Azcón apuesta por exportar a Castilla y León la fórmula con Vox en Zaragoza

Corren tiempos de cambio en el tablero político nacional y las consecuencias del resultado electoral en Castilla y León todavía están por confirmarse en el resto del territorio. De momento, el Partido Popular en Aragón mantiene el tipo. Apenas se notan los efectos del distanciamiento de su presidente, Pablo Casado, de la ultraderecha, después de que en Castilla y León pretendan gobernar en solitario pese a no haber alcanzado la mayoría absoluta y a pesar del notable ascenso de los de Santiago Abascal.

Aquí, la marejada por ahora es solo verbal, con un notable cambio de tono por parte del portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Zaragoza, Julio Calvo. Pero en la práctica, como subrayó el alcalde de la capital y presidente del PP aragonés, Jorge Azcón, poco ha cambiado. Las cuentas salieron adelante gracias a los dos votos de Vox. Algo que indica «estabilidad», dice.

El líder conservador aragonés apostó, en línea con la dirección y alejándose de las tesis de Isabel Díaz Ayuso, por exportar el modelo del consistorio zaragozano a Castilla y León. Un Gobierno del PP –olvidó mentar a Cs– que cuenta con el refrendo de la ultraderecha solo desde fuera.

Rueda de prensa de Jorge Azcón, presidente de los populares de Aragón, en la sede del PP en Zaragoza.

Rueda de prensa de Jorge Azcón, presidente de los populares de Aragón, en la sede del PP en Zaragoza. JAIME GALINDO.

En la sesión extraordinaria donde se aprobó el presupuesto municipal para 2022, Azcón evitó responder a los envites de Vox. Lo hizo después, ante la insistencia de los periodistas, en una rueda de prensa convocada para anunciar su reunión de este jueves con el presidente aragonés, Javier Lambán, a quien tenderá la mano para distintos acuerdos.

Así las cosas, con el asunto castellanoleonés todavía abierto en canal y con la incertidumbre de cómo pueden dar los números para investir a Fernández Mañueco como presidente, el responsable del PP de Aragón apuesta por exportar su fórmula en el consistorio para el Gobierno de la comunidad vecina.

«Las elecciones de Castilla y León dejan dos consecuencias: quien ha ganado es el PP y la única alternativa para formar Gobierno pasa por el PP», resumió Azcón, que defendió que la «aspiración es que sea el PP quien gobierne en solitario» y que Vox pueda apoyarles desde fuera. «Exactamente lo que pasa en Zaragoza», incidió.

El ganador y la formación de gobierno

Las urnas han dado un ganador, aunque bien sabe el PP tanto en las Cortes como en el ayuntamiento de la capital aragonesa que ganar no es sinónimo de gobernar. Sin embargo, en Castilla y León se da la circunstancia de que el único que podría sumar a uno u otro lado sería el candidato popular.

Desde Aragón le conminan, como desde la dirección en Génova, a tratar de cerrar un acuerdo que no eleve a la ultraderecha hasta la vicepresidencia de la Junta. Los efectos de que el partido de Abascal, en plena tendencia ascendente de apoyos, toque poder, son inesperados. Por eso, de momento, aunque Ayuso llama a no temer «lo que piense la izquierda» de ese tipo de pactos, en el PP prefieren no arriesgarse a probar la experiencia del sorpasso en sus propias filas.

La pieza clave de los localismos

Hay más alternativas. El trato exquisito por parte de Azcón a las plataformas locales, desde Teruel Existe hasta Soria ¡Ya!, refleja la importancia que sus votos pueden tener en la conformación de gobiernos presentes y futuros.

Ello a pesar de que Fernández Mañueco se alejara de ellas esta semana al proclamar el trato igualitario para todas sus provincias. En Aragón, donde cuentan con presentarse en las tres provincias, tal y como anunciaron hace más de un mes, a nadie se le escapa que pueden tener la llave para llegar al Pignatelli. «Veo al señor Lambán nervioso con Teruel Existe, y desde lo de Castilla y León, más nervioso todavía», consideró Azcón. «A mí me parece legítimo que se presenten. Lo que hay que hacer es competir en ideas y soluciones», defendió.

En Castilla y León, sin el apoyo de la ultraderecha o de las candidaturas localistas, Mañueco no será presidente. Es decir, sin pacto, habrá repetición electoral. Porque aunque no lo han confirmado desde la dirección del PP, los dirigentes populares que dependen de Vox en distintas instituciones, como es el caso de Azcón en Zaragoza, ya rechazan con hechos el cordón sanitario que le propuso el presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, a Casado para conceder la abstención socialista en Castilla y León.

«El PSOE no le va a decir al PP lo que tiene que hacer ni me lo va a decir a mí»

«El PSOE no le va a decir al PP lo que tiene que hacer ni me lo va a decir a mí», respondió tajante el líder del PP regional, ante la pregunta de si ve factible que el partido opte por romper con Vox en todo el territorio para lograr la abstención del PSOE en Castilla y León.

«Bastante tiene el PSOE con gestionar su Gobierno Frankenstein y sus socios golpistas, herederos del terrorismo y separatistas», reprochó Azcón.

«Aprobar el tercer presupuesto en el Ayuntamiento de Zaragoza, con más dinero que nunca para las personas más desfavorecidas es una magnífica noticia», insistió el primer edil, que recalcó también que «a quien le corresponde tomar decisiones y gestionar la investidura es al señor Fernández Mañueco». «Serenidad y tranquilidad», reclamó.

En este clima de cambios, el presidente del PP de Aragón se reúne este jueves con el presidente aragonés y líder del PSOE, Javier Lambán, en la que se será su primera cita desde que fue nombrado presidente de la formación conservadora en la comunidad, a finales del pasado mes de diciembre.