Fuegos artificiales, villancicos en vivo y mucha ilusión han sido solo algunos de los ingredientes que han hecho de este encendido de la Navidad en Zaragoza un 1 de diciembre para recordar. Sin embargo, entre todos los elementos y personas que se han acercado hasta la plaza del Pilar para vivir este gran momento, ha habido algo que ha destacado por encima de todo. Un gran pulsador rojo ha acaparado durante buena parte de la tarde las miradas de todos los curiosos. Desde él toda la magia ha cobrado sentido.
Tras una cuenta atrás de cinco segundos, la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, ha accionado el pulsador junto a la recién nombrada alcaldesa infantil, Henar Chinchilla. Ambas, de hecho, han vivido sus primeras navidades como máximas representantes de la ciudad, pues Chueca hasta ahora solo lo había hecho como concejal del Ayuntamiento.
«Por fin la Navidad ya ha llegado a Zaragoza. Quiero desearos que seáis muy felices y saquéis el niño que lleváis dentro para disfrutar de una Navidad llena de felicidad, amistad y de estar cerca de las personas que queréis», ha deseado Chueca segundos antes del gran encendido. Además, ella misma ha invitado a todos los presentes a divertirse en todas las actividades que desde el consistorio se han programado para estas semanas.
VILLANCICOS Y FUEGOS ARTIFICIALES
Los Infanticos del Pilar y el cantante tenor y agente de la Policía Nacional, Ángel Cortés, han dado el toque vocal a la cita. Entonando canciones como “Soy un infantico camino de Belén”, “Ay, del chiquirritín” o “Adeste fideles” han despertado la emoción de los cientos de personas que los observaban atentamente.
La otra gran sorpresa ha llegado cuando tras la cuenta atrás y ya con todos los adornos iluminados, el cielo ha cobrado vida a través de una gran traca de fuegos artificiales que se ha roto con un sonoro aplauso a su conclusión.
VISITA A LOS PRINCIPALES ESPACIOS
Tan solo unos minutos después del encendido, Chueca ha visitado junto a la alcaldesa infantil y a otros miembros de la corporación algunos de los principales espacios navideños de la plaza del Pilar. Con ello, el Belén o la pista de hielo, entre otros, han quedado también inaugurados.
En la gran bola de Navidad, de 12 metros de altura, ubicada ahora en la plaza de César Augusto se han arrancado incluso a cantar algunos villancicos antes de visitar el espacio de ocio por excelencia para los más pequeños de la casa: Dreamland. Este lugar mágico alberga la reconocida Casita de Papá Noel donde los niños y niñas más buenos ya han hecho alguna que otra fila para entregar su carta y pedir sus mejores deseos.
