El Gobierno valenciano teme perder 3.200 millones de fondos europeos por la ‘herencia’ de Puig

El Gobierno valenciano que encabeza Carlos Mazón teme que se agraven sus problemas de tesorería al estar en riesgo 3.239 millones de euros procedentes de fondos europeos. El problema radica en la baja ejecución que el Ejecutivo saliente, encabezado por Ximo Puig, ha dejado como herencia.

Esta es la fotografía preocupante que ha dibujado el director general de Fondos Europeos y Sector Público de la Conselleria de Hacienda, economía y Administración Pública, Jesús Gual, durante unas declaraciones a la cadena COPE. «Si somos optimistas la situación que nos hemos encontrado es muy complicada y si somos realistas, es crítica», ha explicado.

Dos bloques de ayudas

Los fondos que proceden de Europa se dividen en dos grandes segmentos. El primero de ellos es el de los denominados fondos estructurales a los que España puede acceder desde el año 1985. El segundo bloque es el de los que llevan el nombre de Next Generation que nacen a partir de 2019 para intentar paliar los efectos de la pandemia de coronavirus en diferentes áreas.

Las fuentes consultadas por este medio en el departamento de Hacienda del Gobierno valenciano confirman que «la realidad sobre la gestión de los fondos europeos dista mucho de lo que se había transmitido desde el anterior Ejecutivo».

Vence a finales de año

La cifra global que la Comunidad Valenciana tiene concedida de fondos estructurales europeos correspondientes al periodo de ejecución 2014-20 es de 3.062 millones de euros. La Unión Europea concede un periodo adicional de tres años, por lo que la ejecución total de esos fondos debe estar finalizada el 31 de diciembre de este año.

Tal y como informó VozpópuliEspaña es el peor país de la UE en la ejecución de fondos europeos con un total del 57% del total de dinero concedido. Ningún país del bloque europeo está por debajo de la ejecución del 60% salvo España.

Ese bajo grado de ejecución del Gobierno que lidera Pedro Sánchez también se ha trasladado al anterior Ejecutivo valenciano liderado por Ximo Puig, ya que de esos 3.062 millones de euros de fondos estructurales «sólo hemos certificado ante la UE el 45% (1.375 millones de euros)», ha explicado Gual.

La realidad es que si el Gobierno valenciano actual no acelera mucho el paso en la ejecución, hay un riesgo de tener que devolver 1.687 millones de euros.

Y si se observa el segundo bloque de fondos europeos, los Next Generation, la situación es parecida. En los Presupuestos de la Generalitat para 2023 hay consignados 2.116 millones de euros procedentes de Europa, pero a día de hoy la cifra de ejecución apenas supera el 26% y sólo se han destinado con carácter finalista un total de 564 millones de euros. Aquí la UE estira la ejecución de estos fondos hasta julio de 2026.

3.239 millones en riesgo

Por ello, el riesgo al que se enfrenta el Gobierno de Mazón es que tenga que a posible devolución de 3.239 millones de euros si no es capaz de agilizar la ejecución del dinero de las ayudas que llegan de la Unión Europea.

La afectación al crecimiento de la sociedad valenciana puede ser elevado, ya que estos fondos ayudan a muy diversos sectores.

Como explicaba el citado director general, el Fondo Social Europeo y los Feder (destinados al desarrollo) afectan a políticas de «empleo, inclusión social, formación, educación, investigación, innovación, desarrollo tecnológico, inversiones en descarbonización del medio ambiente o competitividad de las pymes», entre otras cuestiones clave para la Comunidad Valenciana.

En la Conselleria de Hacienda también lamentan no contar con herramientas de las que sí disponen otras Autonomías como Andalucía o Castilla-La Mancha y que permiten hacer un seguimiento en tiempo real de la ejecución de esos fondos.

«Estamos trabajando con tablas macro de excel para hacer el seguimiento y con requerimientos vía correo electrónico, algo ilógico en 2023», se lamentaba Gual, quien aspira a poder implementar pronto un sistema integral de gestión económico-financiera que permita tener la foto continua de la ejecución de los fondos europeos «porque se conecta con la contabilidad».