Adrián Liso y el perfecto manual de cómo ganarse un sitio en el Zaragoza

Víctor Fernández le ha dado la oportunidad de su vida a Liso y el extremo, de 19 años, la está aprovechando. En Huesca fue decisivo en la victoria del Real Zaragoza. La SAD hará un proyecto totalmente renovado para la temporada 24-25 con numerosos fichajes. Formar parte de él estará caro, pero Liso se ha empezado a ganar un espacio por derecho, méritos y potencial de futuro.

La manera en la que los jugadores del Real Zaragoza y Víctor Fernández celebraron la victoria en El Alcoraz explica perfectamente su valor y también cuál era el grado de necesidad y de tensión acumulada que había en el interior del equipo. El técnico se acercó a la zona donde se encontraban los seguidores zaragocistas para corresponderles y aplaudirles. La plantilla lo festejó por todo lo alto con numerosas muestras de euforia y empatía con los suyos.

Fue un momento dulce en una temporada absolutamente amarga. Con el triunfo de Huesca, el Real Zaragoza suma 45 puntos y escapa de la zona peligrosa, a la que se había ido acercando lentamente con el consiguiente estado de inquietud, incertidumbre y preocupación que la situación generaba. El año aún no está salvado matemáticamente, pero la meta, la sobrevenida, no la original, está mucho más cerca para tranquilidad de Víctor Fernández y de su salud.

En una campaña así de desastrosa, días como este sábado alegran las penas. La temporada 23-24 se ha llevado por delante a numerosos jugadores y, como consecuencia de ello, ha dado la oportunidad de asomar la cabeza a otros. El principal ha sido Adrián Liso. En El Alcoraz, el extremo de 19 años dio una lección de cómo derribar puertas.

Atrevido, vertical, impetuoso, rápido, descarado, una pesadilla para el contrario, suyo fue el gol con el que el Real Zaragoza cambió el signo del destino del partido. La acción realza su figura. Corrió al espacio a por un balón, lo peleó, se lo ganó al rival, en lugar de dejarse caer se levantó y, como premio, su disparo acabó dentro de la portería del Huesca. Álvaro tuvo mucho que ver, pero sin el chut y la actitud adecuada del canterano no hubiera habido posibilidad de error.

Víctor Fernández ha sido el padrino del extremo, al que ha impulsado desde el juvenil hasta el primer equipo. El Real Zaragoza ha tenido toda la temporada un déficit estructural de velocidad y desborde. También de gol. Liso reúne esas condiciones. Hace tiempo que por la puerta que une la Ciudad Deportiva con La Romareda no se cuela un canterano con la fuerza que lo está haciendo Liso. Los últimos fueron Francés, Azón y Francho...

La coyuntura, el bajísimo rendimiento de muchos jugadores, especialmente en la delantera, y su perfil futbolístico le han dado a Adrián la oportunidad de ganarse un sitio en el presente y reclamar butaca en el medio plazo, a partir del verano. Ese espacio estará caro porque el Zaragoza 24-25 va a cambiar mucho. El club armará un proyecto nuevo con numerosos fichajes. De momento, Liso se está empezando a ganar un lugar en ese barco por derecho, méritos y potencial de futuro.