Todo perfecto. Miles de oscenses han salido este sábado por la mañana a la calle para ver el desfile de las Fuerzas Armadas, presidido por los Reyes de España y con la participación de más de 3.200 efectivos de los tres ejércitos y de la Guardia Civil. En la tribuna real, don Felipe y doña Letizia han dado muestra de su satisfacción por el desarrollo del acto en Huesca, que ha empezado hacia las 11.35 y ha finalizado a las 13.20.
El monarca con el uniforme de Capitán General del Ejército de Tierra, y la Reina han sido recibidos por la ministra de Defensa, Margarita Robles; y el presidente de Aragón, Javier Lambán; y saludados por el Jefe de Estado Mayor de la Defensa, almirante general Teodoro López Calderón; y el alcalde de la ciudad, Luis Felipe. También han asistido al desfile el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska; la directora de la Guardia Civil, María Gámez; la directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Esperanza Casteleiro; y la ministra de Educación, Pilar Alegría, exdelegada del Gobierno en Aragón; además de la cúpula militar y otras autoridades civiles y militares.
Desde el interior del Parque Miguel Servet, en la entrada de la avenida Juan XXII donde ha estado la tribunal real, se han lazando las 21 salvas cuando los Reyes han hecho acto de presencia. Aquí se ha izado también la enseña nacional que uno de los dos soldados, que han saltado en paracaídas, el cabo 1ª Christian Moltó , llevaba ajustada a su pierna y que ha desplegado mientras descendía hacia hacia el lugar marcado por un testigo situado a una altura de 1.200 metros del suelo para ayudar en el aterrizaje de los dos componentes de la Papea, el otro ha sido el cabo1ª Miguel Antonio Gómez. Ambos han realizado la maniobra sin problemas, en la estrecha calzada y a menos de 100 metros de la presidencia del desfile.
Junto a la bandera izada momentos antes, Felipe VI ha colocado la corona de laurel en homenaje a los que dieron su vida por España, con especial mención a quienes perdieron la vida en acto de servicio desde la celebración del último gran desfile en el año 2019, un total de 36. El Rey ha acompañado con su voz la sentida canción ‘la muerte no es el final’, seguida de las palabras de un capellán castrense y del toque de oración. La sincronización ha sido completa y tras el vuelo de la Patrulla Águila, que ha dibujado con estelas de humo la enseña nacional, han llegado a la tribuna las secciones motorizadas, que han precedido al mando del desfile.
Los oscenses han llenado el recorrido desde primera hora de la mañana para asistir a la mayor parada militar que se celebra en el Estado desde el inicio de la pandemia. Apostados tras la vallas que han delimitado el recorrido, 1, 2 km desde el cruce de la avenida Santo Cristo de los Milagros con la calle Fraga hasta las proximidades de Hospital Universitario San Jorge, en Martínez de Velasco. El público ha portado banderas y banderines de España y ha aplaudido el paso de todas y cada una de las unidades militares.
La parada ha contado con 3.279 efectivos, 154 vehículos y 69 aeronaves. En el desfile aéreo han participado 45 aviones y 24 helicópteros del Ejército del Aire, el Ejército de Tierra, la Armada y también la Guardia Civil. Una de las novedades es la participación por primera vez de los aviones de entrenamiento ‘Pilatus’ de la Academia General del Aire.
En concreto, del desfile aéreo han formado parte helicópteros, aviones de enseñanza, de transporte (como los Airbus que transportaron el material sanitario desde China al inicio de la pandemia) y también la aplaudida Patrulla Águila. En el desfile terrestre han participado vehículos de los Ejércitos y la Armada, la UME y la Guardia Civil. En total han sido 17 acorazados-mecanizados, 97 vehículos y 40 motos.
En el desfile a pie se ha podido contemplar la bandera de la OTAN, a manos de dos compañías de la Guardia Real, solo dos días antes del 40 aniversario de la incorporación de España a la Alianza Atlántica y un mes antes de la celebración en Madrid de la Cumbre de la Alianza Atlántica. También han desfilado las banderas de los 30 países aliados.
Entre las unidades que han marchado, la de alta montaña del Ejército de Tierra, con base en Jaca, ha sido de las más aplaudidas entre sus vecinos. También las de paso específico, la Legión a 160 pasos por minuto (frente a los 124 normales) y Regulares a 90 pasos por minutos cuando han llegado ante la tribuna real. Y no ha faltado la mascota, ‘Quillo’, un borrego banco de cuatro años ataviado con el gorro de la Legión, el chapiri.
Las unidades a caballo, la ‘hipomóvil’, han cerrado el desfile. Sus Majestades, tras saludar a las autoridades responsables de la parada militar, se han acercado hasta el público situado en las aceras y en los balcones de los edificios próximos al parque Miguel Servet, engalanados con banderas nacinales y repletos de espectadores que han lanzado vivas a España y a los Reyes.
