El Madrid hace sus deberes en una gran tarde de fútbol

Real Madrid's Spanish midfielder Marco Asensio (R) celebrates with teammates after scoring his team's third goal during the UEFA Champions League 1st round day 6 Group F football match between Real Madrid CF and Celtic FC at the Santiago Bernabeu stadium in Madrid on November 2, 2022. (Photo by Thomas COEX / AFP)
LIGA DE CAMPEONES

FASE DE GRUPOS. JORNADA 6

Real Madrid

REAL MADRID

Courtois, Ferland Mendy, Kroos, Federico Valverde, Rodrygo Silva de Goes, Marco Asensio, Alaba (Nacho, min. 66), Vinicius Júnior (Lucas Vázquez, min. 64), Modric (Dani Ceballos, min. 66), Éder Gabriel Militão (Jesús Vallejo, min. 73), Carvajal (Benzema, min. 64)

5
1
Celtic Football Club

CELTIC FOOTBALL CLUB

Hart, Josip Juranovic, Greg Taylor, Carl Starfelt, Moritz Jenz, Matt O’Riley, Kyogo Furuhashi (Giorgos Giakoumakis, min. 62), Liel Abada (David Turnbull, min. 63), Aaron Mooy (João Pedro Neves Filipe, min. 63), Daizen Maeda (Sead Haksabanovic, min. 63), Reo Hatate (Oliver Abildgaard, min. 82)

GOLES

1-0 Modric (5′), 2-0 Rodrygo Silva de Goes (20′), 3-0 Marco Asensio (50′), 4-0 Vinicius Júnior (60′), 5-0 Federico Valverde (70′), 5-1 João Pedro Neves Filipe (83′)

  • Árbitro: Stéphanie Frappart
  •  Matt O’Riley (19′), Kyogo Furuhashi (46′)

En el país de Isabel de Castilla, la aparición de un árbitro mujer se saludaba como un gran avance. A las nuevas recomendaciones del género gramatical que aconsejan decir ‘la árbitra’ podríamos responder con las del género político que invitan a dudar; parece que Stéphanie Frappart es mujer, pero no tenemos del todo claro si se siente así. Para no molestar, y evitar jardines legislados, lo mejor es quedarnos en que es un árbitro, y además de silbato fácil, ¡un árbitro pitañero!

En el minuto 5 ya pitó un penalti por mano de Jenz. Era una mano clara, sin mucha necesidad de VAR, ‘invariable’, y lo tiró con éxito Modric. La jugada nacía de un pase muy bueno de Asensio y acababa con la llegada al remate de Valverde invadiendo el área. Se daba una curiosa inversión: Asensio (de extremo oficial) piensa y pasa, y Valverde (el interior) llega y remata.

Con Asensio el Madrid tenía también una correspondencia en la derecha a los lejanos telegramas de Kroos.

La bravura escocesa le daba al partido un aire alegre, franco y disfrutable. Había espacios, y el tacticismo no era sofocante. El Madrid jugaba con altibajos, dejándose llevar un poco, hasta que conectaba dos o tres pases y lograba una altura de juego superior que desmontaba al Celtic. Así ocurrió en el 18: Modric alarga la jugada en la banda para Asensio, que asiste como extremo a la llegada de Rodrygo; primero falla, pero luego provoca unas manos casi instintivas en O’Riley que el VAR determinó penalti. Tiró Rodrygo y marcó. ¿Dónde quedaba la literatura ‘persecutoria’ del domingo? Era otro penalti de VAR con toda su aleatoriedad antifutbolística.

Los dos goles llegaron por la banda derecha, por donde pasaba lo mejor del Madrid. En todos los chispazos participaba Asensio, interpretando a Modric o proyectando a Rodrygo. Las combinaciones por la derecha eran múltiples y en ellas el papel de Asensio cambiaba. No era tanto el extremo que no sabe serlo como una especie de 10 invertido. No tanto un extremo a pierna cambiada como un mediocampista subido a la delantera y luego decaído a la media (curioso sube y baja). En los últimos partidos se intuye esta reinterpretación de Asensio que intenta Ancelotti, gran forjador de centrocampistas (a todos los quiere ‘transicionar’ hacia esa posición alejándolos de su primera naturaleza). Asensio lanza a los demás, ‘dialoga’ con Kroos, y se veía en los dibujos transitorios: el 4-3-3 era muchas veces un 4-1-4-1 o un momentáneo 4-4-2 y en ellos Asensio estaba siempre en el mediocampo.

Fue lo más reseñable de la primera parte, en la que aun habría otro penalti, de Mendy sobre Abada. Lo paró Courtois, al que todo le rebota como a una pared. Se hace pared.

Desde ese momento, ante el riesgo de verbena, el Madrid lucho consigo mismo por ser más juicioso.

Tras el descanso, siguió con la misma seriedad y Asensio, que había sido cerebro lanzador, mostró su lado más conocido de llegador al área con gran zurda; en el minuto 51 remató una internada de Carvajal para el 3-0. Asensio aprovechaba con creces un partido de tipo medio.

Quedaba Vinicius por aparecer y lo hizo en el 4-0, de nuevo en la forma de nueve tras un gran pase de Valverde (otra vez la derecha, multiforme, rica, llena de posibilidades). El uruguayo estaba entrando en calor, buscaba el zambombazo, y redirigió su enorme energía en un pase rapidísimo al que Vinicius llegó adelantándose a todos los centrales, con un remate de primeras orientador del balón. Vinicius volvió a aparecer en la baldosa del nueve desde su lugar de extremo, ganando desde ahí a toda la defensa. Sorprendiendo sin balón. Con la ausencia de Benzema amplía más su rango de juego, como jugador-río que nace en las nieves del 10 y muere en la orilla del 9, y no es que haya sintetizado su decisión de disparo, es que está surgiendo un rematador. ¡Esto es muy serio! Su olfato de gol crece hasta orientarle posicionalmente al gol. Con 10 goles y 5 asistencias (más preasistencias y penaltis provocados) ha sido el gran sostén del Madrid en este primer tramo de temporada que ya acaba.

El único que puede discutirle la condición de mejor jugador es Valverde, que marcó el quinto con otro misilazo. Es otro jugador en evolución desencadenada. Empezó a chutar por consejo del ‘míster’ y ha convertido esa facultad recién descubierta en un caudal de futbol que ahora mismo parece ilimitado. Ancelotti, ¿qué bestia has despertado? Carletto, como piloto experto, ‘evoluciona’ a Vinicius, Valverde y hasta a Asensio.

El Madrid termina primero. Con la única mácula del gol honroso de Jota, fue una fiesta europea clásica. Es la forma que tiene de hacer sus deberes.