Inyecciones de radiofrecuencia pulsada: Así es el tratamiento al que se encomienda Nadal

Después de conquistar su decimocuarto Roland Garros, el Grand Slam número 22 a lo largo de su carrera, Rafa Nadal explicó que en París tuvo que jugar con el pie anestesiado, dormido, para no sentir el dolor que le produce la lesión crónica que sufre en el pie izquierdo, el llamado síndrome de Müller-Weiss, también conocido como osteocondritis del escafoides. «Estoy jugando sin dolor, pero también con cero sensación. Como cuando vas al dentista o te operan de algo: pie ni sensibilidad ni sensación. Por eso he podido jugar, explicación muy simple», afirmó el balear al referirse al ‘remedio’ que le ha permitido aguantar las fuertes molestias que le produce una lesión degenerativa que no tiene cura.

El campeón de Roland Garros

también explicó su hoja de ruta para intentar seguir compitiendo, algo que generó dudas durante su participación en el torneo parisino. «Vamos a hacer un tratamiento que consiste en una intervención en los dos nervios. Esto es algo que me ha ido bien y que ya me quitó el dolor en el pasado. Son inyecciones con radiofrecuencia pulsátil que me podrían ayudar a disminuir la sensación que tengo en el pie. A ver si con este tratamiento podemos dejar el nervio medio dormido», detalló Rafa.

¿Qué son y cómo funcionan las inyecciones con radiofrecuencia que pueden ayudar a Nadal? La radiofrecuencia es una técnica utilizada por los médicos especialistas en clínica de dolor muy eficaz para controlar varios tipos de dolor crónico. Mediante esta técnica se aplica una corriente eléctrica, controlada por el médico y, según cada caso, a través de una cánula o aguja situada en los nervios de los tejidos lisiados donde se genera el dolor.

El procedimiento consiste en el paso de una corriente de alta frecuencia a través de una cánula en la que sólo aumenta la temperatura en la parte de la punta, de entre 2 y 4 mm. Así pues, el calor que transmite la cánula se aplica al punto a tratar, normalmente un nervio sensitivo causante del cuadro de dolor, de modo que se interrumpe la transmisión de este dolor. El tratamiento se lleva a cabo bajo anestesia local y sedación, así que es confortable y no es doloroso.

Esta corriente eléctrica genera un aumento de temperatura suficiente para destruir estos nervios que transmiten el dolor. En otros casos el aumento de temperatura es menor por debajo de los 42º para disminuir la transmisión del dolor sin destruir el nervio en un proceso llamado neuromodulación. Todo esto se hace mediante el generador de radiofrecuencias, un aparato que permite aplicar diferentes programas de tratamiento y controlar por parte del especialista los parámetros que modifican lo entrega de corriendo eléctrica a los tejidos nerviosos en perfectas condiciones de seguridad.

Tipos de radiofrecuencia

La Radiofrecuencia Pulsada, mediante el aumento controlado de la temperatura de la aguja situada en los nervios que transmiten el dolor, se consigue neuromodular la transmisión del dolor disminuyendo su percepción. Se aplica sobre todo en casos de dolor neuropático, es decir cuando es el mismo nervio lesionado el que transmite el dolor como por ejemplo en los dolores ciáticos por hernia discal.

También existe la Radiofrecuencia Convencional. En este caso, el voltaje genera una temperatura muy alta, de entre 80 y 85 grados produciendo la destrucción del nervio que transmite el dolor que se origina en un tejido lisiado o degenerado o artrosis.

Los dolores que acompañan a Nadal desde los 18 años se deben a una osteocondritis del escafoides de su pie izquierdo, también conocida como síndrome de Müller-Weiss. Una enfermedad degenerativa crónica e incurable, según ha explicado el tenista en varias ocasiones. Una dolencia para la que no existe cura, pero que Nadal trata día a día con la intención de poder seguir manteniéndose en la élite del tenis.

Resultados de la radiofrecuencia

En torno a un 70-80% de los pacientes, según un artículo publicado en la web Topdoctors, logra un buen bloqueo de la estructura nerviosa diana mediante el uso de las inyecciones de radiofrecuencia. Esto debería aliviar la parte del dolor controlada por el nervio intervenido. Si la intervención resulta un éxito, el resultado puede durar entre 3 y 18 meses, aunque normalmente es de entre 6 y 9 meses.

Otra opción a la que podría recurrir Nadal sería pasar por el quirófano para someterse a una operación, aunque una intervención no garantizaría al tenista recuperar el pie y le supondría medio año de baja. «Eso lo tendría que hablar conmigo mismo, con calma, porque sería una decisión de vida, de saber si compensa estar medio año parado, sin seguridad de nada. Tendría que entender mejor las cosas para tomar esa decisión que ahora no estoy preparado para tomar. La vida es más importante que otro título. Mi carrera ha sido mi prioridad toda mi vida, pero no está por encima de mi felicidad. Si sigo siendo feliz, seguiré, si no, haré otra cosa», afirmó Nadal este domingo tras su nuevo éxito en París.