El Gobierno paga ocho millones de euros de sobrecoste en la compra de test de antígenos

MADRID, 12/01/2022.- La ministra de Sanidad, Carolina Darias, durante la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo Interterritorial de Sanidad, este miércoles en Madrid. EFE/ Kiko Huesca

El Gobierno de Pedro Sánchez, a través de la Dirección del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa), adquirió el pasado 5 de enero un total de cinco millones de test para la detección del coronavirus por importe de 15,5 millones de euros, a 3,10 euros la unidad. Lo hizo mediante un procedimiento de emergencia, lo que habilitó a Ingesa a no sacar el contrato a concurso y adjudicarlo mediante «negociado sin publicidad», es decir, de forma discrecional, como se conoce popularmente, ‘a dedo’. El proveedor elegido fue Abbot Rapid Diagnostics Healthcare SL, una multinacional que tiene su sede en España en la localidad de Hospitalet de Llobregat (Barcelona).

El precio pagado por el Gobierno, que está incluso por encima del impuesto a las farmacias pese a que los venden por unidades y no por millones, ha causado cuando menos extrañeza en los profesionales del sector. «En los dos últimos meses he intermediado en la comercializado de test de antígenos en España, Alemania, Portugal y Países Bajos», informa a ABC un profesional del sector. «El precio de los test es de 1,35 euros en la unidad en fábrica y alrededor de 1,80 si lo adquieres a un almacenista», añade al tiempo que envía a este diario copia de sus comunicaciones con fábricas y mayoristas.

Esto significa que el Gobierno ha pagado un sobrecoste superior al 100%, más del doble por cada test que ha adquirido al laboratorio. De los 15,5 millones del negociado sin publicidad, se han pagado entre 6,5 y 9 millones de euros por encima de mercado. «Si lo compras a la fábrica tardas un poco más en recibirlo, pero si no quieres esperar, el almacenista que te lo vende, por ejemplo desde Alemania, a 1,80 euros, te lo sirve en un plazo de entre 24 y 48 horas», asevera este bróker que ha vendido decenas de miles de test de antígenos entre diciembre y enero, cuando se disparó la demanda. Otros profesionales del sector ofrecen precios similares.

El citado intermediario muestra a este diario una cadena de mensajes de WhatsApp con el comercial de una fábrica china de este mismo viernes. Solicita cotización y se los ofrecen a menos de un dólar estadounidense: «0,95 is our bottom price» («0,95 es nuestro precio mínimo»), responde la fábrica. Así valora la compra el intermediario español, que pide no publicar su nombre para no tener «problemas» en su actividad: «Puesto en España, con los portes, te pones en un euro y pico. Si usas un intermediario súmale unos céntimos de comisión, y si en vez de la fábrica recurres a un mayorista, pues ponle lo que le cargue este almacenista, pero siempre estarás entre 1,30 y 1,80 euros, muy lejos de los 3,10 que ha pagado el Gobierno. Cinco millones de test es un pedido extraordinario, en el que obtienes un buen precio. Esto sólo puede ocurrir porque quien ha hecho ese encargo no lo paga con su dinero, sino con el de todos los españoles. Alguien se está quedando con mucho dinero».

El listado de precios de un almacenista alemán describe test de distintos laboratorios que oscilan entre 1,20 y 1,82 euros por unidad, en cajas de 25 y con certificado para vender en la Unión Europea. Están ya disponibles, pues los sirven «entre uno y dos días después del pago». Otra comercializadora los ofrece a precios de entre 1,22 y 1,47 euros para pedidos de hasta 400.000 unidades, menos del 10% de lo adquirido por el Gobierno.

El Ministerio de Sanidad

Lo disparatado del precio abonado por el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria -avanzado por «El Confidencial»-, entidad dependiente del Ministerio de Sanidad, lo demuestra lo ocurrido el pasado jueves. La ministra Carolina Darias anunció que el Gobierno fijaba en 2,94 euros el precio máximo que podrán cobrar las farmacias por los test de antígenos. Esto significa que un farmacéutico debe vender un test –o una caja de unas unidades– como máximo a 16 céntimos menos de lo que el Gobierno ha pagado en un pedido de cinco millones de unidades.

Así lo aprobó por unanimidad la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos (CIMP), lo que dejó a los farmacéuticos perplejos, pues los test que tienen en sus existencias los han pagado por encima del precio mínimo de venta que ha fijado Sanidad.

El pasado jueves, el mismo día que la ministra Darias hacía el anuncio, Cofares, la principal distribuidora farmacéutica de España, servía test a las boticas a un precio de 3,26 euros la unidad, lo que obligaría a los farmacéuticos a vender a pérdidas. Mario García, el farmacéutico madrileño que ha mostrado a este diario el catálogo de Cofares y sus albaranes de compra, manifiesta que ellos han aplicado «siempre precios razonables, en función del coste al que comprábamos». «Y hemos dedicado horas a regalar los test de la Comunidad de Madrid», añade.

De hecho, ante esta situación, algunas farmacias han comenzado a colgar un cartel que dice lo siguiente: «No tenemos test a 2,94 €. Hasta que encontremos proveedor, en el centro de salud son gratis. Disculpen las molestias». La ‘fiebre’ de los test estalló de cara a las navidades, cuando la demanda de este producto se disparó. En un mes la reacción del Gobierno de Pedro Sánchez ha sido comprar cinco millones de test a 3,10 euros la unidad sin sacarlos a concurso público y obligar a los farmacéuticos a venderlos uno a uno a 2,94 euros como máximo.