Aragón alcanza el pico de la séptima ola y la curva comienza a descender

El pico de contagios de esta séptima ola se produjo previsiblemente en Aragón el pasado 11 de enero cuando se notificaron 8.224 casos correspondientes a un día antes. Desde entonces el número de positivos ha ido bajando durante cuatro días hasta los 5.500 notificados este viernes. Esta tendencia de curva descendiente de la séptima ola viene avalada no solo por este descenso en el número de casos sino por otros “modelos predictivos”, según ha asegurado la consejera de Sanidad del Gobierno de Aragón, Sira Repollés, en una comparecencia en la que ha hecho balance de la séptima ola epidémica que ha explosionado en la comunidad, dejando alrededor del 40% de contagios de toda la pandemia. Desde el 1 de diciembre, se han notificado 125.000 nuevos enfermos, de los 300.000 que se han hecho públicos desde febrero del 2020; una situación que si hubiera sido “inabordable” y hubiera supuesto el “colapso” sanitario si no hubiera sido por la vacunación, una idea que repitió en varias ocasiones durante su intervención, ya que casi el 90% de los mayores de 5 años tienen la pauta completa.

Para Repollés, que ha estado acompañada por José María Abad, director general de Asistencia Sanitaria; y Francisco Javier Falo, director general de Salud Pública, la séptima ola ha sido la “más difícil de gestionar” ya que se ha dado en “fechas muy comprometidas” como es el Puente de la Inmaculada y la Navidad y también por la “fatiga de la población” que podía haber llegado a pensar que “habíamos superado la pandemia por la vacunación”. Sin embargo la aparición de ómicron provocó que esta ola tuviese “características especiales”, que ha provocado que los mayores recursos se hayan dirigido a la “protección y desbloqueo” del sistema sanitario, preferentemente en la Atención Primaria y el cambio de paradigma de vigilancia y el cambio de protocolos, que se puso en marcha el 29 de diciembre.

Fue entonces, cuando, ha dicho Repollés, desde el Consejo Interterritorial se aprobó que el rastreo se realizara solo en personas vulnerables y no se hiciera cuarentenas generalizadas por contacto estrecho entre la población vacunada. Esa explosión de contagios también pudo producirse por la notificación de los autotest, una “irrupción inabordable” de declaración de positivos para los centros de Atención Primaria; por lo que ha defendido la declaración de un positivo a través del formulario de Salud Informa o del teléfono de contacto que, “muchas veces se colapsó”, ha reconocido aunque ahora “funciona en orden”.

Pese a esa tendencia de contagios a la baja, se prevé que en los próximos días se produzca una subida de la ocupación en ucis.

Por este motivo, el director general de Salud Pública, Francisco Javier Falo, ha dicho que se han ampliado las unidades de cuidados con 13 camas más, una cifra que, «si fuera necesario», se llegaría hasta las 30 más. «Creemos que es suficiente para absorber el incremento», ha apuntado no obstante Falo.

Sin embargo, a nivel general, Falo ha adelantado que cree que se ha alcanzado ya el pico en la incidencia y de las hospitalizaciones por covid en planta.

El aumento de la incidencia acumulada en las últimas semanas se debe fundamentalmente a la irrupción de la cepa ómicron, que produjo una multiplicación de los contagios en las últimas semanas de diciembre y una «explosión» de la incidencia, especialmente a partir del puente de la Constitución y de la Inmaculada, ha afirmado Repollés.

Alrededor del 19 de diciembre, según la consejera, se produjo un cambio en la naturaleza de los contagios. De una tendencia donde se daba un incremento de la mano de la cepa delta del covid se pasó a otra realidad donde la cepa ómicron comenzó avanzar fruto del aumento de la interacción social. Por ello, explica la consejera, el Gobierno de Aragón adoptó las restricciones que están vigentes en estos momentos, que pasa por limitaciones de aforos y horarios en hostelería, entre otras para tratar de paliar el «crecimiento desmesurado» de los contagios