UN AÑO EN EL FRENTE, UN LUSTRO EN EL ROSTRO DE ZELENSKI: LA HUELLA DE 12 MESES DE BATALLA

Un cirujano plástico y una psicóloga analizan cómo ha afectado la contienda al aspecto del presidente ucraniano. El estrés de situaciones extremas se convierte en un factor de envejecimiento. Ojeras, descolgamiento y pérdida de grasa en las mejillas son algunos de sus síntomas. No es el primer líder que refleja en su rostro el peso del poder

Tiene 45 años pero su aspecto no dice lo mismo. La guerra está marcando física y psicológicamente a los ucranianos y especialmente a su presidente, Volodímir Zelenski, que ha ‘envejecido’ un lustro durante el último año.

No es el primero ni el último líder lastrado en este sentido por el poder, pero su caso es especialmente llamativo por el espacio tan corto de tiempo en el que se han producido los cambios. El estrés, la falta de sueño… la exposición, en definitiva, a una situación límite como es una guerra han hecho mella en el presidente ucraniano, erigido no solo líder político sino también moral de su país.

«El estrés está determinado como una de las principales causas del envejecimiento humano y además está altamente relacionado con el desencadenamiento de procesos de envejecimiento prematuro», asegura Jesús Centeno Silva, cirujano plástico y vocal de Comunicación de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE).

Según su análisis a raíz de imágenes de Zelenski en los meses previos a la invasión de Ucrania y durante la guerra, el presidente «ha envejecido aproximadamente 5 años en el plazo de uno». A pesar de que él no es un combatiente directo, está al mando de un país en una situación excepcional, lo que provoca este efecto en su rostro.

«Este envejecimiento se debe a tres factores fundamentales: el estrés crónico, el insomnio y todo lo que corresponde a la activación de cascadas del envejecimiento dentro de la propia persona», explica el cirujano.

Es patente también en las fotografías que llegan del presidente de Ucrania cómo el estado de ánimo un día en concreto marca las líneas que recorren su rostro. Un ejemplo muy claro es el día que Zelenski acudió a Bucha.

Fue el 4 de abril cuando el líder ucraniano acudió a la ciudad. Apenas habían transcurrido 40 días tras la invasión. Sin embargo, los retratos que los fotoperiodistas tomaron ese día son los que más muestran en el rostro de Zelenski el paso de la guerra.

«Su cuerpo está manifestando el sufrimiento de la guerra»

Jesús Centeno Silva

Cirujano plástico y vocal de SECPRE

Lo que Centeno ha observado en la tez de Zelenski es la «pérdida de grasa en la zona de las mejillas y el cuello y un descolgamiento de piel en la zona central de la cara que provoca que se revele la presencia de la estructura ósea». Además, en torno a la mirada han aparecido ojeras y presenta «exceso de piel en el párpado superior».

«Muchos de estos signos se deben a la edad. Sin embargo Zelenski es un hombre joven. Su cuerpo está manifestando el sufrimiento de la guerra», señala el especialista.

Este cambio físico no es reversible de forma natural, pero sí es posible frenarlo. «Está demostrado, ocurre con pacientes con estrés crónico como los oncológicos, que en determinadas oportunidades estos signos de envejecimiento son irreversibles. Lo que sí suele suceder es que se ralentizan y en el momento que desaparece la situación de estrés se estabiliza su proceso de envejecimiento y ya no empeora», asegura el cirujano.

Una imagen para la lógica binaria

Además de su rostro, hay otros aspectos que influyen en su imagen. Su actitud, las canas, la barba y la vestimenta de tipo militar le muestran más desaliñado y contribuyen a enfatizar este envejecimiento.

«En las imágenes que vemos sale viviendo en sus propias carnes lo que está pasando en su país y eso le otorga cierta congruencia en su discurso», explica Raquel Huéscar, psicóloga general sanitaria.

Su actitud también ha sufrido una transformación. De ser un cómico que se ganaba la vida actuando y haciendo reír a los espectadores ha tenido que lidiar con una guerra contra Rusia y sin apenas apoyo directo de occidente.

La experta asegura que en los conflictos es muy frecuente que se utilice la lógica binaria (o estás conmigo o estás contra mí). En este sentido hay personajes y líderes políticos que llevan a las masas y que generan esta lógica binaria desde la autoridad o desde la simpatía. Zelenski ha elegido la segunda opción.

«La imagen de un líder tiene que ver con lo que muestra, su discurso, lo que dice, si se humaniza a la persona o si se muestra como exenta de sentimientos y creo que Zelenski está convocando a los lazos afectivos entre las personas y eso es lo que le hace más cercano», concluye Huéscar.

El envejecimiento del poder

El caso de Zelenski es excepcional debido al corto periodo de tiempo en el que ha envejecido, pero transformaciones como las de Barak Obama, expresidente de Estados Unidos, durante su mandato evidencian que el poder envejece sin que sea necesaria una guerra de por medio.

Barak Obama en 2008 (izquierda) y en 2016 (derecha)

En 2016, el fotógrafo Dan Winters retrató a Barak Obama ocho años después de su llegada al poder y el peso de ser el presidente de una potencia mundial hizo mella. Su delgadez, las canas y unas líneas de expresión más profundas marcaron la diferencia.

Angela Merkel en 2013 (izquierda) y 2021 (derecha)

También llamativo es echar la vista atrás con la excanciller alemana Angela Merkel. Su transformación durante los 16 años de mandato (2005 – 2021) es patente, pero para compararla con la de su homólogo estadounidense recurrimos a sus últimos ocho años en el poder. A pesar del pelo tintado y el maquillaje se pueden apreciar las canas, el descolgamiento de la piel y unas líneas de expresión más marcadas.