El Real Zaragoza valora el regreso de Víctor Fernández

Desde la entidad se asume que, en este momento, el objetivo primordial es frenar la caída libre y es aquí donde emerge el nombre del entrenador zaragozano, pero todavía no hay nada oficial.

No hay otro objetivo que frenar la caída libre del Real Zaragoza; son ya cinco partidos sin ganar, de los que cuatro se han saldado con derrota. Un punto de 15 posibles y una proyección de 52 puntos contando el pleno de victorias en los cinco primeros choques. La entidad asume la grave deriva que ha tomado el cuadro aragonés, incapaz por ahora de ganar a nadie. Velázquez no es ni nunca fue la solución. Por lo tanto, la idea es aferrarse a Víctor Fernández, leyenda del club, en quien se ve un paracaídas para lograr la permanencia.

Así lo han adelantado varios medios aragoneses, que anuncian a Víctor Fernández como primera opción para ordenar el desaguisado. En estos momentos, la destitución de Julio Velázquez al frente del Real Zaragoza está vista para sentencia. Urge encontrar una solución, y la derrota ante el Real Valladolid de este sábado evidencia un equipo muerto, incapaz de ganar a absolutamente nadie. En este momento no gana a los de arriba, pero tampoco a los de abajo.

Es aquí donde aparece la figura de Víctor Fernández. El técnico solo ha ofrecido sus servicios al Real Zaragoza desde hace casi una década, cuando finalizó con el Deportivo de La Coruña, y el ascenso directo estuvo cerca con él a los mandos. Solo el confinamiento de 2020 y la prohibición posterior de acceder a los estadios frenó a un conjunto aragonés totalmente lanzado.

La llamada a Víctor es sinónimo de crisis a solventar. El campeón de Europa con el Real Zaragoza se erige como salvavidas de un equipo decadente. Sin embargo, todavía no hay absolutamente nada oficial en la noche de este sábado. La situación se debe solventar en las próximas horas, y más teniendo en cuenta que el conjunto zaragocista está llamado a volver pronto a los entrenamientos. En cualquier caso, lo que sí parece cuestión de tiempo es la marcha de un Velázquez que deja al cuadro aragonés metido en un buen lío.