Los expertos advierten de una oleada de ataques de «lobos solitarios» por la guerra Israel-Hamas

En las últimas operaciones contra el yihadismo se ha detectado un grado de fanatización y peligrosidad extremos

Los aspirantes a convertirse en actores -”lobos”- solitarios han experimentado una considerable radicalización después de los ataques perpetrados por Hamas contra Israel el pasado 7 de octubre y la respuesta militar dada por el estado judío, según se ha podido comprobar en las últimas operaciones realizadas contra estos individuos, no sólo en España sino en el resto de Europa.

Según han informado a LA RAZÓN expertos antiterroristas, la fanatización es extrema, hasta el punto de proclamar que están dispuestos a “acciones de martirio” (suicidio con explosivos para asesinar al mayor número de individuos) y buscar en las redes la forma de hacerse con armas. En el caso de España, se repite machaconamente la idea de recuperar como si la península ibérica hubiera sido siempre territorio de dominación árabe, una aberración histórica que se tragan dada su ignorancia.

Sin embargo, todo les vale. Según el mensaje lanzado estos días por Al Qaeda, del que informó este periódico, «hacemos un llamamiento universal para que cada individuo de la Ummah (revelación) musulmana, cada hombre y cada mujer diga sí al grito de batalla de la yihad. La guerra contra Israel y Estados Unidos no se librará sólo en Israel y Estados Unidos, el mundo entero es el campo de batalla. Y en este mundo de hoy, ningún israelí, ningún estadounidense, ningún sionista europeo o no europeo está a salvo; no hay protección para las embajadas de estos incrédulos en guerra; no hay protección para sus civiles; dondequiera que los encuentres, conviértelos en combustible del infierno”.

“Aquellos que puedan conseguir explosivos o armas biológicas, –agrega– que los utilicen; aquellos que puedan usar un cuchillo o Kalashnikov, ataquen a los incrédulos; aquellos que puedan usar martillos y cadenas, que los utilicen para aplastar sus cabezas; aquellos que no puedan hacerlo, que utilicen el arma de escribir y hablar, e incluso si esto no es posible, la sharia (interpretación más rigorista del Islam) exige rezar».