Más de 800 personalidades de la sociedad aragonesa y española han despedido al reconocido empresario zaragozano en un homenaje en el que han tomado la palabra figuras como José María Älvarez Pallete, Antonio Garamendi, Jorge Azcón, Florentino Pérez, Teresa Perales o Ferran Adrià
Cuenta José María Álvarez Pallete, el presidente de Telefónica, que César Alierta «no necesitaba marcar distancias porque su personalidad te enganchaba». Pallete, porque así era como le llamaba cariñosamente Alierta en privado, recuerda que era un hombre que se emocionaba con los actos cotidianos. Se emocionó en la graduación de los hijos de su sucesor, en el funeral de su padre y aquel día en el que se inauguró la avenida que lleva el nombre de su padre («mira, Pallete, la más larga de Zaragoza«, le comentó). Parecida emoción habrá sentido la familia del empresario este lunes en el Palacio de Congresos de Zaragoza, donde 800 personalidades de la sociedad aragonesa y española han homenajeado al reconocido empresario zaragozano. Allí, el presidente de la CEOE, Antonio Garemendi, ha propuesto reconocer a Alierta, al igual que a su padre, poniendo su nombre «a una plaza o poniendo su nombre al estadio» de la nueva Romareda.
«Mi único mérito en la vida ha sido saber rodearme de buenas personas», dijo en varias ocasiones el recientemente fallecido César Alierta Izuel (Zaragoza, 1945-2024). Centenares de empresarios, políticos y personalidades han ratificado que estaba en lo cierto en el acto en su memoria organizado por el gobierno de Aragón con la colaboración de Telefónica, la CEOE Aragón, la Cámara de Comercio de Zaragoza y el Real Zaragoza. José María Álvarez Pallete, Antonio Garamendi, Jorge Azcón, Florentino Pérez, Ferrán Adrià, Teresa Perales o Natalia Chueca han recordado el amor que Alierta profesaba por su familia, su talante «innovador» y «pionero», su embajaduría como «aragonés irrepetible con un irrenunciable compromiso social» o el ferviente zaragocismo del expresidente de Telefónica.
A los elogios al Alierta empresario se ha sumado su figura como aragonés «comprometido, global y universal», como lo ha calificado el presidente del Ejecutivo autonómico, Jorge Azcón. El líder popular ha señalado al empresario como «la figura más importante que ha dado la historia reciente de Aragón». «De todos los calificativos que se le pueden poner, me quedo con el que describe a Alierta como un aragonés comprometido con su tierra, un aragonés universal y global, que refleja esa frase de Costa: siendo aragonés se es doblemente español», ha dicho Azcón.
«Fue un entregado amigo, un entrañable amigo, amante del deporte y empresario con profunda vocación de servicio. Dotado de intuición mayúscula, fue una figura clave en la que sin dudas ha sido la mejor etapa de España. Las dos últimas décadas del país no se pueden entender sin Alierta», ha dicho el presidente aragonés. En esa cercanía y humanidad se han centrado la mayor parte de los que han tomado la palabra. Unas palabras «que se comía cuando hablaba porque su mente iba más rápido que su voz y aun así se hacía entender», ha relatado Pallete. «Era capaz de decir verdades puños en los lugares más inesperados: le he visto con Angela Merkel, el Papa Francisco o Mark Zuckerberg cuando les hablaba de empresas, infancia e incluso de Jaca», ha relatado Pallete.
El acto ha tenido un marcado acento aragonés, donde se ha entonado una versión de la canción de José Antonio Labordeta ‘¿Quién te cerrará los ojos?’ y se ha entregado a la familia una miniatura de la carrasca del Sobrarbe. Además, las anécdotas y las sinceras opiniones de Alierta publicadas en varias entrevistas que se han reproducido en el acto han puesto la nota de color al evento.
Una personalidad «disruptiva y visionaria»
Como empresario y líder directivo que fue, el presidente de la patronal CEOE, Antonio Garamendi ha reivindicado la personalidad «disruptiva y visionaria» de Alierta, una persona «que cogió Telefónica, que era casi la mayor empresa del metal, y la convirtió en una empresa de datos que logró ser la primera multinacional española al darle una nueva dimensión». Por todo ello y para hacer perdurar el reconocimiento, Garamendi se ha dirigido a la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, para hacerle saber que César Alierta se merece «una plaza o el nombre del estadio», en referencia a la nueva Romareda.
