciarios, entre los que se barajó un hotel y un centro de coliving. Con estos parámetros en la ecuación, hay que hilar muy fino a la hora de definir la reordenación urbanística del entorno de la nueva Romareda, una de las sedes del Mundial 2030, que dispone de más de 18.600 metros cuadros entre las calles Convento de Jerusalén, Luis Bermejo, la plaza Eduardo Ibarra y el paseo Isabel la Católica.

La alcaldesa Natalia Chueca apuesta por una «gran plaza» de diseño «amable para el ciudadano». Es un criterio que se refleja en el proyecto de obras que está ahora en  información pública. Las obras costarán 3.503.023,25 euros (sin IVA) y tendrán un plazo de ejecución de 15 meses. “El proyecto concreta el diseño constructivo, las obras del entorno, el trazado y las condiciones técnicas, así como la reposición y desvío de los servicios municipales y externos de la red de abastecimiento de agua, el saneamiento, el alumbrado público y los pavimentos de la calle», según explica el concejal de Urbanismo, Víctor Serrano.

Los objetivos son mejorar la accesibilidad del espacio urbano y su integración con la plaza de Eduardo Ibarra y el paseo de Isabel la Católica, potenciar las zonas de encuentro social, crear la plataforma única de las calle anexas pacificando el tráfico, ampliar la anchura de las aceras favoreciendo la accesibilidad y la mejora de la redes de abastecimiento y saneamiento, así como, el alumbrado público.

A grandes rasgos las obras supondrán el desmontaje y demolición de los elementos existentes, la excavación de zanjas, el traslado de árboles, la pavimentación de aceras y elevación de calzadas a cota cero, la renovación de los servicios municipales, un nuevo ajardinamiento y la colocación de nuevo equipamiento y mobiliario urbano (bancos, alumbrado público y señalización).

“La renovación integral de la plaza cubre una superficie aproximada de 18.637,51 metros cuadrados en el entorno del estadio de La Romareda entre las calles Convento Jerusalén, Luis Bermejo, la plaza Eduardo Ibarra y el paseo Isabel la Católica, pero además incluye la parte de calle de Juan II de Aragón, afectada por los servicios y el cruce con la propia Convento Jerusalén”, ha señalado Serrano.

Cuando se construyó la Romareda en la zona, en 1957, estaba en lo que se consideraban las afueras de la ciudad. Junto al terreno que se escogió estaba la Feria de Muestras, el hospital Miguel Servet, el convenito de Jerusalén y poco más. La situación ahora es radicalmente distinta.

Tráfico pacificado

Respecto a los viales de tráfico rodado y acceso a aparcamientos, en el

diseño de la plaza se mantiene el tráfico rodado, aunque pacificado y elevado a cota cero, manteniéndose igualmente el acceso al aparcamiento Eduardo Ibarra y al Auditorio de Zaragoza Princesa Leonor. La mayor parte de la plaza seguirá siendo de tránsito peatonal, para lo que se elegirá un pavimento tipo adoquín prefabricado, del formato actual del paseo de Isabel la Católica, de buena durabilidad, de fácil reposición y mantenimiento y aspecto adecuado.

En cuanto al arbolado y otros elementos, uno de los objetivos del diseño del espacio es mantener y mejorar la vegetación existente. Se conseguirá mediante el aumento de los alcorques existentes para mejorar el estado de las plantaciones ya existentes. Los especímenes que se trasplanten serán los que se encuentren en el mejor estado, posibilitando su fácil trasplante.

Hasta ahora, el principal cambio en la zona se dio en 2008, con la inauguración de la gran plaza de Eduardo Ibarra, que incorporó 25.000 metros cuadrados de superficie peatonal y 1.500 plazas de aparcamiento subterráneo, en un proyecto que costó 32 millones, 3,5 más de lo previsto.

El nuevo diseño del entorno del estadio se ha realizado dando cumplimiento a la Ordenanza de Supresión de Barreras Arquitectónicas y Urbanísticas del Municipio de Zaragoza, lográndose un entorno accesible.

Respecto a la interconexión de espacios urbanos, se plantea que todo el ámbito funcione como extensión de un eje vertebrador de la ciudad como el paseo de Isabel la Católica, con el Hospital Universitario Miguel Servet y el Parque Grande José Antonio Labordeta hacia el equipamiento de La Romareda y la plaza de Eduardo Ibarra, en la que se encuentra el Auditorio. Esta concatenación de equipamientos y espacios libres muestra la necesidad de que el espacio sea abierto y flexible para el peatón.

El desarrollo de las obras

Los trabajos comenzará con las demoliciones y la renovación de las tuberías de abastecimiento de agua y saneamiento. Continuarán con la instalación de las redes de telecomunicaciones y electricidad. Para el final se dejará la pavimentación, la instalación de mobiliario urbano, la señalización y el ajardinamiento de la zona.