La amnistía devuelve la tensión al Gobierno: enfado en Sumar porque el PSOE use el Consejo de Ministros para hablar de la posición socialista

En el Gobierno de coalición en funciones, y en el nuevo cogobierno que quieren compartir el PSOE Sumar comparten objetivo: pactar una amnistía con los independentistas catalanes para que estos permitan la investidura de Pedro Sánchez y «garantías» para un Gobierno duradero. Pero en el camino a esa meta, hay discrepancias entre los socios, malestar por declaraciones o actuaciones del otro. Nada que ponga en riesgo la reedición de la coalición, pero sí devuelve al primer plano las tensiones.

En el equipo de Sumar, el partido que lidera Yolanda Díaz, ha causado enfado y malestar que el ministro de la Presidencia en funciones, Félix Bolaños, restara importancia y trascendencia a su iniciativa sobre la amnistía desde La Moncloa. Los periodistas han preguntado a Bolaños expresamente su opinión sobre el documento y qué no compartían de él. «El documento pertenece a Sumar. No es la posición ni el documento del PSOE. Respetamos cualquier documento o aportación que se haga al debate, pero no es ni el documento ni la posición del PSOE».

Una distancia y un desmarque que no es nuevo porque así lo vienen trasladando los socialistas estos días, desde que se conoció que este martes Sumar desvelará su texto en un acto en Barcelona. Lo que ha molestado al equipo de Díaz es que ese desdén se haga desde el complejo presidencial y cuando el ministro ha intervenido como representante del Gobierno, pero, en cambio, ha aludido a la «posición del PSOE». Entienden que el ministro debería haber hablado de la posición del Gobierno en general y no si es o no su posición.

Recuerdan, además, que han sido varias las ocasiones en que la portavoz, Isabel Rodríguez, u otro ministro se han amparado en que hablaban como integrantes del Ejecutivo para no abordar posiciones de partido.

Bolaños, en su exposición, sí ha confirmado de manera implícita que la negociación versa sobre la amnistía, porque al ser preguntado por ello ha querido mandar un mensaje: «Cualquier acuerdo que adoptemos será impecable desde el punto de vista constitucional». Eso sí, ninguna pista sobre la fecha de la investidura. «No puedo decir nada porque no creo que la conozca nadie». Bolaños es uno de los negociadores designados por Pedro Sánchez.

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La fricción sobre la amnistía está presente, pese a que hay propósito y trabajo para actuar de manera coordinada y se comparte el fin. Hay entente con Díaz sobre el objetivo final -de ahí que resulte extraño que La Moncloa no sepa los movimientos de Díaz-, pero públicamente afean sus formas y planteamiento. «Totalmente intrascendente», así califican fuentes gubernamentales la iniciativa que la vicepresidenta presenta hoy en Barcelona, validando sólo la negociación del PSOE con ERC Junts. Escenificación de distancia que ya sucedió con la reunión de Díaz con Carles

Sin embargo, lo cierto es que Díaz fue la primera en proponer poder utilizar lenguas cooficiales en el Congreso, algo que finalmente sucedió. Y ahora es la que está abonando el terreno de manera más explícita para la aceptación y digestión de la medida, permitiendo a Sánchez mantener en la penumbra su negociación con ERC y Junts, mientras la vicepresidenta segunda con su exposición acumula desgaste.