Se habla de la ciberdelincuencia en términos de futuro, pero las estadísticas demuestran que es el presente, si bien todavía no ha tocado techo. Solo en un año, entre 2019 y 2020, el aumento de denuncias fue superior al 30%. De ahí que la Jefatura Superior de Policía de Aragón cuente con dos grupos específicos para atajar este problema.
Uno se dedica a temas de explotación sexual de menores en la red, acoso y demás hechos relacionados con delitos contra la libertad sexual y el otro trabaja en exclusiva para perseguir las estafas online. Y es que el 90% de las denuncias de ciberdelincuencia responden a fraudes.
El responsable de uno de estos equipos policiales señala que los delincuentes habituales han dado el paso a esta modalidad. «Si algo caracteriza la ciberdelincuencia es su constante evolución, ligada a la de las tecnologías de las que se sirve», señala este mando.
«Hay cuatro palabras que son un mantra: concienciación, formación, supervisión y prudencia», señala un inspector jefe de la Policía
Además, destaca que «últimamente» están proliferando las estafas en inversiones de criptoactivos en las que se ofrecen altas rentabilidades mediante la supuesta inversión en estos pseudoproductos financieros a través de empresas pantalla que aparentan solvencia y credibilidad. Detrás de ellas que hay auténticas organizaciones criminales especializadas en esta modalidad.
Un fenómeno barato
El porqué de este fenómeno responde a «lo barato» que les resulta a los delincuentes, según este inspector jefe de uno de los dos grupos de Delitos Tecnológicos, quien califica la expansión de «imparable». «Con unos conocimientos básicos que pueden adquirirse de forma autodidacta y un equipo informático sencillo con conexión a internet, todo ello disponible gratuitamente en muchos lugares, pueden obtenerse pingües beneficios económicos», recalca.
Los investigadores han observado que se dan «picos» provocados por las campañas a gran escala. Por ejemplo, las fechas de la declaración de la renta, las rebajas o las campañas comerciales como Black Friday.
No obstante, los investigadores han observado que se dan «picos», es decir, aumentos de incidencia de distintas modalidades provocados por las campañas a gran escala lanzadas en función de determinados eventos o circunstancias puntuales. Por ejemplo, las fechas de la declaración de la renta, las rebajas o las campañas comerciales como Black Friday.
Ahora con la invasión de Rusia a Ucrania se ha abierto otro frente en lo referente a la ciberdelincuencia. Considera este inspector policial que va servir de «gancho» para atraer a víctimas, especialmente en campañas solidarias en las que la población está visiblemente activa.
El nivel de riesgo cero no existe. «Solo se salva la persona que no utilice ningún medio tecnológico, algo prácticamente imposible en nuestra sociedad hoy día»
Pero no es el único problema, ya que también considera que existe «un riesgo muy real» de que se produzcan estos ataques y «de distintos tipos continuamente». «Hay multitud de empresas, generalmente dedicadas a la ciberseguridad, que ofrecen en sus páginas web seguimiento en tiempo real de los ciberataques que están detectando sus sistemas en todo el mundo. A nivel mundial, se cifran en cientos por segundo», destaca.
7.826 denuncias el año pasado en Aragón
La distribución de la ciberdelincuencia sitúa a Cataluña (48.794), Madrid (48.794), Andalucía (39.157) y la Comunidad Valenciana (25.732) entre las comunidades que concentran más infracciones penales, según un estudio de Cibercriminalidad presentado por el Ministerio del Interior que destaca que en Aragón, el pasado año, se registraron 7.826 denuncias. El informe señala que el perfil del ciberdelincuente es un hombre (73,3% de los detenidos o investigados), de entre 26 y 40 años, español y presuntamente implicado en la comisión de fraudes informáticos, amenazas y coacciones y delitos sexuales.
El inspector jefe de uno de los grupos de Delitos Tecnológicos de la Jefatura Superior de Policía insiste en la importancia de denunciar. «Es la única manera de que tengamos conocimiento del hecho y podamos investigarlo, o al menos cuantificarlo para poder analizar los datos y mejorar las labores de prevención», afirma, mientras añade que la dificultad de identificar al delincuente depende del nivel técnico, del tipo de delito y del lugar desde el que lo cometa.
El último ejemplo fue el sufrido el viernes a nivel mundial por la plataforma PressReader, el mayor proveedor de prensa digital a nivel mundial. El ataque a sus servidores bloqueó el acceso a más de 7.000 publicaciones en todo el mundo, impidiendo ver la versión digital de la edición impresa de numerosos medios de comunicación, entre ellos, los del Prensa Ibérica, grupo editorial al que pertenece este diario.
El nivel de riesgo cero no existe, como señala este inspector jefe, quien destaca que solo se salva «la persona que no utilice ningún medio tecnológico, algo prácticamente imposible en nuestra sociedad hoy día». «En este mundillo existe un dicho: ‘Hay dos tipos de víctimas, las que ya lo han sido y las que lo serán’. Es muy difícil escaparse, aunque lógicamente, cuanto más preparados estemos, menores serán los efectos del delito sobre nosotros, incluso imperceptibles en ocasiones’».
«Los niños y jóvenes son un colectivo muy vulnerable a la manipulación y al engaño en internet a pesar de que sean técnicamente competentes y tengan formación teórica, por su inmadurez intelectual y psíquica al no haber finalizado su desarrollo»
De ahí que insista en la importancia de la prevención. «Hay cuatro palabras que son un mantra: concienciación, formación, supervisión y prudencia». «Concienciación, porque sin ser consciente de los riesgos que supone el uso de internet no daremos la importancia necesaria a los siguientes aspectos. Formación para cualquier usuario de internet sea cual sea su edad, nivel cultural o circunstancias personales», explica.
Y continúa: «Supervisión para los más pequeños siempre; los niños y jóvenes son un colectivo muy vulnerable a la manipulación y el engaño en internet, a pesar de que sean técnicamente competentes y tengan formación teórica, por su inmadurez intelectual y psíquica al no haber finalizado su desarrollo. Prudencia, porque disminuye enormemente el riesgo de ser víctima a través de internet». Al final es no hacer en el ciberespacio lo que no se hace en la calle.