Por qué en Ucrania y Rusia están más pendientes que nunca del pronóstico del tiempo

La tensión entre Rusia y Ucrania se mantiene y se ha convertido en una nueva Guerra Fría que estas últimas semanas ha vivido más encuentros diplomáticos y predicciones que ofensivas terrestres. No obstante, el exministro ucraniano de Defensa, Andriy Zagorodnyuk aseguraba al diario británicoThe Guardian hace a penas unos días que Rusia tiene movilizadas suficientes tropas en la frontera Ucraniana como para estar en condiciones de apoderarse de Kiev u otra ciudad importante, aunque no para invadir todo el país.

«Rusia ahora podría apoderarse de cualquier ciudad en Ucrania. Pero todavía no vemos los 200.000 soldados necesarios para una invasión a gran escala», afirmaba Zagorodnyuk.

Los comentarios del exministro siguen la línea del último informe de inteligencia de la Casa Blanca, el cual estimaba el pasado fin de semana (5 y 6 de febrero) que Moscú había movilizado hasta el 70 % de la capacidad militar necesaria para lanzar una gran operación militar a mediados de este segundo mes del año.

¿Y cuál será el próximo movimiento de Rusia?

El clima, el gran adversario de Rusia

Incluso en 2022 la guerra se ve afectada por el clima. En esta época del año, el suelo de la frontera entre Rusia y Ucrania suele estar congelado. Sin embargo, esta zona de Europa del Este está atravesando un inverno templado, más cálido de lo habitual. Según relataba la CNN, el pasado 1 de febrero, en Zaporizhzia, los bancos de nieve se estaban derritiendo. Incluso a medianoche, cuando un manto de niebla yacía sobre el río Dniéper, la temperatura rondaba el punto de congelación. El aguanieve se convirtió en llovizna y luego volvió a caer aguanieve.

De hecho, los datos de Copernicus, el programa de Observación de la Tierra de la Unión Europea, muestran que gran parte del este de Europa experimentó el pasado mes de enero temperaturas muy superiores a las que podrían esperarse. Ucrania ha visto temperaturas entre 1 y 3 grados centígrados más altas que el promedio de los últimos 30 años.

El frío debería ser mucho más intenso y la nieve y el hielo los protagonistas de los paisajes del este de Ucrania. Pero no es así.

¿Y qué tiene todo esto que ver con una posible invasión de Rusia a Ucrania?

Pues que el suelo, en lugar de estar firme, se encuentra muy embarrado, lo que podría dificultar el movimiento de tanques y otros vehículos pesados de artillería, los cuales podrían quedar atascados en el lodo. Así, Putin podría verse obligado a retrasar cualquier operación que requiriese el avance de sus tropas.

Rasputitsa

Se conoce como rasputitsa al lodo que aparece en ciertas zonas de Europa del Este con la llegada de la primavera, normalmente a mediados de marzo, cuando el hielo y la nieve comienzan a fundirse. Es el momento en el que el tránsito en las carreteras de Rusia y Ucrania se hace más difícil.

Este barro, podría convertirse en un auténtico alidado de Kiev, un ‘general de barro‘ que podría impedir el avance de los rusos.

No sería la primera vez que la rasputitsa frena una guerra. De hecho, el lodo fue uno de los grandes problemas con el que las tropas nazis se encontraron en su incursión por Rusia durante la Segunda Guerra Mundial.

Algo similar ocurrió también mucho tiempo antes, en 1812, cuando los ejércitos de Napoleón trataron de invadir el Imperio ruso. Los soldados tuvieron que buscar caminos alternativos para desplazarse, ya que el fango dificultaba mucho la marcha.