Populares y liberales frenan en Europa la última maniobra de Sánchez para evitar el examen definitivo de la amnistía

El PSOE europeo intentó reducir las intervenciones en el debate sobre la conclusión de la Presidencia española de la UE para evitar preguntas incómodas sobre la amnistía

El PSOE europeo quiere hacer con la amnistía como Houdini: nada por aquí, nada por allá. Los intentos de Pedro Sánchez, sin embargo, están cayendo en saco roto. Este miércoles, el presidente del Gobierno deberá dar explicaciones acerca de la proposición de ley de amnistía en el debate de conclusión sobre la Presidencia española de la UE. No le quedará más remedio pese a las maniobras de Iratxe García, emisaria de Sánchez en Europa y presidenta del Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas.

Fuentes europeas confirman a Vozpópuli que García ha tratado de convencer al resto de eurodiputados de que se modifique el desarrollo habitual del debate para reducir las intervenciones a una por grupo parlamentario. Es decir, menos tiempo oportunidades de que eurodiputados españoles saquen los colores a Sánchez por su ley pactada con Carles Puigdemont. Da la casualidad de que la única portavoz española entre los grupos parlamentarios es la propia Iratxe García.

Se trata de la enésima maniobra de los socialistas para eludir un debate ante los focos europeos que ponga sobre la mesa los riesgos para el Estado de Derecho que supone la amnistía, algo que según varios expertos nos haría equivalentes a países sancionados por la UE como Polonia Hungría. Este nuevo intento del PSOE europeo ha enfadado mucho a los populares y liberales, que han hecho frente común para frenar las aspiraciones de Iratxe García.

Fuentes de Renew Europe lamentan en declaraciones a este medio que el Gobierno de Sánchez intente dilapidar no solo el funcionamiento habitual de las instituciones españolas, sino también de las europeas. «Este tipo de estrategias son vergonzosas», lamentan. Gracias al bloqueo de populares y liberales podrán hablar hasta tres eurodiputados por parte de Renew Europe, entre ellos el español Adrián Vázquez, secretario general de Ciudadanos.

El cuestionario de Reynders

En Moncloa el nerviosismo es evidente cada vez que Europa fija la lupa en su proposición de ley de amnistía. Tal y como adelantó en exclusiva este periódico, al Gobierno le esperan 16 preguntas sobre el documento emitidas por la propia Comisión Europea. El comisario de Justicia, Didier Reynders, está trabajando en esta batería de preguntas, que serán enviadas al pluriempleado ministro de Justicia, Félix Bolaños, en los próximos días.

Las dudas que suscita la legislación pactada por PSOE y Junts en Bruselas son claras. La situación en Bruselas dista mucho de la que pinta Bolaños. «Hay cero preocupación en Europa» por la ley de amnistía, decía. «Es la manera que tiene Bruselas de demostrarle a Sánchez que la amnistía preocupa, que no es solo un asunto que concierne sólo a España, sino a todos los europeos”, apuntan fuentes europeas.

Bolaños empezó con mal pie su andadura en el Ministerio de Justicia cuando respondió con displicencia a una carta de Reynders en la que expresaba sus dudas sobre la amnistía. Bolaños dijo que era un debate parlamentario y que el Gobierno no tenía nada que decir. Días después se comió sus palabras y viajó a Bruselas para defender la norma.

Bolaños esquiva a la Comisión de Asuntos Jurídicos

Otro de los choques más sonados entre Bolaños y la Unión Europea fue coprotagonizado por el presidente de la Comisión de Asuntos Jurídicos del Parlamento Europeo, Adrián Vázquez. Ambos cruzaron unas palabras poco amistosas en los actos de celebración del 45 aniversario de la Constitución española.

Los múltiples intentos de la Comisión de Asuntos Jurídicos del Parlamento Europeo para que acudan a ella los ministros de Justicia de Pedro Sánchez (tanto Pilar Llop como Bolaños)resultaron infructuosos. Es la primera vez que un ministro de Justicia no hace acto de presencia en la Comisión de Asuntos Jurídicos cuando su Gobierno ostenta la Presidencia rotatoria de la UE. Una anomalía que no solo ha sentado mal al líder de CS, sino a sus compañeros europeos de la comisión.