El Inter, que no tenía otra, salió a ganar al Madrid. Con los carrileros en el último piso, muy arriba, como dos ganglios inflamados, lo que daba una sensación de cierta insolencia por parte de Inzaghi. Era el Bernabéu. En obras, pero el Bernabéu.
El Madrid empezó quedándose en su campo, dominado, con un punto de experta sumisión (de prohombre que sabe dejarse azotar un rato), con Vinicius como gran argumento inicial. En las primeras jugadas volvimos a verlo: carreras directas al área con tres del Inter detrás, colgando de él como unos cascabeles. Es casi una constante: en cada jugada de Vinicius hay dos madridistas libres de marca.
En el repliegue del Madrid faltaba ese desahogo de minarete que es Benzema, su llamada a la oración, aunque Jovic no estuvo nada mal con los controles y los primeros toques.
El Inter era apabullante. Mucha posesión, casi toda, con los laterales tan arriba que eso parecía un 3-4-3 y una presión agresiva en la media, mucho más allá de lo territorial.
Pero el contraste era raro, porque siendo un gran Inter, el Madrid lo miraba todo bajo el arco de impasibilidad de la ceja de Ancelotti. Y era por algo, porque en el minuto 17, Rodrygo pasó a Kroos, que de nuevo (pauta de estos meses) marcó de tiro lejano y zurdo. El Inter, empeñado en ser el Ajax, se había olvidado de Kroos, muy solo.
El gol acentuó las ‘dinámicas’. El Inter presionaba y dominaba con mucha organización, pero daba sensación de pólvora mojada. Muy rápido mostraba sus límites; mucho tiro a la grada. El Madrid parecía, por comparación, un poco arcaico, hecho de prudencia y de la intuición de pareja de mus de Modric y Kroos; era como un coche de más alta gama, pero más antiguo, aunque también había cierto cálculo, cierta laxitud que hacía parecer más agresivo al Inter.
Después, también eso fue cambiando, y los italianos se destensaron, lo balcánico de Brozovic y Perisic empezaba a mostrar su lado jadeante. Surgieron más espacios para el Madrid: vimos una buena contra de Jovic con un sorprendente penúltimo paso, una especie de reprís, y un par de contragolpes lejanísimos que Vinicius no supo llevar bien. No ayuda que el Bernabéu levante antes de cogerla ese murmullo de ansiedad tan suyo, y aun menos que Vinicius lo juegue todo, y lo corra todo, hacia arriba y hacia abajo. Corre demasiado. No ha habido un delantero o extremo brasileño de altísimo nivel que corra lo que corre él. Hay que ‘makelelizar’ el Madrid y crear un lecho defensivo sobre el que colocar los filetazos estelares.
El Madrid se replegó aún más, importándole poco el qué dirán, se hizo bicho bola y el Inter ya no molestó. Es más, empezaron a sufrir ellos. Kroos le devolvió el pase a Rodrygo, que tiró al palo, y el Inter, después de tanto y tanto, de haber sido el Inter y el Ajax y el Dinamo de Milán en este absurdo fútbol global y tactificado, acabó la primera parte agobiado bajo su larguero. Ah, viejo Madrid europeo…
Sobre el conjunto del Inter, más normalizado, iba destacándose Barella, un jugador fuerte, rápido, técnico y con llegada. Vinicius, otra constante, le sacaba la primera tarjeta a un defensor (D’Ambrosio) y Militao seguía haciendo cosas espectaculares. Es un jugador-langosta con una zancada que es mitad zancada, mitad salto. Un poco Pepe, pero más fino.
El partido en la segunda parte se parecía más a lo esperado, con un Madrid más atacante y en el minuto 60, Inzaghi enseñó la bandera blanca o tiró la toalla con los cambios, uno de los cuales era Arturo Vidal, con el que Modric y compañía llevan décadas encontrándose hasta el punto de que se preguntarán por la familia. El Inter terminó de desmontarse e irse del partido con una autoexpulsión absurda de Barella por un puñetacito ridículo a Militao. Ahí se pudo ver bien a Barella, lo niño que es Barella todavía.
El partido estaba para que luciese un poco Vinicius y para que Ancelotti hiciera economías de esfuerzo pensando en el derbi. Volvimos a ver a Camavinga donde Casemiro. Parte de la prensa se empeña en repetir que solo es interior, razón por la cual hay que creer que puede ser un pivote excelente.
La tranquila placidez con la que Casemiro, Modric y Kroos bailaron los distintos ritmos del partido demostraba una superioridad muy distinta a la legendaria de décadas atrás contra el Inter, cuando el Madrid tenía que llegar al apogeo de la remontada, a la catarsis, al frenesí extático de Juanito y compañía. La superioridad de este Madrid es incomparable, aunque recordemos aquella con otro cariño (¿dirán también que es fascismo la nostalgia en fútbol?).
Y para muestra, el 2-0: entró Asensio con el contingente de cambios, agarró su primera pelota al borde del área y con la zurda marcó un gol de billar, la pelota yendo de palo a palo. La clase de Asensio estuvo bañada en pachorra, como esos artilugios caros que llegan forrados en corchopan. Eso es Asensio ¡una zurda en corchopan!
El Bernabéu se puso de pie para despedir a Vinicius, ídolo absoluto, pero… ¿no sucedió eso ya el primer día?
El Madrid tenía una etapa alpina frente a sí y ya le va viendo el final. Pasa como primero de grupo, un primero tranquilo, incluso tranquilísimo (como lo dice Tangana) y somete psicológicamente al Inter, otro noble europeo frente al primus inter pares que es el Madrid.
En unos días puede ventilar parte de la Liga en su duelo con el Atlético y su círculo virtuoso es como una noria que mueve Ancelotti desde abajo, muy tranquilo, con una gorrilla de feriante, fumando un piti, y en la que solo falta por subir Hazard.
Ficha de partido
Estadio: Santiago BernabéuReal Madrid
- 1Courtois
- 23Ferland Mendy
- 4Alaba
- 3Éder Gabriel Militão
- 2Carvajal
- 8Kroos
- 14Casemiro
- 10Modric
- 16Luka Jovic
- 20Vinicius Júnior
- 21Rodrygo Silva de Goes
Inter Milán
- 1Handanovic
- 95Alessandro Bastoni
- 37Skriniar
- 33D’Ambrosio
- 2Denzel Dumfries
- 23Barella
- 20Calhanoglu
- 14Perisic
- 77Marcelo Brozovic
- 10Lautaro Martínez
- 9Dzeko
- Banquillo
- 7Hazard
- 40Toni Fuidias
- 11Marco Asensio
- 12Marcelo
- 17Lucas Vázquez
- 25Eduardo Camavinga
- 22Isco
- 13Andriy Lunin
- 5Jesús Vallejo
- 6Nacho
- 24Mariano
- 15Federico Valverde
- Banquillo
- 7Alexis
- 21Alex Cordaz
- 6Stefan de Vrij
- 32Federico Dimarco
- 22Arturo Vidal
- 5Roberto Gagliardini
- 11Kolarov
- 97Ionut Radu
- 12Stefano Sensi
- 46Mattia Zanotti
- 8Vecino
- Goles
- Kroos 16′
- Marco Asensio 78′
- Goles
Árbitro: Dr. Felix Brych