El 20% de los buses de Zaragoza lleva sensores que detectan peatones o bicicletas

El sistema de ayuda al conductor emite señales visuales y sonoras al detectar un objeto

Los nuevos vehículos tienen tres dispositivos, uno frontal y dos en los laterales traseros

Puede convertirse en el mejor amigo del conductor. Un sistema tecnológico de prevención de colisiones invisible a la vista de cualquiera que es capaz de detectar que hay un intruso rodeando el vehículo y emitir una señal de alerta tanto visual como sonora. Son los llamados Sistemas avanzados de ayuda a la conducción (ADAS por sus siglas en inglés, Advanced Driver Assistance Systems) que han empezado a instalarse en la flota de autobuses urbanos de ZaragozaEl 20% ya circula por la ciudad con la Tecnología Mobileye Shield y es propósito tanto del ayuntamiento como de la empresa que gestiona el servicio, Avanza, ir aumentando este porcentaje conforme vayan llegando nuevos vehículos.

La flota de autobuses está compuesta por 352 coches, de los que 68 ya disponen de este sistema inteligente, 17 híbridos de la marca Volvo y 51 eléctricos del modelo ie-tram de Irizar, según datos facilitados por la concesionaria. Avanza se encuentra inmersa en un proceso de renovación de la flota y a principios de 2024 tienen que llegar los 17 buses cero emisiones encargados en el primer paquete adquirido con cargo a los fondos europeos.

Este sistema inteligente se ha diseñado para facilitar la conducción en los entornos urbanos, donde conviven motos, bicicletas, patinetes, furgonetas de reparto y carsharing. Una suma de agentes en la calzada que se ha convertido en todo un reto en materia de movilidad.

Sistemas avanzados de ayuda a la conducción.

Sistemas avanzados de ayuda a la conducción. EL PERIÓDICO

El sistema ADAS pretende llegar a esos ángulos muertos que dificultan la conducción, sobre todo en los autobuses que transitan en entornos urbanos. La tecnología asiste al conductor alertándole de situaciones de peligro en tiempo real evitando «potenciales accidentes y disminuyendo» el riesgo.

Tres sensores, dos laterales y uno frontal

Los nuevos vehículos cuentan con tres sensores de visión artificial colocados en el parabrisas y los laterales traseros del vehículos que analizan en tiempo real las condiciones «dinámicas» de la conducción. El sensor frontal analiza la vía y hace las veces de altavoz emitiendo señales acústicas. Hay dos tipos de alertas.

Por un lado, una amarilla que únicamente es visual que avisa al conductor de la presencia de un peatón, ciclista o patinete en los laterales del autobús. La segunda, de color rojo, se combina con una indicación sonora y anuncia «un peligro inminente de colisión en caso de no adoptar acciones correctivas». Los nuevos vehículos eléctricos y los Volvos disponen de estas señales.

Pese al uso de esta tecnología, desde el sindicato de trabajadores CUT denuncian que los ie-tram de Irizar, el modelo de bus eléctrico por el que ha apostado el ayuntamiento, «dificulta la visión por parte del conductor», lo que se traduce en un «riesgo para la seguridad vial».

Desde Avanza niegan que el campo de visión de los retrovisores y la cristalera de estos coches impida la visión de los conductores. Sí admiten que son distintos a los habituales en los buses de la flota, pero ello no implica que no puedan tener controlado el entorno del bus, aseguran. Además, señalan desde la empresa, el sistema ADAS sirve de complemento para cubrir los ángulos muertos del vehículo, de hasta 18 metros de largo.

Este programa de ayuda también incluye otras señales que sirven para advertir al conductor de que se ha salido del carril de forma involuntaria, monitorizar la distancia del bus con otros vehículos en base a la velocidad del propio coche y del precedente, especialmente importante en zonas urbanas para evitar alcances, y advertir en caso de exceso de velocidad.

Pendientes del resultado

En Zaragoza todavía no hay datos para valorar el éxito de aplicar la tecnología a la seguridad vial. La empresa que diseñó este sistema, Mobileye, los testó en 66 vehículos que fueron utilizados por más de 200 conductores. En ese proyecto piloto, las colisiones evitables se redujeron un 29,1% y las lesiones evitables de los pasajeros un 60%. Estas cifras, según los estudios, se lograron gracias a la monitorización de la circulación y las alertas de distancia de seguridad, lo que permitió minimizar los frenazos y las colisiones.

La crisis del sector ralentiza la llegada de nuevos vehículos

El ritmo de la renovación de la flota de autobuses se ha visto alterada por la crisis de suministros, que ralentizó la llegada de nuevos buses, alterando el calendario previsto por el Ayuntamiento de Zaragoza. Por ahora han llegado 51 de los 68 del primer paquete. La capital consiguió una financiación de 30,2 millones de euros de los fondos europeos para impulsar la renovación. Del total, 14.620.000 euros estaban destinados a subvencionar la compra de eléctricos y 7.640.810 euros eran para instalar cargadores de baterías en las cocheras de Avanza. El límite para invertir la ayuda era el 31 de diciembre de este año, por lo que el ayuntamiento solicitó una prórroga al Ministerio de Transportes. En una segunda convocatoria, el consistorio consiguió otros 18 millones de fondos para comprar otros 40 eléctricos. Todos los eléctricos deben llevar instalados sistemas avanzados de ayuda a la conducción (ADAS).