Fin al voto rogado para los españoles que viven en el extranjero

Era una reclamación ya casi histórica por parte de la ciudadanía. El Congreso de los Diputados se hacía cargo de esta situación pero ha tardado hasta seis años en poner fin al voto rogado. Y es que los votos de miles de españoles residentes en el extranjero quedaban fuera de las elecciones al no llegar, en muchos casos, las papeletas a tiempo. Varios colectivos cargaban por el hecho de que no viesen garantizado el ejercicio al sufragio pasivo debido a la burocracia extremadamente exigente y los breves plazos para poder remitir el voto.

Hasta este miércoles. El Congreso de los Diputados aprobó este miércoles la derogación del voto rogado para los españoles que viven los extranjero después de que la negociación se paralizase en el Parlamento durante meses.

El dictamen fue aprobado en la Comisión Constitucional sin ningún voto en contra y con el apoyo del PSOE, PP, Vox, Unidas Podemos, Ciudadanos y PNV, mientras que ERC, Bildu y Junts se abstuvieron. Si bien, tras salir adelante el dictamen, todos los grupos se congratularon, desde ERC reprocharon a los partidos del Gobierno que hayan optado por un acuerdo con el PP, con quienes pactaron enmiendas, en vez de llegar a un consenso con los aliados habituales.

Con este paso, y según los cálculos parlamentarios, en las próximas elecciones generales el Congreso ya habrá dado luz verde definitiva a la proposición de ley que ahora debe elevarse al Pleno del Congreso y, posteriormente, trasladada al Senado.

Esta reforma precede de la obligación de pedir el voto con antelación que desde 2011 tienen los españoles que viven en el extranjero. A partir de ahora, con la reforma de la ley electoral, se introducirán modificaciones para facilitar que puedan votar en urna en las embajadas y consulados, además de por correo, y para asegurar que sus papeletas lleguen a tiempo para su escrutinio en España.

En la iniciativa parlamentaria, PSOE y Unidas Podemos habían planteado rebajar la edad de voto a los 16 años o la revisión de la proporcionalidad del sistema electoral, sin embargo, dichos asuntos se excluyeron del debate y se abordarán en una subcomisión creada en el Congreso para explorar la posibilidad de una reforma más amplia de la ley electoral.

El nuevo procedimiento para los inscritos en el Censo Electoral de Residentes Ausentes (CERA) elimina el requisito de rogar el voto, que había hecho bajar la participación a mínimos históricos, y permitirá que esos electores puedan descargarse las papeletas de Internet, además de adelantar el envío tradicional de la documentación electoral, con lo que tendrán abiertas las dos opciones, informa Ep. Para facilitar la participación electoral, se ampliarán los centros para votación en urna, no sólo las embajadas sino todos los consulados y los centros oficiales que se habiliten. Y del mismo modo, se ampliarán los horarios y días de votación. Lo que se ha rechazado es la opción de voto telemático y del voto por delegación que defendían los independentistas catalanes, pues los partidos mayoritarios no ven suficientes garantías.

Además, se protegerá el envío de los votos emitidos en el extranjero estableciendo que se hagan llegar a España a través de una valija diplomática. En consecuencia, se amplía dos días el plazo del escrutinio para que las papeletas lleguen a tiempo.