Aragón se queda sin la Nasa Española y la agencia de Inteligencia Artificial

Sevilla albergará la sede de la Agencia Espacial Española, a la que también aspiraba Teruel. Así lo ha decidido este lunes el Consejo de Ministros. De este modo, la conocida como Nasa Española pasa de largo sobre Aragón, que la pasada semana formalizó ante el Tribunal Supremo un recurso para impugnar los criterios de elección de la sede y continuará con esas acciones judiciales ya en marcha.

La elección de la ciudad andaluza supone un jarro de agua fría para la Comunidad. La candidatura turolense, que se comenzó a torcer cuando se dieron a conocer las condiciones para ser sede, había suscitado el consenso de todos los partidos políticos para sacarla adelante. También en la oposición a esos criterios. Del mismo modo, tampoco se ha decantado la balanza para Zaragoza con la agencia de Inteligencia Artificial, que se ubicará en La Coruña.

El Gobierno de España ha destacado que, en ambos casos, el “ecosistema económico y empresarial” ha sido clave a la hora de tomar la decisión. Respecto a la sede gallega, se añade el “entorno universitario” y las “medidas de apoyo al personal desplazado en materia de vivienda y movilidad”, según la ministra de Política Territorial y portavoz, Isabel Rodríguez.

En Sevilla, ha sumado enteros el potencial investigador y la capacidad “de atraer talento a la región”. Han jugado otro papel importante las infraestructuras, con un edificio “de uso exclusivo” y que permitirá poner en marcha la agencia en poco tiempo.

DECEPCIÓN

La reacción por parte de la DGA no se ha hecho esperar. El director general de Investigación, Ramón Guirado, ha trasladado su “profunda decepción” por las dos decisiones, aunque asegura que el Ejecutivo seguirá trabajando en ambos sectores. “El Estado ha perdido una magnífica oportunidad de vertebrar España y de demostrar su compromiso real con el territorio”, ha lamentado.

Guirado ha insistido en el perjuicio que suponían para Aragón los criterios, que en lugar de solucionar los “desequilibrios territoriales”, ha dicho, ahondaban en ellos. “El Gobierno central ha creado una barrera para evitar que lleguen nuevas oportunidades”, ha criticado. Tiene claro además, como se ha pronunciado el propio ente autonómico en anteriores ocasiones, que la elección “vulnera la mayor parte de los principios” que la deberían haber regido.

La sede turolense, sin éxito, había despertado la colaboración de empresas, el consistorio y el Gobierno de Aragón

Las conexiones ferroviarias y aeroportuarias han supuesto el mayor impedimento, así como el foco de crítica más recurrente. Moncloa exigía contar con un AVE y un aeropuerto con conexiones internacionales a menos de una hora de distancia, lo que ha supuesto una brecha insalvable.

En el caso concreto de Teruel, la DGA quiere poner en valor que, gracias a las inversiones, su impulso “no ha hecho más que empezar”. Y respecto a Zaragoza, Guirado no duda en señalar que los “criterios electoralistas” han influido en la designación. La candidatura de la capital aragonesa, ha reiterado, era “sólida, potente y tenía unas capacidades excepcionales”.

“UN PARIPÉ”

La alcaldesa turolense, Emma Buj, se ha mostrado muy crítica, no tanto con la decisión, sino por el propio proceso. “Desde el minuto uno parecía que la elegida iba a ser Sevilla”, ha asegurado, insinuando que los criterios parecían “hechos a medida” para la sede hispalense. Echando la vista atrás, lamenta que la ilusión conjunta del consistorio, la consejería de Ciencia y las entidades implicadas no haya llegado a buen puerto. Eso sí, Buj no se ha guardado una crítica al Gobierno autonómico: “Las malas relaciones del señor Lambán con Sánchez tampoco han ayudado”.

En el marco de la descentralización que pretende impulsar el Gobierno de España, queda por decidir a dónde irá a parar la sede de la agencia de Salud Pública, una elección a la que también concurre Zaragoza.