El consumo de agua en Zaragoza crece y vuelve a cifras de 2011

En 2015 y 2018 se logró rebajar los 100 litros diarios por habitante y desde entonces no ha dejado de aumentar ni un solo año. El ayuntamiento garantiza el suministro pero admite que hay que trabajar para moderar su uso

Lejos queda aquella imagen de Fluvi, la mascota de la Expo del Agua 2008, regañando a los zaragozanos que consumían más agua de la debida o felicitando a aquellos que no hacían excesos en los recibos municipales. Quizá es el momento de resucitarla porque el gasto de agua en los últimos cuatro años no ha dejado de crecer en los hogares de Zaragoza y que ha vuelto a niveles de 2011.

De media, y según los datos del INE de 2020, cada persona usa 105,4 litros de agua doméstica al día. Para una población de 673.000 habitantes, significa que cada día se utilizan 71 millones de litros de agua para fregar, ducharse, lavar la ropa o regar las plantas. Aún así, el consumo de la capital aragonesa sigue por debajo de la media aragonesa y nacional, que se sitúa en los 134 y 133 litros por persona y día de media (últimos datos del INE de 2020).

En un contexto de emergencia climática como el actual, con una España golpeada por una preocupante sequía, varias ciudades acechadas por las restricciones y un miles de hectáreas de campo clamando al cielo por unos días de lluvia, en Zaragoza ya piensan en cerrar el grifo.

Sin problemas de abastecimiento

El 66% del agua que se bebe en la capital aragonesa proviene del pantano de Yesa, el resto del Canal Imperial, de peor calidad. Dos alternativas que garantizan el suministro, por lo que no hay problemas de abastecimiento a la vista. Pese a ello, desde el ayuntamiento admiten que hay que ser solidarios y responsables y hay que trabajar para evitar el derroche de este bien tan escaso.

En el marco del plan de adaptación al cambio climático que acaba de aprobar el consistorio, en los últimos años se han impulsado distintas medidas destinadas a la gestión y optimización del ciclo del agua. El objetivo está claro: no desperdiciar ni una gota de agua.

El objetivo de los 100 litros de agua al día

Pero cada gesto cuenta. Por eso se van a impulsar nuevas campañas de sensibilización para que la capital vuelva a reducir su consumo de agua doméstica. Se logró tras la Expo de 2008, cuando a base de lanzar campañas y mensajes caló en la población la necesidad de ahorrar agua y se consiguió rebajar la barrera psicológica de los 100 litros diarios por persona. Entonces, el consumo de agua doméstico por habitante y día pasó de los 109 litros en 2008 a los 100 en 2015.

Costó varios años, tantos como lleva la ciudad sin volver a esos niveles. Tirando de estadística, y siempre según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2011 se experimentó el primero descenso notable, cuando cada zaragozano logró reducir su gasto de agua en 4 litros diarios, pasando de los 108,5 de media al día de los años anteriores a los 104,2.

Evolución del consumo de agua doméstica en Zaragoza.

Evolución del consumo de agua doméstica en Zaragoza. EL PERIÓDICO

A las campañas de sensibilización se suman las mejoras de la red de distribución para evitar pérdidas y el avance eficiente de los electrodomésticos del hogar, como lavadoras o friegaplatos, que cada vez necesitan menos agua y energía para funcionar.

A partir de 2011 el descenso fue progresivo hasta que en 2015, cuando se alcanzó el objetivo de los 100 litros al día y por persona. Un hito que volvió a repetirse en 2018. Desde entonces no ha dejado de aumentar la cifra.

En 2019 ya fueron 103,4 litros por persona y día; en 2020, año del confinamiento, subió a 105,4; y en 2012 aumentó el consumo hasta los 108,2. Por suerte, el año pasado volvió a reducirse, hasta los 105,4 litros de agua diarios y por zaragozano.

Hay que cerrar el grifo

«La situación en la ciudad no es dramática pero la población se ha relajado, por lo que hay que actuar», explican desde la casa consistorial, cuyo Gobierno municipal ha puesto en marcha un plan de digitalización para mejorar la eficiencia del ciclo del agua y reducción del impacto del cambio climático con el que pretende conseguir una gestión más eficiente de todo el proceso del agua haciendo uso de la tecnología de última generación. «La situación general es muy mala y todos debemos suma, también las instituciones», insisten, sin descartar restricciones futuras.

Y en ello están. Dos son los servicios municipales en los que el consumo de agua es muy elevado, la limpieza de la vía pública y el riego de los parques, y desde el consistorio trabajan para encontrar el equilibro y reducir el consumo sin dejar de actuar. Una de las medidas más llamativas pasa por reutilizar el agua de los vasos de las piscinas públicas para limpiar las calles. Desde la contrata de la limpieza, FCC, trabajan en implementar un sistema que les permitirá reutilizar el agua destinada a lavar los vehículos y las barredoras.

El consumo de agua diario para limpiar la ciudad es de 1.200 m3, 32.000 m3 mensuales, que en verano (al descender la población) se reducen a 700 m3 de agua, 19.000 m3 en julio y otros tantos en agosto.

Por otro lado, para mantener el césped en las mejores condiciones posibles se utilizan cada día entre 7 y 9 litros por metro cuadrado. Para que este gasto sea más eficaz, se están automatizando los sistemas de riego con tecnología capaz de detectar cuándo es realmente necesario regar.