El Gobierno dobla la inversión en el reino alauita mientras que reducen un 14% las subvenciones a Argelia
Desde que el Gobierno de España, en marzo de 2022, dio un giro histórico a la política exterior de España, anunciando que pasaba a apoyar que la ex colonia española del Sáhara Occidental se convirtiera en una región autónoma de Marruecos, cediendo ante la pretensión histórica de Rabat, Pedro Sánchez no ha hecho más que aumentar las ayudas a Mohamed VI. En este sentido, duplicó de 25,5 a 51,5 millones de euros las destinadas al desarrollo.
Marruecos es el país norteafricano que históricamente recibe más ayuda al desarrollo de España, y es uno de los principales beneficiarios esta. Pero jamás había recibido tanto como en 2022, cuando el Gobierno de España disparó esta ayuda de los 25.557.647 euros de 2021 hasta los 51.417.988. Esto, después de que Sánchez, en un viraje diplomático sin precedentes, a espaldas del Congreso de los Diputados y de sus socios de Unidas Podemos en la coalición de Gobierno, respaldara parte de las reclamaciones de soberanía de Marruecos en el Sáhara Occidental, enemistándose con Argelia, aliado estratégico en política comercial.
En este sentido, conforme el Gobierno de Pedro Sánchez ha aumentado el dinero destinado a las ayudas al desarrollo en Marruecos, ha disminuido las dirigidas a Argelia un 14%: de los 7.932.318 euros de 2021 a los 6.640.868 de 2022. La caída en los últimos años, además, ha sido espectacular, pues en 2017, el último año de Mariano Rajoy al frente del Ejecutivo, se destinó 22.629.905 euros al país argelino.
Ese año, con el PP al frente del país, sólo se dieron 2.583.304 euros a Marruecos. Pero el año en el que el PSOE de Pedro Sánchez tomó los mandos, esta cifra se disparó hasta los 14.063.159 euros. Y ha seguido subiendo exponencialmente.
Paradójicamente, de 2021 a 2022, cuando se produjo el giro en el Sáhara Occidental, las regiones gobernadas por el Partido Popular (tomando como referencia Andalucía, Ceuta, Castilla-La Mancha, Galicia y Madrid) aumentaron de manera llamativa sus ayudas al desarrollo a Argelia (de 15.000 euros a 166.885), mientras que redujeron las destinadas a Marruecos, de los 1.394.601 euros a los 1.388.916.
Inversión en Marruecos
Estos datos evidencian, de nuevo, el trato de favor que el Gobierno de España mantiene, de un tiempo a esta parte, hacia Marruecos, que cada vez recibe más inversión de capital español. No hay mejor ejemplo que, pese a la falta de medios para reforzar el control de la costa y dotar de material a la Guardia Civil y a la Policía Nacional, Pedro Sánchez ha convertido a Marruecos en un gran beneficiario de ayudas para luchar contra las mafias en el Estrecho.
En los últimos cuatro años, desde 2019, el Ejecutivo ha concedido a Rabat 118 millones de euros en subvenciones y adjudicaciones de material para luchar vigilar costas y fronteras. Para ponerlo en contexto, el contrato para reparar las patrulleras de la Guardia Civil para los próximos tres años supone siete millones de euros. Mientras, la compra de tres nuevas embarcaciones, también complicada por errores y burocracia, representa 7,5 millones.
Para más inri, las exportaciones desde España a Rabat llegaron a los 12.146 millones de euros en 2023, una mejora del 3,4%, mientras las importaciones llegaron a los 9.032 millones, un alza del 3,9%. En contraste, el déficit comercial con Argelia se ha disparado hasta los 6.093 millones de euros durante 2023.
Asimismo, a finales de 2022 concedió un préstamo por valor de 20 millones a la empresa Jaïda S.A., vinculada directamente a Mohamed VI, justificados en la «promoción del desarrollo». A esta cantidad habría que sumar otro millón de euros en concepto de donación. Una «nueva etapa en el partenariado», lo llaman.
