Argelia amenaza a España con cortar el suministro de gas

Advierte a Moncloa con romper el contrato y cerrar el grifo si desvía el combustible a Marruecos tras la reapertura del gasoducto del Magreb. Argelia es el segundo mayor proveedor de nuestro país tras EE UU. Ribera asegura que «en ningún caso» el gas argelino acabará en Marruecos

Nueva vuelta de tuerca a la crisis diplomática y energética entre Argelia y España a raíz del cambio de postura del Gobierno de Pedro Sánchez sobre la relación entre el Sáhara Occidental y Marruecos. El Ministerio de Energía de Argelia avisa ahora a España, después de amenazar hace unas semanas con subir el precio, que podría incluso llegar a cortar el suministro de gas a nuestro país. Así, ha advertido este miércoles de que los volúmenes de gas exportados a España que acaben en un destino distinto a la especificada en los contratos constituiría un incumplimiento de dichos contratos y, por tanto, podría dar lugar a la rescisión de los acuerdos entre la energética Sonatrach y su cliente español, según un comunicado, recogido por la agencia oficial argelina.

En concreto, el ministro de Energía, Mohamed Arkab, ha asegurado que ha recibido un correo electrónico de Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica, acerca de su decisión de revertir el flujo del gas hacia el gasoducto Magreb-Europa (GME). Este gasoducto comunica Argelia con Marruecos y la Península Ibérica. El Magreb Europa, que surtía de gas argelino a España y Portugal a través de territorio marroquí, fue cerrado en octubre al vencer el contrato de 25 años, en plenas tensiones entre Argelia y Marruecos.

La ministra de Transición Energética marroquí, Leila Benali, anunció a mediados de abril la reapertura del Gasoducto del Magreb, pero en sentido inverso, para transportar el fluido desde España al vecino país. “No vamos a importar gas de España ni del mercado europeo”, apuntó la ministra, que precisó que España pondrá a disposición de Marruecos sus infraestructuras de regasificación del GNL para luego transportarlo a través del gasoducto GME tras haber invertido el sentido del flujo de este conducto para permitir transportar gas natural desde el territorio español hacia el marroquí”, noticia adelantada por LA RAZÓN en su día.

España tranquiliza a Argelia

El GME fue cerrado por decisión de Argelia, por las malas relaciones que mantiene con Marruecos, y se ha llegado a un acuerdo para reutilizarlo. En este sentido, la ministra señaló que su país está ultimando la compra de gas natural licuado (GNL) del mercado internacional para luego regasificarlo en las infraestructuras de España y transportarlo hacia el país magrebí a través del GME. No obstante, Argelia no se fía y por eso advierte a España que no quiere que su gas acabe en manos de Marruecos vía España bajo ningún concepto. La vicepresidenta Ribera, ha enviado un correo electrónico al ministro de Energías y Minas de Argelia confirmando que España permitirá a Marruecos utilizar el gasoducto del Magreb-Europa, pero señala la ministra que «en ningún caso» el gas adquirido por el país vecino procederá de Argelia. En su respuesta, el Gobierno afirma que «con total transparencia» Marruecos podrá adquirir GNL en los mercados internacionales, desembarcarlo en alguna planta de regasificación peninsular y utilizar el gasoducto del Magreb para que llegue a su territorio, pero en ningún caso el gas adquirido por Marruecos tendrá procedencia argelina.

Tradicionalmente Argelia ha sido el primer suministrador de gas natural a España, si bien ha caído a la segunda plaza en detrimento de Estados Unidos tras las últimas tensiones diplomáticas. En este sentido, las importaciones de gas hacia España desde el país norteamericano representan ya el 36,9% del total frente al 26,1% de las del africano en el acumulado trimestral entre enero y marzo de 2021, según datos del último Boletín Estadístico de Enagás. Las importaciones de gas argelino son fundamentales para España no sólo por su volumen, sino también por la crisis energética desatada por la invasión rusa de Ucrania, ha llevado a la Unión Europea a plantearse suspender sus compras de gas ruso.