En definitiva, los trabajadores del sector público perderán toda la diferencia entre el 2% (el aumento retributivo de este año) y la inflación que realmente se produzca en el 2022. Es decir, el Gobierno no garantiza el poder adquisitivo de los empleados públicos justo en el año en el que la inflación está desbocada.
El Plan de Estabilidad 2022-2025 señala que las subidas salariales de los funcionarios se vincularán al IPC solo “a partir de 2023″
El nuevo cuadro macroeconómico del Ejecutivo presentado el viernes reconoce por fin el frenazo de la economía que organismos nacionales e internacionales, como el FMI, el Banco de España o la AIReF, habían anticipado desde hace tiempo. El desplome de la demanda interna se suma a las dificultades del sector exterior por la inflación y los cuellos de botella y dejan a España con solo el turismo y los fondos europeos como motores de crecimiento. Un arsenal escaso ante incertidumbres globales. A pesar de ello, el Gobierno sigue negando la cruda realidad y muestra un optimismo difícil de creer.
La ‘familia socialista’ teme un nuevo hundimiento del PSOE similar al de Zapatero. Los sondeos en Andalucía, en los que el PP roza la mayoría absoluta, alarman a los socialistas.