Erdogan sigue dando largas a la adhesión de Suecia y Finlandia a la OTAN

Kristersson y Erdogan, este martes en Anakara AFP

«Mi gobierno ha sido elegido hace unas pocas semanas con un mandato: dar prioridad a la ley y el orden. Estamos de acuerdo con el Gobierno de Turquía en la prioridad de enfrentarnos al terrorismo y dentro de esto contemplamos grupos como el PKK». Con estas palabras, el nuevo primer ministro de Suecia, Ulf Kristersson, ha intentado agradar en Ankara al presidente turco Recep Tayyip Erdoğan, que no termina de dar luz verde a la adhesión de Finlandia y Suecia a la OTAN. Kristersson confirmaba así la afirmación adelantada por su ministro de Exteriores, Tobias Billström, que había anunciado en la radio pública sueca la ruptura de los lazos con las organizaciones kurdas YPG y PYD. «No queremos continuar con conexiones dudosas«, argumentó, «la milicia kurda siria YPG y su brazo político PYD están vinculados al partido kurdo PKK, clasificado como organización terrorista en la UE».

Los gobiernos socialdemócratas suecos anteriores habían venido apoyando tanto política como financieramente a estas organizaciones, aliadas en la lucha contra Daesh en Siria pero que Turquía considera grupos terroristas. «Solo Ankara, Qatar y ahora Suecia consideran al YPG como terrorista», subraya el politólogo Carl Melin, que apunta además que, como represalia, el YPG amenaza con expulsar a los combatientes suecos de Estado Islámico detenidos.

La Administración Kristersson también es menos reacia que sus predecesoras a reconocer a Turquía como un Estado de Derecho y Estocolmo está cumpliendo con todos los requisitos marcados por el jefe de prensa de la oficina presidencial turca, Fahrettin Altun, que escribió el lunes un artículo de opinión en el diario sueco ‘Aftonbladet’ en el que formulaba las demandas de Ankara: Suecia debe levantar el embargo de armas a Turquía y poner fin a la cooperación con las organizaciones terroristas. Pero el drástico giro del nuevo Gobierno sueco no ha impresionado a Erdoğan, que pide más hechos concretos y que observa con preocupación que las posiciones de Suecia van bastante por delante que las de Finlandia. Por eso ha anunciado una nueva reunión tripartita este mismo mes en Suecia, para seguir hablando del asunto.

Postura de Suecia frente al terrorismo

«El objetivo de nuestra reunión hoy, en particular, ha sido la postura de Suecia en la lucha contra el terrorismo en este momento», ha dicho, «se han dado pasos importantes en el comercio de armas y cuatro terroristas han sido deportados, todo ello es muy positivo, pero son necesarios más pasos concretos». Erdoğan se ha referido con nombre y apellido a Bülent Keneş, que permanece en Suecia. «Es muy importante para nosotros que este terrorista sea deportado a Turquía. Con respecto a esto, por supuesto queremos que Suecia actúe con más sensibilidad», ha señalado el líder turco. Erdoğan ha dicho también que «tenemos todavía mucho tiempo hasta julio» y ha recordado que en Turquía se celebran elecciones en junio «en las que deseamos poder presentarnos ante los votantes desde una posición fuerte». Aludía así al lastre electoral que podría ocasionar una luz verde prematura a la adhesión de Suecia y Finlandia a la OTAN.

«Es muy importante para nosotros que este terrorista (Bülent Kenes) sea deportado a Turquía. Con respecto a esto, por supuesto queremos que Suecia actúe con más sensibilidad»

«Ahora crece la preocupación en Escandinavia de que Estocolmo se convierta en un peón de los intereses internos de Erdoğan. En términos de política de seguridad, las demandas de Erdoğan no hacen ninguna diferencia«, declara Klas Grinell, profesor de la Universidad de Gotemburgo, «sus demandas son poco realistas, difícilmente son compatibles con el estado de derecho sueco porque muchas de las personas en la lista de 70 terroristas de Erdoğan son ciudadanos suecos y difícilmente pueden ser deportados».

En Finlandia, también crecen las sospechas de que Suecia esté abierta al chantaje turco, en un momento en el que elGobierno de Helsinki se esfuerza por distanciarse en algunos puntos de la posición sueca. «Y obtendrá exactamente la misma respuesta de mí que de la primera ministra finlandesa», dijo Kristersson la semana pasada sobre la disposición de Suecia a albergar armas nucleares de la OTAN. Sin embargo, el presidente de Finlandia, Sauli Niinistö, aseguró este lunes que su país no tiene intención de albergar armas nucleares una vez complete su entrada en la OTAN, pese a que el Gobierno ha rechazado incluir un veto al respecto en el protocolo de acceso a la Alianza.

Niinistö advirtió en un discurso en Helsinki que el debate sobre las armas nucleares ha cobrado mucha actualidad recientemente, también en Finlandia, a raíz de la guerra de Ucrania, algo que considera «una tendencia peligrosa». «Digámoslo claro: aunque no imponemos ninguna restricción previa a nuestra pertenencia a la OTAN, Finlandia no tiene intención de introducir armas nucleares en su territorio. No he visto ningún indicio de que alguien nos las ofrezca», dijo Niinistö. Según el presidente finlandés, responsable junto al gobierno de política exterior y seguridad del país nórdico, es importante entender que las armas nucleares son una parte esencial de la estrategia de disuasión de la OTAN. «Pero está claro que para la OTAN las armas nucleares son una herramienta de prevención, no un fin en sí mismo. Les recuerdo que todos los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU declararon unánimemente a principios de este año que la guerra nuclear se puede ganar y nunca debe ocurrir«, dijo.