Inicio Aragón Natalia Chueca promete gobernar en Zaragoza «para todos» y «sin sectarismos»

Natalia Chueca promete gobernar en Zaragoza «para todos» y «sin sectarismos»

La conservadora tiende la mano a la oposición para recuperar el diálogo y alcanzar grandes acuerdos.

En su primer discurso insta a Jorge Azcón a celebrar una Comisión Bilateral

El meteórico ascenso de una recién llegada a la política

El nombre propio en Zaragoza es el de Natalia Chueca. Solo ha necesitado cuatro años en política para convertirse en la alcaldesa de la capital, donde aspira a gobernar «para todos, sin sectarismos». Un ascenso meteórico que cuenta además con un gran respaldo electoral que le ha permitido formar un gobierno en minoría de 15 concejales, a uno de la mayoría absoluta. Ese edil que le ha faltado le va a obligar a estar negociando constantemente con sus socios preferentes, Vox, que no se lo van a poner fácil. O eso dicen.

En su primer discurso como alcaldesa le ha tendido la mano al resto de formaciones municipales, no solo a la ultraderecha, a quienes le ha lanzado una advertencia: trabajará para «seguir avanzando en las políticas de protección a las mujeres víctimas de violencia de género». No es baladí después de la última polémica protagonizada por el número 2 de Vox en Valencia, que negó que exista la violencia machista.

Dicho esto. Chueca se ha comprometido «a ejercer el cargo con una actitud de escucha y desde el diálogo permanente con el resto de grupos municipales», ha dicho con la intención de «buscar puntos de encuentro», «tejer consensos» y «aparcar la crispación dando soluciones a los problemas de los zaragozanos».

20

En imágenes | Investidura de Natalia Chueca como alcaldesa de Zaragoza

Más allá del diálogo que quiere recuperar con el Gobierno de Aragón, con Jorge Azcón como futuro presidente –salvo sorpresa mayor– sin «crispación y enfrentamientos», Chueca ha querido dar una imagen de alcaldesa dialogante, de grandes consensos. Incluso ha llegado a decir que «existe margen para reconducir la situación y devolver la sensatez política» en torno a la nueva Romareda.

En un discurso que se ha prolongado durante 24 minutos, en el que ha tenido palabras de cariño y agradecimiento para su marido y sus tres hijos, para su madre y su padre, –«que me acompaña, me guía y me cuida desde el cielo» –, la conservadora ha mostrado «su gratitud eterna» a Jorge Azcón y su «admiración» por Luisa Fernanda Rudi. Dos referentes, dijo, que le han acompañado durante su investidura.

Diálogo y colaboración con el Gobierno de Aragón

La alcaldesa, que promete continuar con ese proyecto de transformación iniciado en 2019, garantizó la colaboración con el Gobierno de Aragón una vez que Azcón tome posesión. «Se que tu amor por Zaragoza es la garantía de un lugar de encuentro entre el ayuntamiento y la DGA que pronto dará sus frutos», ha asegurado dirigiendo la mirada al ya exalcalde de la capital.

«Me comprometo a ejercer el cargo con una actitud de escucha y desde el diálogo permanente con el resto de grupos municipales»

Chueca no es de las que pierden el tiempo y hoy mismo, durante su primer discurso, ya le ha instado a «reactivar de inmediato la Comisión Bilateral». «Contamos con la ventaja de compartir un proyecto para Aragón y Zaragoza», ha afirmado confiando en que «más pronto que tarde» habrá noticias en materia de vivienda, urbanismo y medio ambiente.

Siempre con la idea de dar continuidad al proyecto de transformación iniciado en la era Azcón, Natalia Chueca quiere «una Zaragoza donde pasen cosas, con carácter», que desarrolle todo su potencial «para atraer inversiones y talento» poniendo el foco en los jóvenes y el medio ambiente.

Sin olvidar el que será su gran proyecto de ciudad, la Ciudad Inteligente del Deporte, que irá a la par que la nueva Romareda, quiere que la capital sea un referente en España y en Europa, una «ciudad líder» gracias a la atracción y retención del talento e inversiones «exprimiendo al máximo la competitividad fiscal y avanzando en las bonificaciones». Para cumplir con esa obsesión de atraer nuevas empresas, creará una Oficina de Proyectos Estratégicos de Proyección Exterior.

Con el horizonte 2030 como punto de partida, su modelo de ciudad pasa por incrementar los servicios públicos, creando equipamiento públicos «a la vanguardia» y aprovechando las oportunidades que brinda el sector privado. También ha asumido el compromiso de seguir incrementando el gasto socialpotenciar el Plan de Primero Oportunidadabrir nuevos centros y comedores de mayores «en los barrios» o escuelas infantiles, como la de Parque Venecia.

Con la mirada puesta en los jóvenes

En materia de vivienda ha apuntado que pondrá el foco en los jóvenes. Además de los 500 pisos de alquiler asequible ya en licitación, anunció otras 4.000 viviendas en las dos próximas legislaturas. La regidora se comprometió a continuar mejorando la flota de autobuses y potenciando los desplazamientos sostenibles con un nuevo servicio público de bicicletas compartidas.

«Quiero una Zaragoza donde pasen cosas, con carácter»

«Quiero reiterar mi firme compromiso con la sostenibilidad medioambiental y la lucha contra el cambio climático», ha declarado para pasar a enumerar algunos de los proyectos que tiene en cartera y que son heredados, como las comunidades energéticas para generar energía limpia, la recuperación de las riberas del Huerva, el desarrollo de grandes zonas verdes en el barrio del AVE y el Portillo o la consolidación del Bosque de los Zaragozanos.

Además de continuar con la reducción de la deuda y «mantener las cuentas en orden» para que la administración sea «más eficiente», en el ámbito de las infraestructuras y el urbanismo, mantendrá la política «de reformas integrales, modernización y mejora de calles y plazas de la ciudad».

Chueca, que quiere reforzar la seguridad en las calles y en las calzadas, llenar de cultura la plaza del Pilar con festivales gratuitos y potenciar la imagen de la ciudad en el exterior «para atraer a miles de visitantes». En definitiva, «quiero que Zaragoza destaque y sea un referente de innovación, sostenibilidad y actividad cultural».