En la enésima semana difícil para el Gobierno de Pedro Sánchez, el líder de la oposición ha lamentado que esté «desconectado de los problemas de los ciudadanos y obsesionado con sus problemas internos». Alberto Núñez Feijóo ha criticado que el Ejecutivo esté «ensimismado en sus líos» y no sea capaz «de ver las necesidades y urgencias» de «las familias, las empresas y la gente». Durante la clausura del congreso local del PP de Pontevedra, el presidente nacional de los populares ha expresado su «preocupación» por «lo que estamos viendo en España», especialmente «el grado de opacidad del Gobierno, que no explica qué hace, quién lo hace, quién manda hacerlo y los resultados», así como «el grado de inseguridad y debilidad que traslada al conjunto de la comunidad internacional».
«Dar una rueda de prensa para acreditar y solemnizar que el presidente del Gobierno y la ministra de Defensa tienen sus móviles espiados es una declaración de una irresponsabilidad histórica».
Núñez Feijóo ha ahondado en el «grado de división que observamos en el Gobierno», en el que «vemos a ministros del PSOE compitiendo por ver quién es el responsable por la falta de seguridad del móvil del presidente» al tiempo que «una parte de los ministros piden comisiones de investigación contra otra parte de los ministros», en referencia a las posiciones opuestas entre el sector de Unidas Podemos y los socialistas. «Los españoles no merecen esto», ha sintetizado Feijóo, «si Pedro Sánchez no es capaz de liderar un Consejo de Ministros de 22 miembros, no puede liderar un país con 44 millones de ciudadanos».
«En lo único en que se ponen de acuerdo es en insultar al PP», ha ironizado Feijóo, «es el único pegamento del gobierno socialista y sus socios». Pero «aunque nos quieran imponer la moda de la crispación», ha recetado «sosiego y serenidad». «Cuando uno está seguro de lo que hace, no es necesario gritarlo», ha replicado el dirigente popular, «no recibirán de nosotros más que alternativas, ideas». «Seguiremos pidiendo que se reduzca el gasto burocrático», y ha reclamado «un poco de pudor» para meterle tijera a un Ejecutivo de 22 carteras, una realidad «incompatible con el pudor de un servidor público en un momento como este». «Somos una fuerza imparable», y ante las acusaciones «que dicen que yo estoy ansioso por cambiar el Gobierno», a su juicio «es el propio Gobierno el que está absolutamente comprometido con acabar consigo mismo».
El presidente nacional del PP ha querido enfriar la euforia que recorre el partido, galopando sobre la demoscopia que lo sitúan en posición de ganar las próximas elecciones generales. «Yo no me creo las encuestas», ha advertido a los suyos, «está bien verlas y conocerlas, pero no pueden servir para que nos confiemos ni para que nos desanimemos cuando no van bien». Según Feijóo, su receta es «trabajar todos los días, hacer propuestas y creer en nuestro país», aunque ha confesado que «percibi la ilusión de los sitios que voy visitando, el hambre de cambiar las cosas y la necesidad de estabilidad política como llave para la estabilidad económica». «Los españoles no nos ven como un partido de oposición, que de esos sobran», sino «como la alternativa de gobierno».
Durante el acto también ha tomado la palabra Mariano Rajoy, quien ha vaticinado que «empieza una buena etapa para el PP en toda España». «El año que viene va a ganar las elecciones generales, porque este Gobierno ya no se sostiene», ha criticado, «es una jaula de grillos, que solo es capaz de generar división, crear problemas y van a dejar nuevamente la eocnomía hundida, y es nuestro sino recuperarla». Por último, la lamentado que «el PSOE se ha convertido en Pontevedra y en otros puntos de España en un partido bisagrista de extremistas y radicales».
El líder popular Feijóo ha participado este sábado en la clausura del congreso local del PP de Pontevedra, donde ha salido reelegido el actual portavoz municipal, Rafa Domínguez, y en el que ha estado acompañado por el que será su sucesor al frente del PP gallego y la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, quien esta próxima semana protagonizará su debate de investidura. Este ha sido el último acto de partido de Feijóo como presidente de la Xunta, en funciones desde su renuncia la pasada semana.
