BA.2, así es la ‘ómicron silenciosa’ que preocupa a los epidemiólogos

Al decir BA.2 no se habla de un segundo aeropuerto de Buenos Aires; por desgracia, el mundo se va a familiarizar rápidamente con las siglas de esta nueva subvariante de ómicron en las infecciones por SARS-CoV-2, que está siendo estudiada por investigadores de distintos puntos de Europa, y que podría ganar terreno en el mapa global de contagios durante las próximas semanas. El proceso sigue el patrón de las anteriores variantes, que mutan a su vez en numerosas subvariantes. En este caso, la BA.2 se ha ganado el apodo de sigilosa o silenciosa; en declaraciones al diario le Parisien, Etienne Simon-Lorière, jefe de la unidad de genómica evolutiva de los virus de ARN del Instituto Pasteur, explicó que «la mitad de los casos registrados actualmente en Dinamarca son positivos por BA.2», cuando en la nación escandinava se ha dado un número significativamente bajo de infecciones por BA.1, que es la ómicron identificada a finales de noviembre, hace justo dos meses.

La subvariante de ómicron más silenciosa

Lo que más preocupa es el carácter silencioso de la subvariante, ya que al parecer es indetectable a las pruebas diagnósticas más simples, como los test de antígenos disponibles para la ciudadanía en las farmaciasla PCR sigue siendo la prueba más certera a la hora de poder detectarla. Además de Dinamarca, ya se ha identificado en Reino Unido, Suecia, Noruega, India, Grecia, Filipinas y Estados Unidos. La Organización Mundial de la salud (OMS) aclara que ya existe una tercera subvariante, la BA.3, recién identificada. No obstante, se recalca que este proceso de mutación múltiple es normal en la evolución de un virus. La clave es monitorizar esas subvariantes para ver si alguna de ellas cambia sensiblemente el comportamiento del virus.

La BA.2, más contagiosa que la ómicron original

Ahora mismo, la BA.1 supone el 97,4% de los casos de ómicron. La BA.2, sin embargo, crece con rapidez y en Dinamarca ya supone más del 50% de los casos, lo que sugiere que esta subvariante es aún más contagiosa que la omicron original. Hay quien reclama un nombre propio para la BA.2, por el número de mutaciones propias (28) que tiene con respecto a las que comparte con la BA.1 (32). Esas 28 mutaciones propias son más de las que supusieron la catalogación de las variantes alfa, beta o gamma como tales; sin embargo, al no observarse cambios significativos de comportamiento, se ha decidido mantener la BA.2 en la familia ómicron. Tampoco hay pruebas de una mayor letalidad, ya que en los países donde crece rápidamente esta subvariante no hay incrementos sustanciales en hospitalizaciones o muertes.