Princesa de Asturias: la Heredera desata la Leonormanía como General en prácticas

Protagonista indiscutible del 12-O, le llueven los piropos en las redes y los medios nacionales y extranjeros por su aplomo y sus apariciones «deslumbrantes» en uniforme.

El 12 de octubre ha sido este año más que la Fiesta Nacional el Día de Leonor. Todo se organizó para que la Princesa de Asturias se convirtiera en la protagonista de la jornada, acaparando mucha más atención que los abucheos al presidente en funciones, Pedro Sánchez, que ya es decir. Y es que la primogénita de los Reyes, a punto de cumplir 18 años, no sólo volvía a asistir a los actos del 12-O tras dos años de ausencia -mientras estudiaba el bachillerato internacional en Gales-, sino que debutaba en el interminable besamanos en el Palacio Real, junto a sus padres. Y, por si fueran pocos motivos para que todo el foco se centrara en ella, la Heredera aún dio otro golpe de efecto, el de acudir a la parada castrense con el uniforme de gala del Ejército de Tierra que le corresponde como cadete de segundo curso de la Academia General Militar de Zaragoza. Tan bien parece que se siente Leonor con su etapa castrense que ni siquiera se cambió y se vistió de civil para la recepción en el Palacio de Oriente.

El caso es que en las últimas semanas se ha desatado la Leonormanía. La Heredera concita un extraordinario interés en los medios, tanto nacionales como en muchos internacionales, y está viviendo un momento dulce de popularidad como nueva columna de una Monarquía que necesitaba como agua de mayo que nuevas figuras de la dinastía apoyaran a Don Felipe y Doña Letizia en las labores de representación, toda vez que los sucesivos escándalos del último tramo del reinado de Juan Carlos I y la exclusión de la Familia Real de las Infantas Elena y Cristina habían dejado a la Corona más que jibarizada.

Pero es que, además, el comienzo de la formación militar de la Princesa de Asturias, en medio de una nueva estrategia de comunicación de Zarzuela que ha pasado de perseguir que la Heredera fuera la princesa más desaparecida de toda Europa a, de repente, exhibirla sin parar en un incesante bombardeo de imágenes de su vida cuartelaria, está permitiendo a los españoles redescubrir -si no descubrir, directamente- a la hija de los Reyes. Y ello, se pueden felicitar en Palacio, con una notable impresión.

Todas las imágenes de Leonor desde que ingresó en agosto en la Academia de Zaragoza muestran a una joven madura, mucho más empática de lo que transmitía hasta ahora, relajada, natural y hasta más estilizada. Hoy ya pocos dudan de lo acertado de la decisión de que siga los pasos de su padre y de su abuelo Juan Carlos I con una formación exhaustiva de tres años en los tres ejércitos. Y el aplomo que demostró tanto la semana pasada durante el solemne acto de jura de bandera en la capital aragonesa, como durante el Desfile del 12-O, ha disparado todavía más esa Leonormanía, en vísperas además de que protagonice su acto institucional más importante hasta la fecha, la jura de la Constitución ante las Cortes el próximo 31 de octubre.

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Felipe VI y Doña Leonor entonan ‘La muerte no es el fina’ antes de depositar una corona de laurel a los pies de la bandera

«Leonor lucía majestuosa ante sus orgullosos padres», era uno de los titulares que se pudieron leer en medios extranjeros como el Daily Mail tras la jura de la enseña nacional. Las imágenes de la Princesa besando la bandera bordada en el siglo XIX por su antepasada la reina regente María Cristina aparecieron en periódicos y televisiones de toda Europa, como muestra, una vez más, del interés tan enorme que despierta una institución como la Monarquía. La retransmisión del evento a través de TVE alcanzó en nuestro país una cuota de pantalla del 22,3%, dato que viene a abundar igualmente en este boom de la Leonormanía.

Leonor en la jura de bandera del pasado 7 de octubre en Zaragoza
Leonor en la jura de bandera del pasado 7 de octubre en ZaragozaBernardo Díaz

Y no menos elogios se llevó el jueves por su prestancia en el 12-O. Si encima, como ocurrió, la Heredera fue -quizá en este caso a su pesar- protagonista del salseo nacional gracias a la secuencia en la que se la ve ruborizada, durante el besamanos en el Palacio Real, al saludar a un guapo compañero de la Academia Militar que, junto a otros cadetes, fue invitado al acto, la repercusión de su estreno en la vida social española estaba más que garantizada.

La Reina Letizia ha contado que su primogénita está encantada en Zaragoza y que le gusta mucho la formación militar que recibe -se nota-. Y, durante los corrillos en Palacio, la propia Leonor se soltó un poco saludando e intercambiando algunas palabras con bastantes de los más de 2.000 invitados, a los que reveló que le encantan las asignaturas de ciencias que está cursando.

Claro que no todo el mundo se apunta a la Leonormanía. Y representantes políticos de la izquierda no han dudado, de hecho, en criticar y ridiculizar a Leonor por concebirse como una «reina soldada». En esa línea, el diputado de En Comú Podem en el Congreso Gerardo Pisarello, confundiendo el culo con las témporas, lamentó que la Princesa haya jurado bandera antes que la Constitución. El escrutinio público sobre la Heredera no ha hecho sino comenzar.