Aragón reina en la energía eólica con sus 2.916 molinos

Aragón es desde hace tiempo la zona de referencia en las energías renovables españolas. La potencia producida por el aire y el sol en la comunidad no deja de crecer y el asunto ya ha traspasado a las fronteras de la política y de lo medioambiental. Con la intención clara de no convertirse en «una colonia energética», como denuncian muchos partidos políticos y asociaciones ambientalistas, la comunidad ocupa la segunda posición, tan solo por detrás de Castilla y León, en la producción de energía y aspira a que esa potencia revierta en el territorio.

En ese paisaje aragonés salpicado de enormes molinos y grandes extensiones de placas solares, las cifras reflejan la magnitud de la industria renovable en la comunidad. Aragón tiene hoy 2.916 turbinas desplegadas por todo su territorio. Distribuidos en 199 parques eólicos diferentes, los molinos aragoneses suman en su conjunto una potencia instalada de 4.868, 355 megavatios.

El camino hasta convertirse en una referencia nacional en el sector tuvo su gran salto entre los años 2019 y 2021. En esos tres años consecutivos, las empresas instalaron en el territorio de la comunidad 40, 26 y 14 parques eólicos, respectivamente, aportando más de 1.317 megavatios al montante total de la comunidad. Por hacer una comparativa, antes del mencionado 2019, tan solo el año 2002 registró más de una decena de parques instalados.

Pero los datos que maneja el Ejecutivo autonómico no hablan solo del número de molinos o de la producción energética, sino que también señalan una distribución desigual de las instalaciones. Pese a que casi todos los paisajes aragoneses ya cuentan con un molino en su posible fotografía, la provincia de Zaragoza es la que concentra la mayoría de las instalaciones: hasta 164 parques eólicos están hoy en funcionamiento en las fronteras de la provincia central. En Huesca tan solo hay doce en la actualidad, mientras que en Teruel, una de las provincias más contestatarias al despliegue masivo de las energías renovables en las zonas despobladas del país, cuenta con 23 parques eólicos dentro de sus fronteras.

Precisamente Zaragoza acumula los seis parques con mayor potencia, de 50 megavatios. Tres en Aguilón (San Cristóbal de Aguilón y San Bartaolomé I y II), dos en Rueda de Jalón (El Tollo y Valdejalón) y uno en Fuendejalón (Picador) conforman la élite de la energía eólica aragonesa.

Detrás de cada uno de estas instalaciones se encuentra, casi siempre, una empresa diferente, encargada de la gestión propia de ese parque. Serán estas firmas las que reciban los recibos del impuesto a las renovables que el Gobierno de Aragón pondrá en marcha esta misma primavera. Un arañazo a un negocio redondo para los grandes operadores energéticos, que manejan unas grandes rentabilidades con la instalación de las energías verdes. Un parque eólico amortiza su inversión, de media, a los siete u ocho años de su puesta en funcionamiento.

La energía eólica vive en la actualidad un momento de renovación de los molinos, apostando por turbinas de mayor altura y diámetro de aspas, con el objetivo de reducir el número de aerogeneradores para conseguir la misma potencia. Existe, en teoría, un beneficio medioambental aparte del menor impacto visual: al haber menos molinos, la fauna se encontrará con menos obstáculos en su recorrido.

La fotovoltaica

Frente al crecimiento continuado de la energía eólica, desde aquellos primeros molinos en La Muela, la energía fotovoltaica ha vivido un crecimiento algo más pausado. Los paneles solares instalados en Aragón tienen una potencia de 2.219,551 megavatios, repartidos en 1.931 instalaciones diferentes. En los años con mayor crecimiento –desde 2019 se contabilizan las instalaciones de cada año– destacan el pasado 2023, con 30 nuevas instalaciones, y el propio 2019, año en el que se instalaron 20 parques fotovoltaicos.

Es más complicado contabilizar las hectáreas que ocupan los parques solares en la comunidad. Sí se conoce al detalle el número de módulos fotovoltaicos (las propias placas solares) que hay diseminadas por el territorio aragonés. Actualmente, la comunidad cuenta con 3.427.000 módulos encargados de recoger la luz del sol. Una aproximación basada en la medida estándar de los paneles fotovoltaicos, que suele ser de 1,7 metros cuadrados: las placas solares ocupan 5.825.900 metros cuadrados en todo Aragón.

De lo que sí hay una menor cantidad de inversores instalados junto a los parques eólicos. En la actualidad, las plantaciones fotovoltaicas de la comunidad cuentan con aproximadamente 3.330 inversores, aparatos encargados de transformar la energía que los paneles recogen del sol en electricidad...

Tanto parques eólicos como instalaciones fotovoltaicas comenzarán esta primavera a pagar el impuesto a las renovables que ha lanzado el Gobierno de Aragón. Con la mirada fija en los 50 millones anuales que pretende recaudar con este tributo, las expectativas del Ejecutivo se redujeron sustancialmente, de los 2.500 a 2.040 euros por megavatio, tras varias reuniones con el sector. Los molinos tributarán por su altura y por el diámetro de las aspas (desde 38 euros el metro en los molinos pequeños hasta 20 euros por metro en los más grandes) y las plantaciones fotovoltacias lo harán por hectáreas: desde los 1.260 euros por hectárea los parques de menos de 20 hectáreas, hasta 2.160 euros por hectárea aquellos que superen las trescientas. Las líneas de alta tensión también deberán tributar, en función de la potencia que transfieran. Desde 300 euros por kilómetros las líneas con menos potencia, hasta 1.80 euros por kilómetro las que superen los 400 kilovatios.