Rusia moviliza más tropas tras la lentitud del avance

Rusia moviliza más tropas hacia Ucrania ante la resistencia de Kiev, que impide el avance rápido de la invasión, en un momento en el que las negociaciones parecen empezar a desenquistarse con el «borrador de paz» de quince puntos en el que trabajan ambos países. Ante el escaso avance de las últimas jornadas y el gran número de bajas infligidas entre las tropas del Kremlin tras 22 días de guerra, Vladimir Putin, ha decidido enviar más refuerzos a suelo ucraniano para recalibrar la contienda. Las nuevas filas desplegadas estarían compuestas por combatientes de Oriente Medio y soldados de Georgia, según confirman personas cercanas al mandatario ruso.

A pesar de los informes de que Ucrania y Rusia estaban discutiendo un plan de 15 puntos sobre la desmilitarización y neutralidad de Ucrania, el asesor del presidente ucraniano, Myjaylo Podoliak, aseguró ayer que solo era un borrador de las propuestas rusas. Acusó a Rusia de tratar de desestabilizar a Ucrania internamente al filtrar varias propuestas a la Prensa. Sin embargo, mencionó al diario ruso «Medusa» que Ucrania propone utilizar un modelo suizo de ejército con una gran reserva bien entrenada. El presidente Volodimir Zelenski ha insistido en que las principales prioridades son el alto el fuego, la retirada de las tropas rusas, garantías de seguridad para Ucrania y la restauración de la integridad territorial del país.

Mientras, las imágenes satelitales muestran que el teatro en Mariupol estaba claramente marcado como un refugio para niños. Enormes carteles «Niños» fueron pintados a ambos lados del teatro que albergaba a cientos de familias que perdieron sus hogares por los bombardeos. La mayor parte del edificio se derrumbó con las ruinas cubriendo el acceso al refugio subterráneo. Otro refugio temporal en la piscina de Neptuno también fue destruido y varias mujeres y niños podrían haber quedado atrapados bajo los escombros. Los esfuerzos de rescate se han visto obstaculizados por los incesantes bombardeos y combates en la ciudad y sus alrededores. Sin embargo, según el parlamentario ucraniano Sergiy Taruta y la defensora del pueblo, Liudmila Denisova, el refugio resistió el golpe y las personas que estaban dentro del teatro están vivas, lo que algunos ucranianos calificaron como «un milagro en Mariupol».

Sin embargo, 350.000 personas siguen atrapados en los sótanos de sus casas bajo continuos bombardeos, sin agua, electricidad y un solo hospital aceptando a los heridos. Según el vicealcalde, Sergiy Orlov, el 80-90% de la ciudad está destruida, incluido el gigante metalúrgico Azovstal, propiedad del oligarca más rico de Ucrania, Rinat Ajmétov. Afirma que al menos 2.350 personas han perdido la vida pero el número real puede ser varias veces más, ya que cuerpos siguen bajo las ruinas de sus casas.

Zelenski denunció también el bombardeo de los vehículos que intentaban evacuar Mariupol. Según el Estado Mayor del Ejército de Ucrania, una columna que logró salir de Mariupol fue alcanzada por el sistema de artillería ruso «Grad» cerca de Zaporiyia, dejando al menos 5 civiles heridos.

En la región de Járkov, una escuela y un centro cultural en la ciudad de Merefa fueron destruidos por los bombardeos rusos. Aunque los informes iniciales sugirieron que no hubo víctimas, más tarde se supo que al menos 21 personas murieron y 25 resultaron heridas en el ataque

Estos ataques se suman a la larga lista de ataques contra civiles por parte de la artillería y la aviación rusas. Los más espantosos incluyen el asesinato de al menos 13 civiles que esperaban en fila para comprar pan en Chernigov y el ataque deliberado al hospital de maternidad en Mariupol. El jefe de la administración regional de Chernigov informó que 53 personas murieron ayer a causa de los bombardeos. Parte de la ciudad sigue sin electricidad, con las líneas eléctricas dañadas siendo reparadas bajo los bombardeos.

Un objeto militar fue golpeado por la noche en Sarny, en la región de Rivne en el oeste del país, según Vitaliy Koval, jefe de la administración regional. Numerosos relatos surgieron de explosiones que se oyeron en el en la vecina Bielorrusia de donde se puede haber originado el ataque. Las tropas rusas utilizan activamente los aeropuertos y otras infraestructuras en Bielorrusia para trasladar tropas a Ucrania y bombardear su territorio. Los bielorrusos han descartado las explosiones como «entrenamiento de artillería». El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, también afirmó que la semana pasada se lanzaron al menos dos misiles hacia Bielorrusia desde el territorio ucraniano. La inteligencia ucraniana había advertido de que Rusia podría organizar una provocación para dar pretexto a las tropas bielorrusas a unirse a la invasión. En el oeste, la ciudad de Rubizhne fue bombardeada con 27 edificios residenciales incendiados, según el jefe de la administración regional.

En Kiev, escombros de un misil interceptado impactó contra un edificio residencial de 16 pisos matando a una e hiriendo a tres personas. Según Zelenski, Rusia ha lanzado casi 1.000 misiles contra Ucrania en tres semanas.

El alcalde de Melitopol, Ivan Fedorov, que fue secuestrado por los rusos hace cinco días, fue liberado a cambio de 9 soldados rusos. Muchos otros activistas y políticos locales siguen desaparecidos o detenidos por los rusos pero continúan las protestas pacíficas en toda la región.

Los informes del Ejército ucraniano y la inteligencia británica confirman que Rusia no está logrando avanzar en Ucrania. El Ejército ucraniano continúa informando sobre contraataques exitosos. El aeropuerto de Jersón, controlado por Rusia, fue golpeado por la artillería ucraniana con decenas de vehículos militares rusos destruidos. A pesar de las afirmaciones anteriores que Rusia tiene bajo control toda la región de Jersón, el diputado Olexiy Goncharenko informó de que la aldea de Posad-Pokrovske fue liberada ayer por el Ejército ucraniano.

Según nuevas estimaciones conservadoras de la inteligencia estadounidense, al menos 7.000 militares rusos han perdido la vida en 20 días. Tras el discurso de Zelenski ante el Congreso de EE UU este martes, la Casa Blanca anunció la entrega de los 800 millones de dólares de ayuda militar a Ucrania, que incluiría 800 sistemas antiaéreos Stinger, 2000 Javelin, 100 drones y 25 000 conjuntos de chalecos antibalas. EE UU también está ayudando a los ucranianos a adquirir sistemas adicionales de mayor alcance en los que las fuerzas de Ucrania ya están entrenadas. Reino Unido también ha confirmado que suministrará sus misiles antiaéreos Starstreak mientras que lanzagranadas españoles ya son utilizados.