Renovación del CGPJ: el camino de salida para la Justicia

Perfecto Andrés Ibáñez escribió en 1998 que el sistema de elección de vocales del CGPJ introducido en 1985 había supuesto la profunda inserción del Consejo en la degradación partitocrática que aqueja a nuestra democracia. Actualmente estamos viviendo el punto culminante de esa degradación.

El CGPJ lleva más de tres años en funciones. Cada día que transcurre sin que se renueve aumenta el descrédito y la falta de confianza del conjunto de la ciudadanía en el recto funcionamiento de la Administración de Justicia, degradando así de forma incuestionable la imagen de independencia del Poder Judicial.

La degradación partitocrática de nuestra democracia está en el origen de este problema. Un incorrecto entendimiento del papel constitucional del CGPJ ha llevado a considerar que este órgano debe reflejar la composición de las Cortes Generales, pese a las advertencias del Tribunal Constitucional al respecto. La deslealtad entre partidos es causa de que la renovación del CGPJ se haya usado como arma política, sea bloqueándola (PP)o sea forzando la parálisis del sistema judicial entero para lograrla (PSOE), a través de la reforma legal que impide al actual CGPJ cubrir las vacantes en el Tribunal Supremo.

Hemos llegado al límite de este proceso. Todos quienes podemos aportar algo debemos colaborar para hallar una salida. Es imprescindible que se proceda a la renovación del CGPJ respetando los estándares de transparencia exigidos por el Tribunal Constitucional en su sentencia 108/1986. Pero además hay que desvincular la composición del CGPJ de los vaivenes propios de los procesos electorales. Nuestros parlamentarios deben empezar a trabajar ya en una reforma legal, con fecha final previamente fijada, para que los 12 vocales judiciales sean elegidos democráticamente por los jueces. Esta reforma es imprescindible porque el actual sistema de elección de vocales y la práctica política en torno al mismo redundan en el descrédito del órgano y de todas sus decisiones, pues el CGPJ no se puede desprender de ese halo partitocrático que lo envuelve.

El camino de salida nos lo viene indicando la Comisión Europea. El comisario de Justicia Reynders convino con las asociaciones judiciales en la reunión que mantuvimos en Bruselas el año pasado en que era imprescindible renovar el CGPJ y, al tiempo, asumir un compromiso firme e irrevocable para reformar el sistema de elección de vocales, incorporando las recomendaciones del Grupo de Estados contra la Corrupción.

Es necesario un acuerdo de amplio espectro, un verdadero Pacto de Estado que ponga los intereses del país por encima de los particulares. No se trata de cómo nos gustaría que fuesen las cosas, sino de cómo podemos avanzar todos juntos hacia un futuro mejor. En ese empeño nos encontrarán a nosotros.

*Jorge Fernández Vaquero es portavoz de Francisco de Vitoria