Rusia ha vuelto a atacar este martes Kiev y varias ciudades ucranianas horas después de que el presidente del país, Volodímir Zelenski, interviniera telemáticamente en la cumbre del G-20 que se celebra estos días en Bali, Indonesia.
El alcalde de Kiev, Vitalia Klitschko; el de Járkov, Igor Terejov; y el de Leópolis, Andrii Sadovi, han denunciado los ataques con misiles contra sus respectivas ciudades, en las que se podían observar hoy columnas de humo que salían de los edificios afectados. Por el momento, se desconoce el número total de víctimas.
Otras ciudades afectadas han sido Chernígov, Mikolaiv y Zaporiyia.
Las condiciones de Kiev
El ataque se ha producido poco después de que Zelenski compareciera en la cumbre del G-20 y exigiera a los representantes de los Estados invitados a trabajar para conseguir la paz en Ucrania. En ese sentido, el mandatario ha detallado un decálogo de condiciones para sentarse con Rusia en la mesa de negociaciones, entre las que figuran la defensa de la «integridad territorial» de Ucrania y la retirada de las tropas invasoras.
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«Los misiles rusos están en este momento matando gente y arruinando las infraestructuras de Ucrania. Esto es lo que Rusia tiene que decir sobre el tema de las conversaciones de paz. ¡Dejen de proponer a Ucrania que acepte los ultimátum rusos! Este terror solo puede ser detenido con la fuerza de nuestras armas y principios», ha denunciado el ministro ucraniano de Asuntos Exteriores, Dimitro Kuleba.
Tras los ataques, se han producido cortes de electricidad en varias localidades, como Járkov y Leópolis. En la última ciudad, sin ir más lejos, las líneas de metro están «totalmente paralizadas».
