Santiago Abascal reúne en Madrid a los primeros ministros húngaro y polaco en plena crisis de Ucrania

En plena crisis en Ucrania, con los aliados de la OTAN pendientes de los movimientos de Rusia, Santiago Abascal liderará en Madrid una cumbre con dirigentes europeos de su cuerda política. La cita estaba planteada desde el pasado diciembre, tras la celebrada previamente en Varsovia, pero llega en un momento crítico para los intereses europeos. El presidente de Vox ejerce de anfitrión de una serie de partidos que reivindican «una alternativa que haga frente a la deriva globalista» de la Unión Europea (UE).

Pero ahora, en las actuales circunstancias, desde Vox se habla de «defender Europa de las amenazas exteriores e interiores». El partido había sido receloso a la hora de trasladar un apoyo expreso al Gobierno del PSOE y Unidas Podemos en la cuestión ucraniana, pero la comparecencia en el Congreso del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, sirvió para que los de Abascal cerrasen filas con el Ejecutivo, pese a sus críticas, por «sentido de Estado».

Jorge Buxadé, antes, había hecho seguidismo de la posición del Gobierno polaco, con el que Vox cuida especialmente su relación, y se había limitado a defender la soberanía ucraniana sin posicionarse sobre la respuesta de la OTAN a la amenaza rusa. El evento que se celebrará en Madrid este viernes y este sábado, no obstante, trasciende de este asunto y busca avanzar en una creciente alianza que dio sus primeros pasos en junio del año pasado.

Entre los invitados de Abascal, destacan el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, y el polaco, Mateusz Morawiecki. También estará la francesa Marine Le Pen, cuyo partido pertenece a un grupo distinto al de Vox en el Parlamento Europeo. Quien se perderá la cumbre será el presidente polaco, Jaroslaw Kaczynski, quien no viaja en avión desde el fallecimiento de su hermano en un accidente aéreo. En total, quince partidos de catorce países distintos firmaron una declaración conjunta el pasado junio que fue el germen de esta entente. Todos pedían a Bruselas el respeto a la soberanía nacional de cada Estado, en un contexto en el que la UE promovía sanciones contra Polonia por falta de independencia judicial y lanzaba avisos a Hungría por leyes consideradas homófobas.

Estas formaciones, que se definen como «patriotas y conservadoras», arremeten contra la «deriva federal» de la UE y claman por un escrupuloso respeto a la soberanía nacional. Desde distintos grados de euroescepticismo, pretenden reformar la UE para construir una alianza «fuerte» contra el globalismo. Es lo que Vox ha venido a adaptar al panorama nacional en su llamada Agenda España, en oposición a la Agenda 2030.

Aunque este viernes hay previstas reuniones informales, mañana sábado será el día grande con un acto a puerta cerrada en el que, como sucedió en Varsovia en diciembre, los participantes promoverán un comunicado conjunto. El encuentro reviste tal importancia para Abascal que el presidente de Vox se está ausentando de los primeros actos de la campaña electoral en Castilla y León, donde su formación aspira a gobernar por primera vez. No ‘debutará’ hasta este sábado a las siete de la tarde, en Ávila, cuando ya habrá concluido la cumbre con líderes europeos.

En la cita en Polonia a la que acudió Abascal en diciembre, el temor compartido fue «la inquietante idea» de que «las élites globalistas» de Bruselas pretendían crear una Europa a su imagen y semejanza gobernada por ellas. En su imaginario colectivo, esas «autoproclamadas élites» conspiran para instaurar una ‘nación europea’. Un supuesto plan que rechazan taxativamente todas estas formaciones. Buxadé, por ejemplo, habla de un «enfrentamiento entre las naciones europeas y las élites». «Esas burocracias que quieren manejar el futuro de Europa», repulsa.