Otra promesa incumplida del PSOE: sume a Aragón en su sexto fracaso olímpico en 30 años

Aragón vuelve a quedarse sin Juegos Olímpicos de Invierno, y con esta ya van seis intentos frustrados en treinta años. En esta ocasión ni siquiera ha llegado a cuajar una candidatura. La prometieron, mano a mano, en comparecencia conjunta, el presidente Pedro Sánchez y su ‘barón’ Javier Lambán, jefe del Ejecutivo aragonés. Fue en septiembre del año pasado. Lo anunciaron horas después de que Sánchez se hubiera reunido con la Generalitat que preside el independentista Pere Aragonés. La promesa, sin embargo, se tambaleó desde el primer momento, zozobró en cuestión de semanas y ahora se ha hundido por completo. El naufragio, que se daba por hecho desde hace tiempo, lo ha certificado el COE. El PSOE ha sido incapaz de armar esa candidatura con el secesionismo instalado en la Generalitat, pese a que la Esquerra se cuenta entre los decisivos socios parlamentarios que permiten a Pedro Sánchez estar instalado en La Moncloa.

El fiasco se añade a la lista de promesas incumplidas de la era Sánchez y pone en evidencia el ovillo político-territorial en el que está inmerso el PSOE. A menos de un año para las próximas elecciones autonómicas y con los socialistas en retroceso a nivel nacional, Lambán trata de amortiguar el golpe de la promesa olímpica incumplida. Para esquivar la erosión culpa en exclusiva a la postura de la Generalitat.

La espantada de Belloch en 2011

No es la primera vez que el PSOE aparece enfangado políticamente por el fiasco olímpico. Ocurrió en el anterior intento, el que se emprendió sin éxito hace algo más de diez años. En aquella ocasión la carrera olímpica acabó desmontada por los tratos entre el PSOE aragonés y la soberanista Chunta, que se cuenta entre los socios preferentes de Lambán y parte de su gobierno de coalición. En aquella ocasión, sin embargo, no fue Lambán el protagonista del fiasco sino el socialista Juan Alberto Belloch. El exministro se mantuvo en la alcaldía de Zaragoza gracias a la Chunta, que renegaba abierta e insistentemente del proyecto olímpico. Y Belloch, en medio de sus acuerdos municipales, acabó por abandonar la carrera a los Juegos de Invierno de 2022. El Gobierno aragonés, presidido en aquel momento por Luisa Fernanda Rudi (PP), se lo reprochó a los socialistas. Acusó al PSOE de sacrificar el proyecto olímpico de Aragón por contentar a la Chunta en Zaragoza.

Fruto de todo aquello, en noviembre de 2011 se disolvió el Consorcio Zaragoza-Pirineos 2022, el ente público que se estaba encargando de promover la candidatura de Aragón a los Juegos de Invierno. En ese consorcio estaban los ayuntamientos de Jaca, Huesca y Zaragoza, el Gobierno aragonés y la Diputación provincial oscense. Aquel sueño olímpico se articulaba en dos grandes sedes: el Pirineo aragonés y Zaragoza capital. Sin el Ayuntamiento de Zaragoza, el Gobierno aragonés tuvo que certificar el fin del proyecto.

Los otros cuatro intentos fallidos

Para entonces Aragón ya sumaba otros cuatro proyectos olímpicos fallidos. Por eso el de ahora es el sexto fiasco. Hubo intentos para los Juegos Olímpicos de Invierno de 1998, 2002, 2010 y 2014. En todos, la ciudad altoaragonesa de Jaca era escenario emblemático.

El proyecto con el que lo intentó para los Juegos de 2002 integró también a Cataluña. Aragón optó por armar una candidatura que integrara también al Pirineo leridano y al Principado de Andorra. Pero fracasó. Fue el antecedente más parecido a lo que se había intentado ahora y ha acabado arruinado en la arena política. En aquella ocasión, sin embargo, no hubo rifirrafes visibles, pero la propuesta no cuajó ante el Comité Olímpico Internacional (COI).

hubo enfrentamiento territorial en el proyecto que optaba a la cita olímpica de 2022. El encontronazo fue sonado: a finales de 2009, Aragón anunció que promovería candidatura, y tres meses después Cataluña dijo que presentaría otra por su cuenta, en competencia directa con sus vecinos aragoneses. Al final, todo acabó en nada y España volvió a tropezar en otra carrera olímpica.

Ahora, Lambán trata de esquivar el fracaso político que subyace al nuevo revés olímpico, mientras los socialistas aragoneses cruzan los dedos para que no prospere una candidatura en solitario de Cataluña, lo que evidenciaría aún más la debilidad del Gobierno aragonés en el concierto nacional y en sus relaciones con el presidente Sánchez. «Ante todo, hagamos las cosas bien y tratemos de reconducir el debate en términos de sosiego y serenidad», decía este martes Lambán tras consumarse el fiasco de la candidatura a los Juegos de Invierno de 2030.