Los empresarios de Aragón se resignan ante la crisis del mar Rojo: «No podemos controlarlo y hay que adaptarse»

La comisión de Internacionalización de la CEOE Aragón se ha reunido este jueves con el foco puesto en los ataques de los guerrilleros hutíes a los buques mercantes, que se han visto obligados a rodear África para evitar el canal de Suez

Cunde la resignación entre los empresarios aragoneses ante el conflicto desatado por los ataques de guerrilleros hutíes en el mar Rojo a buques mercantes. La situación vuelve a poner en jaque el transporte de mercancías global con afecciones que ya impactan en el comercio aragonés. El asunto bélico en el canal de Suez está afectando «muy rápidamente» a todos los ciclos logísticos y de suministro. «Debemos ser rápidos, trabajar lo más local que podamos y manejar la mayor información posible«, ha aseverado este viernes Daniel Álvarez, el presidente de la Comisión de Internacional de la CEOE Aragón, que se ha reunido con los principales agentes del sector logístico aragonés en la sede de la patronal de los empresarios en Zaragoza.

De la cita han salido con una conclusión. «No podemos controlarlo, solo podemos adaptarnos», ha resumido Eduardo Corella, el presidente del clúster logístico aragonés ALIA. «La situación es inevitable. Las navieras han optado por hacer unas rutas más largas, lo que revierte en el plazo de entrega y en el precio. Tiene consecuencias a corto y a medio plazo, que va a determinar la escasez de equipos, el asunto en el que veo que va a haber dificultad. Va a suponer un incremento de los fletes de importación desde Oriente Medio a Europa y va a afectar también a otras exportaciones y en un incremento del precio de los productos, como ha ocurrido en años anteriores», ha resumido Corella.

Por el momento, el coste de los fletes marítimos ha pasado de 1.500 dólares por contenedor de 40 pies a «entre 5.000 y 6.000 dólares». Además, la proximidad del Año Nuevo chino, un momento en el que el tráfico de mercancías repunta, hace que la demanda de equipos se haya disparado.

La cuestión de fondo es que la ruta por el mar Rojo se ha convertido en «insegura», por lo que las aseguradoras están renunciando a las pólizas que las navieras habían contratado con ellas si atraviesan el canal de Suez. Las navieras han decidido desviar sus rutas, lo que descompone la logística marítima global. «La foto de hoy es más que los plazos de entrega se están dilatando que no lleguen los suministros. La entrega de suministros que llegan de Asia han pasado de ocho semanas a entre 12 y 16, aunque no ha habido todavía desabastecimiento», ha puntualizado el responsable de la CEOE Aragón.

Así que en tiempos de incertidumbre cada maestrillo tiene su librillo. Algunas empresas están optando por anticipar pedidos, otras por retrasarlos. «Cada actor juega su estrategia, pero al final va a suponer un nuevo cuello de botella en los puertos chinos. No es fácil encontrar alternativas aunque se hable del tren, del camión o del avión: ninguno tiene la capacidad del transporte marítimo», ha advertido Eduardo Corella.

Y de este modo, los afectado son múltiples. «A corto plazo, la automoción ha apostado por el coche eléctrico y lleva incorporada la batería de litio, que se está fabricando en China. A medio plazo, el sector de la alfalfa se puede ver afectado, ya que necesita mucho equipo y a costes muy bajos», ha explicado Corella.

La posición «ventajosa» de Aragón

Sin embargo, desde la patronal de los empresarios aragoneses han celebrado «la posición ventajosa con la que parte Aragón». «Tenemos ferrocarril, terminales, un aeropuerto muy competitivo, transporte muy competitivo y una aduana envidiable, muy colaborativa y alineada con las empresas», ha apuntado el presidente de ALIA.